Recientemente se vivió la segunda versión de este espacio que busca fortalecer la vida universitaria y la apropiación del campus en horarios extendidos. La programación incluyó actividades artísticas y culturales, concebidas desde las distintas dependencias y facultades de la UNAL Medellín, para el disfrute de la comunidad universitaria.
En el campus se desarrollaron actividades para todos los intereses y gustos. Hubo talleres, conversatorios y arte. La jornada inició con programación desde temprano e incluyó actividades para honrar la memoria de seres queridos. Entre ellas, una estuvo orientada a los estudiantes de movilidad extranjera con “El Altar Día de Muertos”, que se realizó en el Ágora. La otra, El Cuentacho UNAL, que hizo un homenaje a Miguel Ángel Sierra Tovar, “un ángel cuentero”.
Las reflexiones también tuvieron espacio durante el encuentro, con el conversatorio organizado por la Vicerrectoría de la Sede y la proyección del documental La tierra comenzó a hablar, una producción de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre el proceso de búsqueda de personas dadas por desaparecidas en la Comuna 13 de Medellín.
Por otro lado, los interesados en comunicar la ciencia participaron del taller “¿Qué hacemos con los que investigamos? Divulgación y apropiación social del conocimiento”, organizado por el Centro de Educación Continua y Permanente y orientado por la divulgadora de ciencia, Andrea Torres Obregón. En el espacio se exploraron estrategias y posibilidades de interacción entre las universidades y las comunidades que construyen el conocimiento.
Para quienes disfrutan de espacios para apreciar el arte, la Facultad de Arquitectura organizó un recorrido comentado por Sala U, con el acompañamiento de curadores de la Bienal Internacional de Arte de Antioquia y Medellín (BIAM), y de algunos artistas expositores. Uno de ellos, Alberto Builes, contó que, tras una pérdida afectiva y para gestionar el duelo, ocupó su tiempo en el bordado, en el que tiene más de 23 años de experiencia: “Mientras estaba allí, y como esto no permite error, me tenía que concentrar muy bien. Se me fueron yendo los problemas y me fui llenando de alegría al ver crecer la obra. Hacer arte es ver nacer”. Sus obras son: Mi pueblo y Cerro Tusa.
Otras actividades, estas relacionados con literatura, fueron: la Velada literaria, que se hizo en la Biblioteca Efe Gómez; la Noche Zombi, una tertulia que exploró el origen de zombi en los rituales vudú, su paso por el cine clásico y su transformación como ícono contemporáneo. Música, bazar y manualidades fueron otras posibilidades para la comunidad universitaria.
Para Julián Andrés Villacís Rodríguez, estudiante de Construcción y asistente a Noches UNAL, la jornada “hace que la Universidad esté un poco más viva y nos apropiemos más de ella, que no solo sea venir a recibir las clases y ya”. Por su parte, Jerónimo Restrepo, estudiante de Economía, considera que esta serie de actividades “están muy bien porque son espacios diferentes a lo académico o al trabajo, que suelen mantenerlo a uno muy estresado. Los eventos para la dispersión se agradecen demasiado”.
En Noches UNAL “la participación ha sido muy positiva. En general, quienes han asistido expresan que les gustan las actividades. Durante esta versión llovió y sabíamos que los estudiantes estaban en parciales, y aun así hubo buena acogida. Eso da cuenta de que estos son espacios que la comunidad universitaria valora y aprovecha”, destacó Lis Johana Tamayo Molina, coordinadora de la Red Cultural UNAL.
Este año la UNAL Medellín vivirá una tercera jornada de Noches UNAL el martes 2 de diciembre. ¡Espérala!
(FIN/KGG)
20 de noviembre de 2025





