De un lado, Jesús Jimmy Pejeandino Urbano vestido de toga y birrete. Del otro, justo en frente de él, su padre Jesús Antonio, con su madre María Clemencia al lado, sostiene un celular para capturar el momento en que su hijo recibió el título de especialista en Estadística de la Universidad Nacional de Colombia, otorgado en la Sede Medellín. Esta imagen, que evoca la alegría de muchas familias colombianas que logran acceder y beneficiarse de la educación pública en el país, traspasó los álbumes personales y familiares y se posicionó en las redes sociales como un recuerdo para la posteridad, y sin saberlo, para inspiración de todos.
Para Jimmy, la graduación “es un día muy importante para las familias, para nosotros como egresados, porque es el resultado de muchos sacrificios de los padres y de nosotros acá, dándonos los medios por salir adelante en el aprendizaje y el cumplimiento de los objetivos que nos proponemos alcanzar en las carreras, entonces siempre ese día es muy especial para cualquier graduando”.
Proviene del Valle de Sibundoy, del municipio de Santiago en Putumayo. Pertenece al Pueblo Inga y, por su madre, también al de los Pastos. Él es matemático, doctor en Matemática, especialista en Estadística y espera cursar su posdoctorado en Análisis Complejo. Comenta que “la Universidad pública me ha dado la oportunidad de crecer, de retarme a mí mismo, de surgir en medio de situaciones difíciles”.
Que su padre sea quien tome la foto no es casual. En los años cuando las cámaras aún no se habían masificado ejercía el oficio de la fotografía en fiestas, bautizos, grados y demás celebraciones en las que era contratado. También se ha dedicado a otros oficios, como conductor y monta llantas de carros pequeños y motos. Su madre es una apasionada por los animales de campo, principalmente para la producción de leche.
Matemático desde pequeño
Desde la escuela, Jimmy era un buen matemático. María Clemencia, su madre, recuerda un episodio que le contó su hijo. “Él le puso cuidado a la explicación que dio el profesor en una clase de matemática y, como muchacho, todavía que a veces se pone a jugar y se olvida de hacer las tareas. Un día se puso a hacer una tarea de otra materia mientras el profesor estaba explicando. El profesor, para llamarle la atención, le dijo ‘Jimmy, sal al tablero a explicar el tema’. Lo que el profesor le preguntó, él me dijo, que lo explicó en el tablero y lo dejó con los crespos hechos, ‘con la gana de regañarme y desde eso no me volvió a sacar al tablero’. Eso había sido cierto porque un día me encontré al profesor y él me felicitó. Dijo, ‘señora, usted tiene un muy buen estudiante para las matemáticas, de todas maneras, la felicito’”.
Pejeandino Urbano comenta que se volvió matemático porque era “en lo que más bien me iba en el colegio, entonces fue una destreza que yo identifiqué, también historia”. Su madre Clemencia recuerda que “a él le gustaba mucho, desde muy pequeñito, la mecánica automotriz. Yo me acuerdo que cuando estaba en los primeros añitos de la escuela, dibujaba. Sí era una bicicleta, la dibujaba conforme era; si era un carro, la misma cosa y así por el estilo. Todo aparatico que él miraba, lo dibujaba. Entonces yo pensé que él iba a ser mecánico y esa era la ilusión de él”.
La matemática ha estado siempre en su contexto. Cuenta Jimmy que “hay un conocimiento geométrico en las artesanías de los ingas, ellos expresan, por ejemplo, el dominio del rombo plasmando diferentes figuras, que se plasma en el tejido, ya sea en la lana o en las chaquiras. Para esto debemos también llevar una serie de cuentas; o sea, cuántas cosas debo de usar”. También, señala que en el trabajo en el campo se planifica el día desde las matemáticas.
Su acercamiento a esta área del saber fue a través del campo, “yo aprendí a contar, contando las vaquitas, yo miraba a mis padres que llegaban en las tardes y contaban cuántos animalitos había y uno empezaba el proceso de repetición y a enumerar”, comenta.
Un cambio de paradigma, del trabajo en el campo a la academia
En un principio, Jimmy no quería seguir estudiando, su deseo era dedicarse a trabajar y, efectivamente, tras salir del colegio, por dos años, se dedicó al ganado y al transporte de carga. Pero decidió “tomar un nuevo camino que fue estudiar matemáticas”. El sueño de sus padres siempre fue que él fuera un académico.
“En la primera graduación y cuando tuvo el posgrado, para mí parecía una mentira”, comenta su madre y agrega, “lo vine ya a aceptar y con bastante alegría el día que se graduó del doctorado”.
A la estadística llegó “por un cambio de planes. Inicialmente, al finalizar mi Doctorado en Matemáticas en la Universidad de Antioquia, tenía un ofrecimiento para estudiar en Rostov del Don, en Rusia, pero a raíz del conflicto y un accidente que tuve, no fue posible”.
Actualmente, Jimmy es docente en la Universidad de Antioquia. Diego Alonso Puentes, estudiante de Ingeniería Civil fue alumno suyo en un curso de Diferenciales y destaca su trabajo como profesor porque “se preocupa por las personas, por los estudiantes que van quedados y eso es muy rescatable”. Recuerda verlo preocupado cuando aplica un examen y la mayoría lo pierde, él le decía “Diego, ¿en qué crees que estoy fallando?, ¿qué crees que se debe mejorar para que ellos aprendan o les vaya mejor? Él se autoanaliza para ver si falla en algo o hay que cambiar algo”.
Dedicación y humildad, el sello de Jimmy
Juan Carlos Zambrano, con quien compartió el hogar mientras ambos estaban en la universidad, destaca que Jimmy es una persona “muy inteligente, muy sobresaliente, muy juiciosa, muy dedicada, muy humilde, muy sencillo y una gran persona”. Así también lo retrata su amiga Julieth Castillo, a quien conoció cuando eran compañeros de Matemáticas en la Universidad de Antioquia.
“La humildad que maneja y caracteriza a Jimmy se ve en la forma de ayudar a la gente, de expresarse, de dar, dar, querer dar, seguir dando y no querer nada a cambio”. Señala Castillo.
Ella recuerda que él, en un principio, estaba mentalizado en que no se iba a poder graduar “y empezamos a estudiar juntos, él a entregarse tanto a la matemática, en su tiempo libre dedicado al estudio, entonces de esas habilidades más grandes de Jimmy fue lo dedicado al estudio”.
Lo que más disfruta Jimmy es pasar el tiempo con sus papás, el tiempo libre que tiene lo aprovecha para viajar al sur del país y visitarlos. “Es el hermano que me regaló la vida, por su forma de ser y de decir las cosas, de expresarse, de pensar, de dar consejos, hace que uno se sienta querido”, concluye Julieth.
(FIN/Unimedios Medellín)
29 de abril de 2024