La utilización de nanomateriales es una alternativa no convencional efectiva, variada y que, inclusive, puede resultar más económica que los tratamientos del agua usuales. En Colombia hay potencialidades que se pueden explorar mejor. Así se conoció recientemente en una conferencia sobre el tema.
“El agua limpia puede salvar vidas y es un factor limitante para el progreso, la prosperidad y la salud global. Desafortunadamente, su provisión asequible y confiable es cada vez más difícil, porque la demanda aumenta rápidamente. También, porque tenemos contaminantes emergentes químicos y biológicos que son cada vez más difíciles de remover, además del cambio climático, que genera sequías más frecuentemente. No queda otra que buscar la seguridad hídrica con tratamientos a partir de fuentes no convencionales”, llamó la atención Pedro José Álvarez, profesor de la Universidad de Rice, en Estados Unidos.
El académico recientemente ofreció una conferencia en la Facultad de Minas de la UNAL Medellín, donde habló de una de las posibilidades no convencionales útiles para tratar el agua: la nanotecnología. Hay distintos materiales que pueden emplearse y que, gracias a su tamaño, se les pueden otorgar algunas funciones o propiedades de interés “que no se puede predecir u observar para el mismo elemento a una gran escala”, dice. Hay ejemplos: uno es el oro. A nivel nano, tiene características catalizadoras. El otro es el carbono, que es aislador y a escala nano se vuelve superconductor.
Hay ventajas con el uso de los nanomateriales y una de ellas es el bajo costo. Al no emplear químicos, se pueden usar materiales como el dióxido de titanio, que se excita por la luz, e incluso la solar, para generar radicales hidroxilos, los cuales son oxidantes y destruyen los contaminantes, purificando el agua o desinfectándola. También están los materiales nanofotónicos, que se excitan y se calientan con la luz solar facilitando destilar y desalinizar el agua. Los nanomateriales, comenta, sirven como absorbentes porque tiene un área de superficie “gigantesca en relación a su volumen”.
En Colombia hay potencialidades para el tratamiento del agua con nanotecnología y a partir de materiales no convencionales, según Álvarez, y uno puede ser la actividad asociada al petróleo. Pues en el agua que sale tras la exploración, hay litio, el cual se puede recuperar de manera selectiva con nanomateriales condicionados para ese propósito.
Para el académico, es más eficiente prevenir que remediar, pero, en lo que a desechos se refiere, hay recursos que “están tal vez fuera de su lugar o fuera de tiempo y es importante tener esa perspectiva holística de contribuir a una economía más circular, reusar y recuperar lo más que se pueda”.
A su criterio, en Colombia la investigación es más aplicada y los investigadores del país suelen tener éxito en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, considera que no hay una “cultura de la paciencia para desarrollar tecnología básica a largo plazo que no tiene un claro problema que resolver. Sería bueno balancear eso. Creo que es un país que rápidamente adapta, tiene mucha agilidad intelectual y me parece que después fácilmente puede tomar un papel de liderazgo en Latinoamérica”.
Los tratamientos de agua con nanotecología, destacó, pueden ser descentralizados e instalados, incluso, a nivel de hogares y edificios; a su vez, ser muy rápidos y actuar hasta en 30 segundos.
Para Beatriz Martínez, asistente a la conferencia y egresada de la Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo de la Facultad de Minas, es interesante el tema pues cree que ese tipo de tecnologías se pueden aplicar en lo local, sobre todo, en áreas remotas. “Sabemos que muchos municipios en Colombia no tienen agua potable y para ello sería interesante esta opción”.
(FIN/KGG)
21 de agosto de 2024