¿Qué se quiebra dentro de una sociedad cuando olvida mirar sus propias heridas coloniales? ¿Y qué nace cuando decidimos pensarnos desde lo propio, lo nuestro, lo olvidado?

Con estas preguntas como brújula, el Programa de Egresados de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín abrió un encuentro que no solo se pensó como un lanzamiento de libro, sino como un ritual colectivo de memoria, arte y pensamiento crítico. El evento, que hizo parte del preámbulo de CLACSO 2025, reunió voces, cuerpos y sentires en torno a un tema urgente: la descolonización.

En la Tienda y Librería UNAL, un lugar que más que vender libros los hace respirar, se vivió la presentación oficial del libro ¿Descolonizar siempre es una acción violenta?, del historiador y egresado UNAL Fabián Rojas. Una obra que propone una relectura del pensamiento de Frantz Fanon desde América Latina, cuestionando la violencia como única vía para imaginar un mundo poscolonial.

Pero este lanzamiento no fue convencional. Mientras el autor dialogaba con Henry Giraldo, coordinador del Programa de Egresados, sobre los detonantes emocionales y académicos de su obra, en paralelo se desarrollaba un laboratorio artístico dirigido por la también egresada Carolina Peláez, quien propuso una conexión entre descolonización, tacto y arcilla. “El barro no olvida —dijo Carolina—, guarda las huellas del cuerpo, el temblor de quien lo moldea”. Así, cada participante fue invitado a modelar con sus manos lo que sus pensamientos y emociones tejían en tiempo real.

La conversación entre teoría y experiencia fue el corazón palpitante de la jornada. Rojas habló de su primer encuentro con Fanon, de las múltiples interpretaciones —y a veces malinterpretaciones— de su obra, y de cómo, más allá de la violencia, también existen caminos de transformación desde el arte, el cuerpo y lo afectivo. “Ser un egresado que regresa con preguntas más que con respuestas —afirmó— es parte de mi forma de entender la libertad.”

La Librería UNAL se convirtió por unas horas en un espacio donde la academia y la sensibilidad dialogaron sin jerarquías. Desde el barro hasta el papel, desde las preguntas filosóficas hasta las emociones moldeadas por el público, el evento dejó en claro que pensar desde lo nuestro no es solo un acto de crítica, sino también de creación.

La participación de aliados como la Editorial de la Universidad de Antioquia también permitió consolidar una apuesta por la articulación interinstitucional, por abrir caminos conjuntos para la circulación de ideas y obras que nacen desde el sur global. Luz Adriana Ruiz, Jefe de la Tienda y Librería UNAL, destacó la importancia de estos espacios como “refugios de pensamiento donde los egresados vuelven no solo como lectores, sino como autores, creadores y provocadores de nuevos sentidos”.

Al cierre, los asistentes que participaron en el laboratorio de arcilla compartieron lo que sus manos contaron. Algunos hablaron de rupturas, otros de memoria corporal, muchos de esperanza. Carolina cerró con una frase que quedó flotando entre estantes y cerámicas: “El pensamiento también se modela, se rompe, se transforma y se comparte”.

Con este evento, la UNAL Sede Medellín no solo se suma activamente al camino hacia CLACSO 2025, sino que reafirma su compromiso con la producción crítica de conocimiento, con la visibilización del quehacer de sus egresados y con la creación de espacios donde el pensamiento no sea solo leído, sino también vivido.

Porque descolonizar, como quedó claro esa tarde también es tocar, moldear y recordar. Juntos.