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“Si ve las imágenes, lee los versos, siente el viento rosándole la piel y escucha el canto de las hojas, ¿qué le dice todo eso?”. Con esa pregunta el profesor Oscar Ortega, de la Facultad de Ciencias, empieza el recorrido por la exposición Vientos de paz, una muestra de 100 fotografías logradas durante años en sus viajes a lo largo y ancho de Colombia: por sus paisajes, por su riqueza en fauna y flora, por su gente y sus culturas, y a partir de la cual el docente propone reflexionar sobre la paz.

  • 100 fotografías, acompañadas por algunos versos del poeta Aurelio Arturo, conforman la exposición.

    100 fotografías, acompañadas por algunos versos del poeta Aurelio Arturo, conforman la exposición.

  • La exposición Vientos de Paz es un invitación al reencuentro consigo mismo, con el otro y con la naturaleza.

    La exposición Vientos de Paz es un invitación al reencuentro consigo mismo, con el otro y con la naturaleza.

  • Los estudiantes del grupo folclórico Al calor del tambó, apoyaron al profesor Ortega en la organización de la exposición.

    Los estudiantes del grupo folclórico Al calor del tambó, apoyaron al profesor Ortega en la organización de la exposición.

  • La exposición también es una muestra de la riqueza cultural del país.

    La exposición también es una muestra de la riqueza cultural del país.

  • Las fotografías están ubicadas en el campus El Volador entre los Bloque 24 y 41.

    Las fotografías están ubicadas en el campus El Volador entre los Bloque 24 y 41.

    “Vientos de paz es una invitación a pensarnos y a reinventarnos en este país que está como enredado porque todos queremos paz y sin embargo no somos capaces de conseguirla. La intención es que cada quien, a partir de la lectura que haga de las imágenes y la poesía y escuche el viento cuando toca las hojas, inventen sus propios lenguajes”, dice  mientras camina por entre sus fotos que rompen el tráfico por los senderos del campus El Volador entre los Bloque 24 y 41.

    Carnavales, fiestas patronales, paisajes de montaña, de llanura, de páramo, de playa, la cotidianidad de una familia pescadora a orillas del Magdalena, las mujeres guajiras,  la sonrisa y la mirada de los niños, los atardeceres en el llano, las aves que surcan el cielo colombiano, el campus de la U.N. Sede Medellín, acompañadas por los versos del poeta venteño Aurelio Arturo, son algunas de las imágenes a través de las cuales el profesor Ortega hace un llamado a la paz y a la conservación de la riqueza natural del país.  

    “Este verde poema, hoja por hoja lo mece un viento fértil, un esbelto viento que amó del sur hierbas y cielos, este poema es el país del viento. Así cantaba el poeta con quien de alguna manera comparto la exposición y yo digo que no podía ser otro sino él, a quien yo llamo el cantor del sur, porque es el poeta de la naturaleza”, señala el profesor mientras observa sus fotografías mecerse al ritmo de un violento viento que promete un aguacero.

    No podía ser otro sino él, recalca Ortega: Aurelio Arturo (1906 – 1974), el poeta que escuchó a las hojas y al viento y al árbol y al río y el que cantó con ellos y les escribió, porque solo sus versos podrían animar a los espectadores a crear lenguajes metafóricos a partir del paisaje que los rodea y acaricia.

    “Aunque estamos en un limbo histórico seguimos con vientos de paz porque todavía la queremos, eso no ha cambiado. Y a lo que la poesía convoca es a la paz, a lenguajes que la gente pueda crear a partir de la lectura de la fotografía y la poesía misma”, comenta convencido de la necesidad de una búsqueda permanente.

    Vientos de paz estará en la Sede el tiempo suficiente como para que la comunidad universitaria o los visitantes ocasionales se empapen con un poco de la riqueza de esta Colombia mágica y diversa. Una exposición para que lea, para que vea, para que escuche y sienta y reflexione solo o en compañía y para que a partir de ese viaje de fotos y poemas arme su propio viaje, uno que pueda caminarse, como hiciera el poeta  “hasta que la muerte agregue mis párpados como dos hojas más a su follaje oscuro”. 

    (FIN/CST)

    8 de noviembre del 2016