Para ellos, firmar la paz representó un resurgir, independencia y una nueva vida. Hombres y mujeres reincorporados y campesinos de Asoituanguinos, quienes trabajan por la construcción social desde distintas iniciativas, recibieron un abrazo fraternal de la UNAL Medellín con el proyecto de Extensión Solidaria: Estrategias para una agricultura sostenible con enfoque territorial, cuyos resultados evidencian la necesidad de rodear y acompañar desde la academia y la sociedad a los firmantes en sus aportes por la paz.
Aunque asegura no gustarle mucho los cambios, hace unos años Weimar Alexis Valle Macías hizo el que sería el cambio más drástico en su vida: firmó la paz y ahora es barista para la marca de café Cinzonte de Asointuanguinos en Ituango, Norte de Antioquia. Como él, hay más hombres y mujeres reincorporados que han encontrado, acompañados de campesinos vecinos de la finca Las Mercedes, una nueva vida gracias al café y otras iniciativas que adelanta esta organización en la búsqueda del fortalecimiento de la paz.
“Es muy importante que la Universidad Nacional llegue a estos territorios tan lejanos, para escuchar las opiniones de excombatientes y personas en reincorporación, es una gran labor la que están haciendo. Para nosotros este acompañamiento fue un apoyo muy grande porque se aprende demasiado y así vamos más a la fija en nuestro trabajo, ahora somos más prácticos gracias a esto. Además del aprendizaje, nos han ayudado con el proceso de comercialización del café, incluso ya iniciamos la maquila que estamos haciendo en Barbosa. Ojalá que no se aburran con nosotros y estas iniciativas sigan adelante”, comentó Weimar sobre la experiencia reciente con la UNAL Medellín.
Construyendo juntos estrategias para una agricultura sostenible con enfoque teórico, es un proyecto que inició en febrero y termina ejecución en septiembre de 2024. El Diálogo de saberes, espacio donde se presentaron los principales logros de este, tuvo lugar el martes 17 de septiembre en el auditorio Gerardo Molina del campus El Volador de la Sede Medellín. Además de la entrega de resultados, parte de la jornada se realizó un ejercicio de reflexión sobre lo que ha sido el proceso de paz y la participación de la UNAL Medellín y otros actores clave de la sociedad civil.
“Este proyecto no solamente cumple con una de las funciones misionales de la Universidad Nacional, que es hacer este diálogo de saberes, es el tipo de propuestas que queremos reforzar y fortalecer para nuestra relación con la sociedad. La Universidad tiene un compromiso obligatorio para se consolide la paz como la queramos llamar o como la queramos trabajar, pero que sea esa posibilidad de sentarse a hablar con otro, de pensar diferente, discutir, debatir, tomarnos un café y salir abrazados. Eso es lo que necesita este país, de generar debates para seguir construyendo paz y no tener que dar la vida en el proceso”, señaló Laura Carla Moisá Elicabide, vicerrectora de la UNAL Medellín.
La profesora Laura Moisá reiteró el compromiso de la Sede para fortalecer las relaciones con la sociedad a través de la escucha.
“Tenemos que transformar nuestros proyectos curriculares para entender lo que pasa en la realidad junto con lo que el mundo y la academia brinda. Creo que es un diálogo muy importante, es hora de voltear el cuerpo y darle la cara a lo que están pidiendo los territorios y este es uno de los tantos procesos en el que nuestros profesores, profesoras, estudiantes, empleados y egresados viven día a día y la Universidad tiene que fortalecer, tiene que visibilizar”, agregó la Vicerrectora.
Para la realización del evento Diálogo de saberes, una comisión de 25 personas de Ituango, entre los que se contaban niños y jóvenes, quienes se hospedaron en la Hacienda Paysandú de la Universidad, en el corregimiento de Santa Elena en Medellín. Ellos llegaron a la ciudad para conocer los resultados del proyecto, además de las instalaciones y otras iniciativas de la Institución.
“Nuestra intención no era que vinieran simplemente a escucharnos. La intención era recibirlos como nos recibieron allá en Ituango, en la finca donde se encuentran algunos reincorporados. Nos permitieron compartir nuestro conocimiento y compartieron su conocimiento con nosotros, el intercambio fue mutuo. La principal experiencia que podemos aprender de ellos es la capacidad de asociarse, esa resiliencia, esa creencia en lo colectivo”, explicó el profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias, Juan Camilo Ríos Cardona, coordinador del proyecto.
El abrazo solidario
Es importante tener en cuenta lo que significa la Extensión Solidaria. “Nosotros en la Universidad desarrollamos muchos procesos de extensión, por ejemplo, a las empresas privadas se les prestan distintos servicios como asesorías, eso es lo que generalmente se conoce como extensión. Pero, la Extensión Solidaria es un proceso más interno de la Institución, donde con recursos propios se estrechan vínculos con sectores de la sociedad en búsqueda de la inclusión de las comunidades, también es un proceso que integra distintas áreas del conocimiento”, explicó Ríos Cardona, adscrito al departamento de Ciencias Agronómicas como líder de la temática de Desarrollo Rural. El docente agregó que para este caso se contaba con un recurso de 50 millones de pesos y el requisito de hacer alianza con una organización externa, a partir de ahí es que nació la oportunidad de trabajar con Asoituanguinos.
Un elemento importante de la extensión solidaria, que es lo que los profesores más valoran de estos ejercicios, según doctor en Desarrollo Rural, Juan Camilo, es la posibilidad de formar de una manera más integral los estudiantes y a la comunidad.
“Tenemos la parte teórica y las prácticas laboratorios, de este proceso han participado los estudiantes y las estudiantes de Ciencias Políticas, Agronomía e Ingeniería Forestal quienes han tenido la oportunidad de participar de ese intercambio de conocimientos allá, con la comunidad de Ituango. Para los amigos de Asoituanguinos, por su parte, ahora saben todo lo que significa e implica formular un proyecto y hacerle seguimiento, preparar el trabajo de campo, las herramientas, los materiales, qué vamos a decir, entre otros elementos. Eso es un proceso de formación exageradamente valioso y al cual le damos importancia en este cruce o intercambio de saberes”, comentó.
Entre las acciones del proyecto se destacan el acompañamiento a la organización para el cambio del nombre de la marca del café, llamado ahora Cinzonte; la visibilización de este producto para un mejor posicionamiento y el acompañamiento en la culminación del registro ante la Cámara de Comercio. Además de la implementación de una estrategia de Diálogo de saberes entorno a esta temática. En ocasiones, el punto de encuentro era la finca Las Mercedes, un espacio para el intercambio de conocimientos donde quedó plasmado un mural hecho principalmente por niños y jóvenes de la zona.
“También aportamos en la capacitación a los jóvenes de la asociación para que ellos mismos puedan seguir con el proceso de comercialización y divulgación de la marca de café, a través de las redes sociales Instagram y Facebook, esto es una nueva frontera para estas personas. Además de la creación del video promocional de la marca y ahora se está realizando uno institucional del proceso, es la memoria que dejaremos sobre él”, indicó el profesor Ríos Cardona.
Otras acciones implementadas fueron el fortalecimiento de la parcela biotecnológica, en el que participaron principalmente mujeres de la Asociación y mujeres de la finca Las Mercedes, a través de una estrategia conjunta denominada La oratoria que repara la paz. Sumado a la creación de un recorrido para la observación de aves, diagnósticos participativos para mejorar como la condición ambiental de la finca a través de la planificación ambiental para reforestar o restaurar algunas áreas, y la estrategia Laboratorio de Café para la Paz.
“Aprovecho este espacio para hacer una reflexión y una crítica constructiva a la Universidad, en el sentido de que estos proyectos no pueden ser la excepción y siguen siendo la excepción. Esta es una iniciativa que genera mucho orgullo, por supuesto, pero no es un proyecto sencillo de tramitar, de transitar, son territorios que no son fáciles. Sin embargo, pienso que nosotros los funcionarios públicos, nos debemos a una entidad pública y sus recursos, por eso la invitación es que le demos más prioridad a esos espacios donde la Universidad puede aportar donde hay mucha necesidad y no necesariamente se recibirá rentabilidad económica”, concluyó el docente Juan Camilo Ríos.
Durante el Diálogo de saberes también se llevó a cabo el Mercado campesino para la paz, en donde participaron 30 emprendedores que comercializan productos relacionados con el agro como semillas, mieles, mermeladas, café, plantas, entre otros. 10 de los emprendedores participantes hacen parte del proceso de paz.
(FIN/ JRDP)
23 de septiembre de 2024