Por: Jennifer Restrepo de la Pava
Si bien los alumnos son el centro del proceso formativo, en el Instituto de Educación en Ingeniería de la Facultad de Minas, se han implementado estrategias que convierten los salones de clase en laboratorios de aprendizaje, con el objetivo de explorar y mejorar los procesos educativos, a través de la investigación y el acompañamiento a los profesores.
“Es importante ir más allá y buscar alternativas de enseñanza. Esta es una generación que aprende diferente, son distintos en muchos aspectos, esto hace que el rol del docente y los procesos cambien radicalmente. Necesitamos acompañar a los estudiantes teniendo en cuenta esas particularidades”, señala la directora del Instituto, Diana María López Ochoa.
La profesora del Departamento de Ingeniería Mecánica, explica que estos procesos se realizan en virtud de la innovación educativa, pues es necesario “repensar ese rol del profesor de fuente inagotable de información; no solo el profe tiene que tenerla, hay muchas fuentes de información y tenemos que saber cómo organizarla y entregarla. Promover en los estudiantes la capacidad de resolver problemas no solo desde el enfoque tradicional, hay que hacer una combinación de la inteligencia y la emoción”.
Enseñar a los que enseñan
Una de las iniciativas es la Escuela de Tutores, creada con el objetivo de realizar un proceso formativo con los profesores en su rol de tutor, para promover estrategias de autoconocimiento y regulación emocional de los estudiantes.
“El papel del profe es hacer que el talento de los muchachos florezca, esto requiere un acompañamiento distinto, preguntarles por su vocación, tener en cuenta las emociones”, agrega Diana López.
La Escuela, que lleva en funcionamiento cuatro semestres, cuenta con cuatro cohortes graduadas, y actualmente trabaja en una figura para evaluar y repensar las herramientas educativas usadas a través de las tutorías. “Queremos mejorar ese proceso de acompañamiento que puede ser muy enriquecedor para todos”, explica la profesora.
Paralelamente, se han realizado convocatorias de Investigación en Docencia de la mano de la Vicedecanatura de Investigación y Extensión de la Facultad, con las que se busca potenciar las habilidades y orientar la labor docente. “Es una respuesta a los cambios constantes del entorno, que exigen a quienes enseñan, más que conocimientos técnicos. Dado que somos profesores investigadores, decidimos investigar sobre docencia, buscando ser mejores”, destaca López Ochoa.
Dentro de los estudios desarrollados, advierte la directora del Instituto, se encontraron elementos de evaluación cualitativa, “que para nosotros como ingenieros son raros porque no estamos familiarizados con ellos, pero que son importantes. Otro aspecto que se ha identificado en los últimos años desde las neurociencias y la psicología entre otras áreas, es que hay emociones que promueven el aprendizaje y otras que lo bloquean. Esto desde la enseñanza de la ingeniería es un cambio de perspectiva radical, pues tradicionalmente se daba por hecho que el profe solo tenía que saber de aspectos técnicos y estaba listo para ser profe. Ahora, estamos en transformación”.
Perfil alumno / maestro / egresado
En el marco de la armonización curricular propuesta por el Ministerio de Educación Nacional, el Instituto coordinó la producción de un perfil de egreso que recoge de manera genérica características y capacidades de quienes se gradúan de la Facultad de Minas de la UNAL Medellín.
“La intención es generar elementos comunes claros entre los programas, porque un perfil es una declaración política a la sociedad de las capacidades de esos profesionales. Pero seríamos incoherentes si no habláramos de cuál es el perfil de quienes los acompañan. Por ello, empezamos a identificar uno a partir de una caracterización de los profesores de la Facultad”, indica la ingeniera mecánica con posgrado en Ingeniería de Materiales.
Pero, esta construcción va más allá. “Creo que nosotros, los profes de ingeniería estamos en un momento de transformación importante que tomará tiempo, es una confrontación directa con las creencias, en cómo nos hemos formado y cómo debemos formar”, comenta Diana López.
La Escuela de Tutores, la investigación en docencia, el perfil docente, y otras iniciativas como los cursos de la U a la O (de la universidad a la organización) y de la S a la U (de la secundaria a la universidad) se complementan bien, aunque no son los únicos, pues se desarrollan a la par de otras acciones y se integran de manera orgánica para mejorar los procesos educativos en la UNAL Medellín.
“Estos elementos no están solos en la estrategia, queremos que los estudiantes estén conscientes de la importancia de las emociones, de los procesos cognitivos, de su vocación y tenemos cursos que posibilitan esto también. La idea es ir agregando más elementos para ir dándole coherencia a la estrategia”, enfatiza la profesora.
Le puede interesar: Separata Órbitas UNAL, Edición 01
(FIN/Unimedios Medellín)
*Este artículo fue publicado el primer semestre de 2023, en la primera edición de la Separata Órbitas UNAL.
#TBTÓrbitas