Luego de seis jornadas de talleres y conferencias culminó el Seminario-taller Géneros y Desigualdades, una apuesta de la UNAL Sede Medellín para formar a la comunidad universitaria sobre las violencias basadas en género y dotarla con herramientas útiles para afrontarlas.
“El compromiso de la Universidad Nacional de Colombia con la diversidad, la equidad y la inclusión”; “Las apuestas de equidad de género desde las ciencias sociales”; “El género como categoría relacional”; “El género en la actividad física y el deporte”; “Historia del concepto de género y las violencias basadas en género en el contexto histórico” y “La Política de Género de la UNAL en clave latinoamericana”, fueron los temas que se abordaron durante los espacios del Seminario-taller, que marca un punto de partida para avanzar hacia una transformación cultural en la Sede, a través de la pedagogía en herramientas conceptuales sobre las violencias basadas en género.
El cierre de este ciclo pedagógico se realizó con el taller “La Política de Género de la Universidad Nacional de Colombia en clave latinoamericana”, a cargo de la profesora del Departamento de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, Doris Gómez Osorio.
De acuerdo con la docente, en el escenario latinoamericano existen instrumentos que pueden ser muy útiles para que la UNAL esté a la vanguardia en la formulación de su Política de Género; sin embargo, se debe tener en cuenta la estructura institucional para que esta verdaderamente funcione. Lo anterior, teniendo en cuenta que la Universidad Nacional de Colombia fue una de las primeras universidades en tener un protocolo sobre este tema y generar procesos e incluso exigencias en la normativa que se ha generado en el país.
“La idea era ubicar la reflexión sobre la política de género que requiere y merece la Universidad desde una perspectiva latinoamericana e identificar unos hitos que han vivido algunas universidades de Argentina, México y Chile. Esto nos sirve para pensar los alcances y las temáticas de las que se debería ocupar nuestra Política; en los últimos años han existido procesos de movilización al interior de la Universidad de los que, sin lugar a dudas, deberá referirse también. Estamos en una ventana de oportunidad y es la revisión de esa Política, por ello es muy importante generar mecanismos para pensar temas de género desde diferentes perspectivas, incluyendo los asuntos de las violencias que son apremiantes”.
La secretaria de la Sede Medellín, Doris Gómez, enfatizó que es un buen momento para pensar una Política de Género que vaya más allá y que esté articulada con las demandas de los movimientos universitarios y con otras agendas importantes para diferentes sectores de la Universidad. Otros temas que deben tenerse presentes en la revisión de la Política, de acuerdo con la académica, son la transversalización de los currículos y el impacto de los cuidados en los miembros de la comunidad universitaria.
Una de las experiencias que podría ser un referente para la UNAL en materia de prevención y atención de violencias basadas en género surgió en la Universidad Nacional Autónoma de México, con la implementación de una instancia que asesora directamente a la Rectoría en temas de género, acompañada de un cambio sustancial en todos los procesos de género en la Universidad, labor dirigida por una docente que se nombra feminista y cuya gestión realiza desde los feminismos.
Para Angélica Serna, asesora de la Dirección Académica en el Laboratorio de Innovación Académica y asistente a distintas jornadas del Seminario, estos ejercicios de sensibilización son necesarios para poder desnaturalizar las violencias basadas en género; si bien los protocolos y las normas ayudan a poner límites, este tipo de eventos dejan sobre la mesa una reflexión en torno a la importancia de abordar estos temas.
“Formar es fundamental, sensibilizar también porque estamos asistiendo a un reclamo que viene de pensadoras y líderes feministas desde hace muchos años. Las violencias son múltiples porque hay una configuración de inequidad en la relación sexo-género y en ese ejercicio las mujeres hemos accedido a los asuntos de la configuración del proyecto moderno, que es la autonomía, la libertad, la racionalidad y la posibilidad de estudiar y trabajar de maneras diferenciales, y, en ese sentido, poder reflexionar sobre esto, pues lo que vemos de las violencias es la punta del iceberg, una manifestación que no es superficial pero es lo que aparece, para poderlas transformar, pues la Universidad ha hecho un proceso largo de construcción de protocolo de prevención de la violencias”.
A propósito de esa pedagogía, Doris Gómez, magíster en Ciencia Política y politóloga, agregó que se debe inspirar como academia con otro tipo de estrategias para llegar a la comunidad universitaria, teniendo en cuenta que las violencias basadas en género también hacen parte de un componente cultural y social que tiene un trasfondo muy grande.
“Creo que también ese componente pedagógico es fundamental, que se apoye desde la política de género, que se abran diferentes espacios en los que se reflexione para estar a la Vanguardia en los debates que se están teniendo. Me parece muy importante que existan estos espacios para que participen diferentes integrantes de la comunidad universitaria, ya que es un esfuerzo muy valioso que hay que hacerlo todo el tiempo, por los mismos retos que nos pone la Universidad, lo que está pasando fuera de ella y en el mundo nos exige encontrarnos y tener posturas y miradas críticas sobre el género, la feminidad, los roles de género y eso cómo nos atraviesa también como Universidad. En el próximo Plan de Acción de la Sede vamos a tener un programa de género para liderar diferentes acciones desde lo pedagógico, lo comunicativo y lo informativo, pero también asuntos curriculares. Son muchos frentes que se tienen que transversalizar, como los fines misionales de la Institución”.
(FIN/JRDP)
9 de mayo de 2025