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Por Jénnifer Restrepo de la Pava

La primera impresión que deja es que nació para investigar. Tal vez, lleva en sus venas las ciencias básicas gracias a la inspiración que obtuvo de su padre, un profesor enamorado de la física. Sin embargo, reconoce que la curiosidad siempre fue algo característico de su personalidad. Tampoco es casualidad que uno de sus amigos lo describa como “un investigador nato, un hombre meticuloso y paciente”.

 

  • César Gómez en un encuentro de investigadores de microalgas en la UNAL Bogotá en 2018. Foto cortesía.

    César Gómez en un encuentro de investigadores de microalgas en la UNAL Bogotá en 2018. Foto cortesía.

  • César Gómez se describe como un apasionado por las ciencias básicas. Foto cortesía César Gómez.

    César Gómez se describe como un apasionado por las ciencias básicas. Foto cortesía César Gómez.

      

     

    Aún sin tener la edad suficiente para estudiar, la ciencia era su camino. “Siempre fui un niño interesado en la química y la biología, gracias a las matemáticas”, cuenta César Augusto Gómez Pérez, cuya travesía por la academia inició en la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, su casa de estudios y lugar donde afianzó sus aptitudes como investigador.

    Recuerda que tuvo que decidir entre la química y la biología. Pero esto no fue impedimento para explorar durante su pregrado en Ingeniería Química áreas de la biotecnología. Iniciando su profesión tenía claro que quería ir más allá. “A partir de los estudios que hizo mi papá, quien fue magíster, tenía el objetivo de seguir con un posgrado”, señala el Magíster en Ingeniería Química con énfasis en control de procesos.

    Una vez graduado de la maestría, tenía otras metas. “Mi deseo era buscar trabajo en la industria”. Pero la investigación lo llevó al Doctorado en Sistemas Energéticos. “Toda mi etapa de estudios fue desarrollada en la UNAL Medellín”. Hace un paréntesis con orgullo y una sonrisa.

    Después del doctorado se le presentó una oportunidad en el proyecto Energética 2030, donde aplicó a la convocatoria de ecosistemas científicos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. “Ganamos como la mejor propuesta, lo cual fue un gran aliciente. Pero mi intención era buscar nuevos horizontes y lo hice con los programas de posdoctorado del Ministerio. Así me enlacé a Colorquímica”, explica César.

    Catalizador entre la empresa y la academia

    De ese joven que ingresó a la universidad han cambiado algunas cosas. Renunció a la lectura como hobbie porque lee mucho en el trabajo y en el poco tiempo libre que tiene prefiere alejarse de las pantallas. Le gusta conversar acompañado de un café; el teatro; pasar tiempo con su esposa, y pasear a sus mascotas. En algún momento quisiera volver al gimnasio en lugar de solo “pagar la mensualidad”.

    Sin embargo, César sigue teniendo “una paciencia inagotable". “Es una persona muy rigurosa, su personalidad es meticulosa y organizada, que va muy de la mano con su profesión. Desde el aspecto personal puedo decir que ama la investigación”, expresa Juan David Muñoz López, quien fue su compañero de trabajo y ahora amigo.

    Tampoco cambia en César el agradecimiento por sus padres. “Verlos en mi graduación fue la culminación de todo el esfuerzo para que saliera adelante. La educación es el regalo más bonito que me pudieron dar”.

    En el ámbito profesional, cuenta cómo es materializar los sueños de aquel niño trabajando en Colorquímica, empresa que se dedica a la fabricación de productos a través del uso de química y color, y su comercialización en más de 20 mercados. “He realizado investigación, gestión y organización de proyectos y actividades enlazadas a la calidad. Creo que el doctor en ese ámbito es clave. No me imaginé hacer vigilancia tecnológica, pero ellos tuvieron una visión acertada. Tampoco tenía en mente ser puente entre instituciones y es lo más importante que hago ahora”, destaca César Gómez.

    Señala que la única diferencia entre la universidad y la industria al investigar es el enfoque. “La academia busca nuevo conocimiento, y la empresa nuevos productos o servicios. Debemos encontrar caminos para que el conocimiento genere un producto, por ejemplo. El relacionamiento es la clave, ha sido el caballo de batalla en el que me he querido montar, es fundamental para ahorrar en costos. La investigación es cara, toma tiempo y recursos, hacerla acompañados genera valor y se pueden lograr resultados más rápido”.

    Gómez Pérez recalca que la discusión de lo que hace un doctor en la industria debe continuar. “A veces no comprendemos bien ese rol ni la empresa ni el que se gradúa. El doctor puede desempeñarse como una especie de gerente de investigación; esos temas no están contemplados en el currículo, son elementos que pueden mejorar las aptitudes de un doctor en la industria. Tampoco es clara la evaluación económica con respecto a las actividades que hace el doctor”.

    Asegura que es necesario trabajar en la comunicación. “Los doctores entendemos que el Know how es secreto y que necesitamos un relacionamiento para investigar. Debemos trabajar para comunicarnos más con la universidad y la sociedad, debemos ser catalizadores, enlace para lograr mejores resultados”.

    Le puede interesar: Separata Órbitas UNAL, Edición 01 

    (FIN/Unimedios Medellín)

    *Este artículo fue publicado el primer semestre de 2023, en la primera edición de la Separata Órbitas UNAL.
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