La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) otorgó protección para un método rápido y práctico que permite secar guadua en secciones o latas de forma rápida y para hacer, por ejemplo, laminados, el uso más industrializado que se le da a esta materia prima para llevarla a diferentes procesos constructivos como vigas o columnas prensadas y la elaboración de mobiliario.
La guadua (Guadua angustifolia Kunth) es originaria de América, común en Colombia, donde es ampliamente utilizada en el sector de la construcción, uso para el cual se debe emplear seca, dado que, naturalmente y al momento del corte, puede tener un contenido de humedad superior al 80 %.
Para procesar y almacenar la guadua es necesario llevarla hasta un punto de equilibrio, que se logra entre el 12% y el 14% de contenido de humedad, de acuerdo con Eugenia del Socorro González Castrillón, profesora del Departamento de Ingeniería Agrícola y Alimentos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL Medellín, una de las autoras de la patente.
Para secar la guadua había dos posibilidades: el modo natural, que depende de las condiciones climáticas y puede darse, por lo general, después de dos meses. La otra opción es el secado en hornos, lo que implica alto consumo de energía, tiempo, entornos controlados y el paso de alrededor de tres días.
A fin de superar esas desventajas, a las dos opciones existentes se suma la ideada por investigadores de la UNAL Medellín: un método de secado por sublimación que se realiza máximo en seis horas y que aprovecha la propiedad del agua de pasar del estado sólido al gaseoso sin hacerlo por el líquido.
El proceso tiene varias etapas e inicia con congelar el agua contenida en la guadua y luego se pasa por un horno de convección de vacío tras el control de presión y temperatura para eliminar el exceso del líquido.
“La patente abre una mayor posibilidad a la industrialización, que ya se está haciendo. Hay empresas que se dedican al laminado de guadua, que tienen mucho futuro, porque este material tiene infinidad de usos y puede reemplazar lo que se haga con madera y es sostenible. Es una oportunidad interesante para los que quieran optimizar o incursionar en la comercialización de laminados, porque les puede ahorrar tiempo y costos”, según la profesora González Castrillón.
Los demás autores son Cristian Rivera Restrepo, Juan Manuel Vélez Sosa y Efrén Camilo Quintero Giraldo. A ellos les agradece la docente, para quien este es un logro colectivo que nace del entusiasmo por estudiar la guadua e indagar por problemas y alternativas de solución, además de ser el resultado “del acumulado del aprendizaje de tantos años que le dan a uno el insumo para conocer más y animar a otras personas a pensar en el impacto social, porque nos hemos interesado especialmente por el sector rural. Es maravilloso poder entregar algo que puede cambiar la vida de las personas y generar nuevas oportunidades de desarrollo”.
La protección otorgada por la SIC tiene vigencia hasta el 2042.
(FIN/KGG)
11 de diciembre de 2024