El profesor Juan Carlos Ochoa Botero fue designado como decano ad hoc de la Facultad de Ciencias de la Vida para asumir tres retos: disponer de los recursos para que los estudiantes actualmente matriculados continúen el proceso formativo, implementar los programas académicos propios de la nueva dependencia y territorializar tanto a los estudiantes como a los programas.
Desde el 8 agosto, Ochoa Botero, quien es arquitecto constructor de la UNAL Medellín y doctor en Ingeniería de la Construcción y Gestión Ambiental de la Universidad Politécnica de Valencia, lidera la última facultad, creada en la Sede Medellín el 7 de diciembre de 2023. Por varios años ha ocupado el cargo de director Académico y, como señala, “yo creo que esa experiencia en la gestión curricular es lo que lleva a que me encarguen por un tiempo la Facultad, no por ser del área de la salud, sino más por mi experiencia y mi recorrido dentro de la misma Universidad, porque en este momento tenemos, fundamentalmente, que consolidar el proyecto académico, ¿cuáles son los programas que vamos a abrir?, y ¿cómo los vamos a abrir?”
El decano de la Facultad de Ciencias de la Vida, quien trabaja también temas de ética profesional y coordina la cátedra sobre “Compromiso ético por una Universidad saludable”, tiene la responsabilidad de facilitar, programar y disponer los recursos para los estudiantes que actualmente hacen parte de la unidad académica, que hasta el momento ha recibido dos cohortes, ambas para los semestres del año 2024 (2024-1 y 2024-2). Esto consiste en que “los actuales estudiantes puedan continuar sus estudios, tener sus lugares de práctica y contar con los recursos académicos”, comentó.
Actualmente, los programas ofrecidos por la Facultad se desarrollan en convenio con la Sede Bogotá de la UNAL y ha matriculado 35 estudiantes en Farmacia, de ambas cohortes, y 44 de Enfermería, que solo ha recibido una. “De común acuerdo con los profesores y el comité asesor de estos programas en la Sede Bogotá tenemos montadas las actividades que debemos realizar para que la continuidad de los programas curriculares sea lo más expedito y lo más fácil para los estudiantes”, agregó.
El otro propósito de la decanatura es implementar y abrir los propios programas, específicamente farmacia y enfermería con SNIES (Sistema Nacional de Información de la Educación Superior, registro que permite hacer planeación, monitoreo, evaluación, asesoría, inspección y vigilancia a todas las instituciones de educación superior registradas y sus carreras) propios para la Sede Medellín, de tal manera que, como dijo el académico, “nos permita tener cierta autonomía en el manejo de los recursos, pues si bien los programas seguramente son muy similares a los de la sede Bogotá, la administración curricular pasaría a la Facultad de Ciencias de la vida en todos sus aspectos, como gestión y bienestar”.
El propósito de territorializar a los estudiantes y los programas curriculares, explicó Ochoa Botero, implica “iniciar las prácticas en territorio; al Ministerio de Educación se le presentó que esta Facultad iba a estar ubicada en Rionegro y a atender, mayoritariamente, población del departamento de Antioquia no perteneciente al área metropolitana, Córdoba y Chocó. La territorialización no solamente consiste en la presencia de nuestros estudiantes en territorio, sino en el conocimiento éste, entonces vamos a empezar procesos formativos donde los estudiantes empiezan a conocer sus territorios, los problemas de salud que hay desde las infraestructuras físicas hasta las formas como se están atendiendo las enfermedades más comunes y todo lo que tenga que ver con los sistemas de salud regionales”.
Los procesos para construir los espacios físicos de la Facultad de Ciencias de la vida aún continúan; sin embargo, el decano precisó que mientras se avanza “estamos estudiando la posibilidad de abrir convenios con otras universidades del oriente antioqueño, de tal manera que nos permitan utilizar recursos académicos y docentes, como laboratorios, simuladores, aulas de clase e, inclusive, espacios para oficina y bienestar que permitan a los estudiantes llegar a la región del oriente antioqueño, específicamente a Rionegro y los municipios aledaños, y seguir atendiendo su formación”.
A la fecha, la dependencia académica que pertenece a la Sede Medellín de la UNAL tiene a dos profesoras y se está a la espera de abrir las convocatorias para vincular al personal docente y administrativo. En vista de esta situación, el profesor Juan Carlos estará a cargo, puesto que, como argumentó, “no tenemos una comunidad que nos permita decidir quién puede ser el decano, ni profesores que puedan acceder a este cargo, entonces, mientras tanto, estos con unos cargos transitorios en los que buscamos afianzar y consolidar el proyecto, darle visibilidad y responderle al Ministerio de Educación con el compromiso que hicimos”.
(FIN/Unimedios Medellín)
20 de agosto de 2024