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Su autora es la estudiante de Ingeniería Forestal de la Sede, Laura Páez Perilla. Con su trabajo da una mirada a la apropiación social del conocimiento a partir de programas de conservación como apuesta de instituciones y personas que habitan el cerro. El certamen académico es una apuesta de la Red Cultural de la UNAL Medellín para fomentar la lectura y la escritura.

 

  • Laura Páez Perilla, ganadora del Primer Concurso de Ensayo Voces y Letras UNAL. Foto cortesía de Laura Páez Perilla.

    Laura Páez Perilla, ganadora del Primer Concurso de Ensayo Voces y Letras UNAL. Foto cortesía de Laura Páez Perilla.

  • El cerro Quitasol está declarado como área protegida. Foto de Ximena Ruiz Pérez.

    El cerro Quitasol está declarado como área protegida. Foto de Ximena Ruiz Pérez.

  • Para ofrecer más claridad sobre apropiación social del conocimiento se dictaron varias clases magistrales. Foto de la Red Cultural UNAL Medellín.

    Para ofrecer más claridad sobre apropiación social del conocimiento se dictaron varias clases magistrales. Foto de la Red Cultural UNAL Medellín.

  • Quienes ocuparon los primeros cuatro lugares recibieron bonos y productos institucionales. Foto de la Red Cultural UNAL Medellín.

    Quienes ocuparon los primeros cuatro lugares recibieron bonos y productos institucionales. Foto de la Red Cultural UNAL Medellín.

     

    En su infancia, a “Alberto su familia le había enseñado cómo matar las serpientes, ya que podrían ser peligrosas. Siempre que veía una, buscaba matarla lo más rápido posible. Hace poco más de una década, en él se despertó un interés por conocer y aprender de estos animales, lo cual fue cambiando prácticas aprendidas en su crianza al punto de ser el principal protector de esta fauna en el lugar y desmitificar los peligros en los que él toda su vida había creído”.

    El anterior es un fragmento de “Apropiación Social del Conocimiento entre el sol y la montaña: Conservación de la biodiversidad en el Cerro Quitasol, Bello - Antioquia”, ensayo de Páez Perilla, quien se interesó por hacer una narración en sintonía con la crónica para contar historias de diferentes procesos y puntos de vista de lo que significa proteger la montaña.

    Con el texto, ella buscó mostrar cómo los saberes de la comunidad conversan con los conocimientos que se generan en la academia o en las instituciones, pues su percepción es que “están un poquito desconectados”.

    El concurso de Ensayo Voces y Letras UNAL surgió de un nodo de la Red Cultural en el que se agrupan dependencias y áreas que trabajan alrededor de la promoción de la lectura y la escritura. Es la primera versión que se organiza y realiza conjuntamente entre las sedes Medellín y Manizales, pero se creó con la proyección de que en el futuro pueda ser nacional, expresó la Red Cultural.

    Voces y Letras UNAL contó con el apoyo de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Dirección de Investigación y Extensión de la Sede. Como lo menciona la estratega de la dependencia, Paula Arredondo, el concepto de apropiación social del conocimiento no es sencillo y suele confundirse con divulgación científica.

    El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación define la apropiación social del conocimiento como “un proceso intencionado de comprensión e intervención de las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad, construido a partir de la participación activa de los diversos grupos sociales que generan conocimiento”. Entre sus características está ser organizado e intencionado, constituido por una red en la que participen grupos sociales, realizar mediaciones, posibilitar el empoderamiento a partir del conocimiento y el trabajo colaborativo.

    El Concurso se concibió como un ejercicio académico y de acompañamiento en la comprensión de la apropiación social del conocimiento “que ellos (los estudiantes participantes) vayan sintiendo que la potencia del conocimiento les permite crear estrategias diferentes”, expone Arredondo.

    Durante el proceso cada participante recibió asesoría temática y sobre la escritura de ensayos académicos durante tres clases magistrales para, posteriormente, cada uno presentar un texto inédito, que no se hubiese publicado antes, y con una extensión de entre 10 y 25 páginas. En él se debió tener en cuenta el reconocimiento del contexto para identificar la realidad local, la participación ciudadana, el diálogo de saberes, la transformación y la reflexión crítica.

    Los textos fueron evaluados por tres jurados: Ángela Patricia Bonilla Ramírez, líder del Grupo de Apropiación Social del Conocimiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación; Marcela Cerón Rubio, periodista y docente universitaria en Manizales, y Eduardo Domínguez Gómez, profesor de la Facultad de Comunicaciones y Filología de la Universidad de Antioquia.

    Las consideraciones tenidas en cuenta para valorar los textos fueron la manera cómo analizaron o interpretaron los participantes el concepto de apropiación social del conocimiento, si el texto era escrito para público informado y no especializado, la calidad de la documentación citada y el uso correcto de los diferentes sistemas de citación (APA, Chicago, Vancouver u otro), entre otras.

    Los primeros cuatro primeros puestos fueron ocupados por Laura Páez Perilla (estudiante de Ingeniería Forestal), Aura Viviana Giraldo Montoya (estudiante de la Maestría en Historia), Luis Felipe Zuluaga Rodríguez (estudiante de Arquitectura) y Karen Vélez Motoha (estudiante de Historia). Los premios consistieron en productos institucionales y bonos por valor de un millón de pesos para el primer lugar, $800.000 para el segundo, $600.000 para el tercero y $400.000 para el cuarto lugar.

    El ensayo de Páez Perilla, según el jurado Domínguez Gómez, “es un trabajo muy bien hecho, con una calidad en el sentido de que muestra los tres aspectos de la apropiación social del conocimiento: hay investigación, divulgación y buena participación de la ciudadanía”. Acerca de la participación de estudiantes tanto de pregrado como posgrado menciona que es importante “romper muros de vidrio que les han puesto en las carreras” y fomentar la investigación antes de que sea requisito para los trabajos de grado.

    De acuerdo con Ospina Yanes, además de fomentar la escritura, con el Concurso de Ensayo Voces y Letras el nodo de la Red Cultural que lleva el mismo nombre se interesó en contribuir, desde la cultura, a la generación de reflexiones desde las diferentes áreas del conocimiento de los participantes, a la formación integral y a impulsar procesos responsables con las comunidades y los entornos.

    Algo similar opina Páez Perilla, a quien obtener el primer puesto le resultó “muy grato por el hecho de que la Universidad haya generado esa oportunidad para estudiantes de todos los niveles y porque motiva a quienes creen que no saben escribir o les da miedo. En concursos como estos todo es ganancia porque aprendes, está la posibilidad de ganar y de construir un diálogo de saberes, que es muy valioso y es en lo que debemos enfocarnos para que la academia no sea una burbuja, sino que tenga incidencia en los territorios”.

    (FIN/KGG)

    20 de junio de 2024