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Recientemente se realizaron sesiones con docentes, administrativos y estudiantes en los campus Robledo y El Volador de la UNAL Medellín, donde se expresaron y resolvieron inquietudes sobre diferentes temas relacionados con los ejes misionales de la Sede. Las preguntas recurrentes fueron sobre el calendario académico y asuntos de cultura y bienestar.

 

  • En los Dialoguemos organizados por la Vicerrectoría participaron la vicerrectora, Laura Carla Moisa Elicabide, y la secretaria de Sede, Doris Gómez Osorio. Foto de la Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Minas.

    En los Dialoguemos organizados por la Vicerrectoría participaron la vicerrectora, Laura Carla Moisa Elicabide, y la secretaria de Sede, Doris Gómez Osorio. Foto de la Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Minas.

  • Se realizaron varias sesiones en los campus Robledo y El Volador. Foto de la Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Minas.

    Se realizaron varias sesiones en los campus Robledo y El Volador. Foto de la Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Minas.

  • Los docentes tuvieron oportunidad de aclarar inquietudes o hacer sugerencias. Foto de la Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Minas.

    Los docentes tuvieron oportunidad de aclarar inquietudes o hacer sugerencias. Foto de la Oficina de Comunicaciones de la Facultad de Minas.

     

    Dialoguemos es una estrategia de comunicación directa con la Vicerrectoría cuyo propósito es fortalecer las vocerías entre la comunidad universitaria, “sumando a la comunicación que debe haber entre las diferentes instancias y para comprender las diversidades que hay en nuestra universidad”, señaló la vicerrectora de la UNAL Medellín, Laura Carla Moisa Elicabide. Los espacios también fueron aprovechados para presentar al equipo directivo del nivel nacional y las ocho propuestas del proyecto de la actual rectoría.

    Uno de los tópicos sobre los que hay más expectativa en la Sede es el calendario académico. La propuesta de la Vicerrectoría es regresar a clases el 22 de julio y cerrar notas los primeros días de octubre.

    Durante las Semana Universitaria se tendrían actividades académicas, pero no evaluativas y, luego de tres semanas de receso (a partir de la segunda o tercera de noviembre), se iniciaría el segundo semestre de 2024. Después de las vacaciones de fin de año, los cursos se retomarían en enero para culminarlos.

    El primer semestre de 2025 iniciaría en marzo de ese año. De esta programación se excluye a los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Vida, debido a que su calendario académico es diferente.

    Las salidas de campo, de acuerdo con la vicerrectora, dependen de los estudiantes y los docentes, pero también de las negociaciones con entidades externas involucradas en ellas.

    En cuanto a otros aspectos, señaló que los apoyos socioeconómicos continúan y que estudiantes auxiliares y becarios tienen garantizado el presupuesto para la contratación. Así mismo, habrá unos grados colectivos y otros que se programarán de acuerdo con las necesidades de la Sede, mientras para los extemporáneos cada uno evaluará el mejor momento para desarrollarlos.

    La preparación para el regreso se hace “con la garantía de volver con altos niveles de calidad, como debe ser según lo exige la universidad, además con espacios rotativos de reflexión desde la instalación de ocho mesas de trabajo” en respuesta al llamado de la Rectoría para conversar con quienes participan de las asambleas, las cuales, a su vez, considera una oportunidad para revitalizar la Universidad y pensar en el retorno, que debe hacerse con compromiso, de tal modo que se vele por la calidad académica, por lo que se repondrán las semanas y los siguientes semestres continuarán de 16 semanas. “Por eso es importante que los estudiantes vuelvan con la idea de terminar el semestre”, manifestó.

    En ese sentido expresó su compromiso con la generación de los espacios necesarios para el cumplimiento de las tareas misionales y la reflexión interna acerca de las situaciones que exigen respuestas y cambios. De las mesas de trabajo surgirá un informe de conclusiones que se espera sea guía para establecer las condiciones y los compromisos del regreso.

    Durante el proceso, todos los estamentos deben ser corresponsables, dijo, para que puedan sentirse escuchados en los espacios que se van a abrir.

    Preocupaciones de la comunidad universitaria

    En uno de los espacios de diálogo, la profesora Clara Villegas, del Departamento de Geociencias y Medio Ambiente de la Facultad de Minas, expresó que en la Sede es importante tener una visión articulada del medio ambiente, para lo cual considera fundamental revitalizar el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) “que tiene gran potencial, pero que también enfrenta muchos retos”.

    Su pregunta, en ese sentido, es si hay interés de la actual administración de fortalecerlo. Moisa Elicabide manifestó que sí y destacó la relevancia del IDEA, teniendo en cuenta que tiene participación en el Consejo Superior Universitario y que es un instituto transversal, característica que considera estratégica para pensar en la visión sistémica del desarrollo.

    Por su parte, Carmen Elena Zapata Sánchez, también profesora del Departamento de Geociencias y Medio Ambiente de la Facultad de Minas, manifestó una inquietud con respecto a la Unidad de Gestión Ambiental, que según la docente se creó por la obligatoriedad de estar adscrita a la vicerrectoría, sin embargo, con el cambio de estructura pasó a ser parte de la Dirección de Ordenamiento y Desarrollo Físico “y ha perdido su norte, porque no está dedicada solo a lo ambiental. Creo que debemos hacer una revisión de sus obligaciones”.

    Doris Gómez Osorio, secretaria de la UNAL Medellín le respondió que tendrán en cuenta estas observaciones ya que actualmente se adelanta un proceso de revisión de los cambios realizados a la estructura administrativa de la Sede, incluidos los relacionados con la planeación y la gestión logística: “Es importante entender de qué manera se articulan con el proyecto de universidad que queremos impulsar y la concepción que deseamos darle a los campus como unos de cuidado en los que el medio ambiente también esté en el centro”.

    Cultura y Bienestar

    De acuerdo con la vicerrectoría, el propósito es que el bienestar se convierta en un cuarto eje misional, por su cualidad transversal. En ese sentido, le resulta primordial acoger proyectos y políticas estructurales.

    Específicamente, se están trabajando dos proyectos: uno para que la infraestructura de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) pueda ser utilizada para el funcionamiento de residencias estudiantiles, para lo cual se hace necesario que la Sede cree estrategias de sostenibilidad; y, el otro, tiene que ver con aprovechar los conocimientos de la Institución en sistemas productivos y en transformación de alimentos para crear una cadena local de valor con el fin de lograr costos más bajos y procesos más organizados con el propósito de abaratar los precios de los almuerzos para los estudiantes.

    Como parte de la diversidad reconoce al personal contratista, al cual instó a “tener su voz” y añadió que “moralmente tengo compromiso con la situación con relación a los docentes ocasionales y los contratistas, y voy a ver cómo logro abrir paso para cumplir con sus funciones de bienestar”.

    La Escuela UNAL también hace parte de los ejes de Bienestar que son de interés para la actual Vicerrectoría, por ser una apuesta por las familias de la comunidad universitaria, además de ser una oportunidad para crear un proyecto académico y pedagógico.

    Por otro lado, una de las prioridades de la administración actual, dijo la Vicerrectora, es reactivar la actividad cultural en la UNAL Medellín, específicamente en la noche, aprovechando los grupos culturales y deportivos internos, y revitalizar espacios como el Bloque 12. Otra estrategia es vincular a Comfama para que desarrollen, por ejemplo, actividades con niños en los campus universitarios.

    Acerca de asuntos culturales, una de las docentes que se pronunció en una de las sesiones fue Marion Weber Scharff, directora del Museo de Geociencias, quien se interesó en conocer la intención de continuar el proceso de la Red Cultural UNAL. Para la Vicerrectora es pertinente y un eje fundamental, precisamente, para abrir los campus a la ciudad a nivel cultural.

    Otros aspectos

    El relacionamiento con el entorno es uno de los temas en los que considera que hay retos, tanto con empresas como con comunidades y organizaciones comunitarias. En el fortalecimiento de esta labor reconoció como actores clave a los egresados y destacó la experiencia que la Facultad de Minas ha tenido para tejer lazos con ellos.

    Algunos asistentes a las sesiones de Dialoguemos con la Vicerrectoría coincidieron en que hay procesos administrativos complejos que se tornan dependientes de la Sede Bogotá, lo que incide en el retraso de los trámites. En general, hay retraso en la descentralización, reconoció la Vicerrectora, sin embargo, destacó que en la UNAL Medellín se gestó la Unidad de Servicios Compartidos para agilizar diligencias administrativas y financieras.

    En conclusión, para Moisa Elicabide, “lo clave es sumar las experiencias que existen, no torpedear aquello en lo que se ha avanzado, sino traer las propuestas y analizar cómo se pueden trabajar conjuntamente, por eso la idea de esta vicerrectoría de escuchar”.

     

    Dialoguemos en la Facultad de Minas, Campus Robledo

      

    Dialoguemos en el Campus El Volador

     

    (FIN/KGG)

    4 de julio de 2024