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El vehículo Porsche Diesel 308 Super, concedido hacia 1958 a la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL Sede Medellín, fue recientemente restaurado y es el nuevo monumento de la Sede, ubicado en un espacio contiguo al bloque 11. Su inauguración se realizó recientemente.

 

  • En su momento, los tractores de la línea Super fueron conocidos como los Narices rojas. Foto de Unimedios.

    En su momento, los tractores de la línea Super fueron conocidos como los Narices rojas. Foto de Unimedios.

  • En la Inauguración estuvo presente la vicerrectora de la Sede, el decano, egresados y administrativos de la Facultad de Ciencias Agrarias. Foto de Unimedios.

    En la Inauguración estuvo presente la vicerrectora de la Sede, el decano, egresados y administrativos de la Facultad de Ciencias Agrarias. Foto de Unimedios.

  • Algunos egresados se acercaron para observar el tractor. Foto de Unimedios.

    Algunos egresados se acercaron para observar el tractor. Foto de Unimedios.

     

    La línea Super del tractor, según el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, Guillermo Vásquez Velásquez, es la gama alta de una serie de este tipo de vehículos fabricados en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial y era competencia de los producidos Ford de Estados Unidos. Comenta, también, que este es un equipo muy especial, porque se fabricaron pocas unidades en el mundo y “probablemente es el único que llegó a Colombia. Les decían Narices rojas. Son rústicos, poderosos, con sistemas de refrigeración muy particular, y fue donado por la Casa del Volkswagen de Medellín”.

    El tractor fue utilizado aproximadamente entre las décadas de 1960 y 1980 en actividades de docencia e investigación en cultivos de la Escuela de Agricultura Tropical y Medicina Veterinaria (donde ahora funciona el campus El Volador), pero luego fue abandonado y estuvo muchos años en desuso.

    “Hace unos cinco años propuse restaurarlo al Laboratorio de Mecanización Agrícola y así se hizo a partir de imágenes del tractor original. Obviamente no tiene uso, pero es una reliquia muy bonita que tenemos de la Facultad y que entregamos para toda la Sede”, contó el profesor Vásquez Velásquez.

    Quien se encargó de la restauración fue José Alirio Castrillón Gutiérrez, técnico operativo del Laboratorio de Mecanización Agrícola. Para la labor, dice, debió documentarse sobre las características en cuanto a molduras del tractor de la época de los años 50 para evitar realizar muchas variaciones. El trabajo fue sobre todo de la parte estética, porque los guardabarros, la tapa del motor y otras cosas estaban en muy mal estado y hubo que volverlas a hacer”.

    Para proteger el nuevo monumento de la intemperie fue construida una cubierta que lideró Diego Fernando Orrego Fernández, carpintero y técnico operativo del Laboratorio de Productos Forestales. Se trabajó madera laminada para vigas y se utilizó pino para los largueros. Las dimensiones son de aproximadamente seis metros de frente, tres de fondo; 2,80 metros de altura en la parte de adelante y 2,10 metros en la trasera.

    Para el decano Vásquez Velásquez este es un “lugar que creamos para la educación de la historia y el patrimonio, para el encuentro, la fotografía de egresados y estudiantes, de manera que sea un sitio significativo del campus El Volador de la Sede, y es un monumento que hemos construido para evocar su origen”.

    La inauguración del monumento se realizó en una pequeña ceremonia a la que fue invitada la comunidad de la Facultad de Ciencias Agrarias y asistieron administrativos y egresados, principalmente. Uno de ellos, el zootecnista Ignacio Amador, reconoció como significativo el hecho de que el monumento del tractor fuese ubicado muy cerca del camino de palmas que fue símbolo de la entrada “a la Universidad y al conocimiento”.

    Para Laura Carla Moisa Elicabide, vicerrectora de la UNAL Medellín y quien estuvo presente en el acto de inauguración, “este símbolo es fantástico, porque es un espacio en el que nos vamos a poder sentar y sacar una foto, y ese es el fondo de lo que significa la historia”.

    También llamó la atención acerca de que es una forma de reconocerla: “Nos dicen que tenemos que responder al siglo XXI, y lo tenemos que hacer, pero con base en nuestra historia, al acumulado y a los aprendizajes. No podemos olvidarnos de lo fundamental y de lo que necesitamos. Para mí la Facultad de Ciencias Agrarias me hace sentir contenta porque le da la importancia a lo rural y a lo agrario como clave para el desarrollo”.

    (FIN/KGG)

    18 de julio de 2024