Los aportes son bienvenidos en el proceso Constituyente que avanza en la Universidad. Recientemente, en un encuentro con el CSU en la Sede Medellín, se presentó la propuesta preliminar, la cual busca hacer de esta iniciativa un camino de reflexión y de acogida en la que aporten los diferentes actores.
“El proceso Constituyente UNAL es mucho más que lo definido por la institucionalidad y convoca a diferentes actores, desde la autonomía y la diversidad que somos como universidad”, dijo Doris Gómez Osorio, secretaria de la UNAL Medellín, al abrir el espacio que se dio recientemente en la Sede para proyectar el futuro de la institución con la participación de la comunidad universitaria.
Reglamentado por el Acuerdo 003 de 2025 del Consejo Superior Universitario (CSU), el proceso Constituyente UNAL es producto de un reclamo de varios años de distintos actores que proponen modernizar y democratizar el gobierno universitario, contextualizó la profesora Lucía Botero Espinosa, Decana de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia Sede Bogotá y representante del Consejo Académico ante el CSU. La normativa introduce un cambio que consiste en incluir y permitir la participación de administrativos, egresados y profesores ocasionales en los claustros y las colegiaturas.
Botero hace parte de una comisión encargada de recolectar propuestas para la composición, organización y funcionamiento de la Mesa Constituyente que es algo como “un senado universitario”, como lo explicó, y que previo a la visita en Medellín, hizo presencia en las sedes Bogotá, Palmira, La Paz y Tumaco. Los demás integrantes son: María Alejandra Rojas Ordóñez, delegada del Gobierno nacional ante el CSU; Ana María Manrique, representante estudiantil ante el CSU y Santiago Gómez Obando, integrante del equipo de rectoría de la UNAL que acompaña el proceso de la Constituyente en la Universidad.
Por ahora, los temas en los que se centra la Mesa Constituyente son: composición, funciones y características de los cuerpos colegiados, designación y elección de autoridades académicas (seleccionados por los estamentos o sedes), formas y mecanismos de participación democrática, fortalecimiento de la cultura política democrática, y reconocimiento y fortalecimiento de las organizaciones de la comunidad universitaria.
El proceso de deliberación tiene tres etapas. Inició con la promulgación del mencionado Acuerdo 003 de 2025, lo cual “permite tener unos mecanismos institucionales que garanticen, por ejemplo, estos espacios, y que tengan formalidad bajo lo jurídico para que no se caiga el proceso”, destacó Manrique, representante estudiantil ante el CSU. La segunda fase del proceso Constituyente UNAL corresponde a claustros y colegiaturas y, la tercera, a espacios autónomos participativos como asambleas o colectivos que también pueden entregar propuestas.
Además de recibir y aprobar propuestas presentadas por la Mesa Constituyente que contribuyan con la democratización del gobierno y la vida universitaria, el CSU tramitará reformas estatutarias necesarias y presentará los planteamientos a las instancias competentes, teniendo en cuenta que hay otras apuestas que se rigen desde el Congreso, según Manrique. Su llamado es: “entender que está en nuestras manos, que hay que apuntarle a eso y cambiarlo lo más pronto posible, y aunque no depende en su totalidad de nosotros, no dejar de pensar y apostarle a que el Congreso, por ejemplo, se piense algunas modificaciones de la Ley 30”.
La propuesta preliminar, de acuerdo con Gómez Obando, debe reconocer los distintos campos del conocimiento, estamentos, territorios y grupos poblacionales; criticar el centralismo y atender la complejidad de las sedes en la medida en que son distintas, por ejemplo, en tamaño y recursos; además, pensar la tensión entre la representatividad y la operatividad de la Mesa Constituyente y garantizar que la participación de la comunidad universitaria, amplia y diversa, no disminuya durante el proceso Constituyente.
En ese sentido, en el documento de la “Propuesta preliminar de constitución, estructura, funciones y mecanismos de designación de integrantes a la Mesa Constituyente Universitaria” se establecen suplencias en la mayoría de designaciones con el propósito de aumentar el número de personas involucradas.
El planteamiento previo general incluye a tres designados titulares y nueve designados suplentes por facultad en las sedes andinas, un trabajador titular y tres suplentes designados por personal administrativo atendiendo al número de facultades en las sedes andinas, y cuatro designados titulares y doce suplentes en sedes de presencia nacional.
También, busca involucrar a decanos y decanas de todas las facultades de las sedes andinas, un representante profesoral y un suplente en cada sede, un designado titular del Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (PEAMA) y tres designados suplentes. Un designado titular del Programa de Alimentación Escolar y el Programa de Admisión Especial (PAES) y tres suplentes, igual que a un designado titular del Programa de Admisión Especial con Enfoque Territorial (PAET) y tres suplentes. La propuesta preliminar completa la puede consultar aquí.
Para Rojas Ordoñez, integrante del CSU, es primordial hacer un llamado a mantener la deliberación respetuosa, dado que, considera, este ejercicio implica una transformación de las formas de debate y acción como comunidad universitaria, sin desconocer ni vulnerar la diversidad de las opiniones, y tratando de que sea un espacio cuidadoso para el otro y de escucha, “que no se convierta en una cuestión solamente de esperar que demos respuesta, sino que sea de construcción”.
Igualmente, reiteró que el CSU permite reconocer a cabalidad este proceso y que incluso se ha hablado de mecanismos de refrendación y retroalimentación permanente con la comunidad universitaria para que no quede a voluntad exclusivamente del máximo órgano de dirección y Gobierno de la UNAL.
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(FIN/KGG)
5 de mayo de 2025