El aumento vertiginoso del parque automotor en Colombia, especialmente de las motos, se refleja en la congestión vehicular y el incremento de las infracciones de tránsito y la accidentalidad. Ante los retos que representa para las ciudades la movilidad, el egresado de la maestría en Ingeniería Administrativa de la UNAL Medellín, Samuel David Rojas Valencia, desarrolló un juego que enseña a los motociclistas las normas de tránsito de una manera didáctica.
En Traffic Law Race Game (Carrera de las leyes de tránsito), cuatro jugadores avanzan en moto por carriles diferentes, para llegar a su destino tendrán que responder correctamente diez preguntas sobre las normas de tránsito colombianas que todo conductor debería conocer. El videojuego cuenta con más de 70 interrogantes extraídos del Código de Tránsito, que van desde los colores del semáforo, el uso de aceras, cebras, zanjas, reglas de conducción, hasta el parqueo.
Según cifras recopiladas en la investigación Propuesta para incentivar la reducción de infracciones de tránsito de los motociclistas en Medellín mediante un juego serio, de los 17 020 461 vehículos que recorren las calles de Colombia, 10 344 723 son motocicletas (RUNT, 2022). El año anterior se sancionaron cerca de 370 000 infracciones de tránsito mensuales, es decir, alrededor de 26 000 sanciones por día (SIMIT, 2021). Antioquia ocupa el segundo lugar en el país con casi un 20% de las infracciones.
La creación de este videojuego no fue casualidad. Debido a su experiencia laboral en una ensambladora de motocicletas, Samuel obtuvo una perspectiva amplia sobre este tema en la ciudad. “Se me abrieron los ojos, me di cuenta que en Colombia y muchos países de Latinoamérica la moto es una herramienta de trabajo. Cerca del 20 % o 30 % de quienes tienen moto en el país la usan como fuente de trabajo principal y no como medio de transporte, lo que lo hace un tema muy sensible”, explica Rojas Valencia.
Con esa perspectiva, Samuel vio una oportunidad de contribuir a mitigar esta situación, mostrando a las personas una manera más didáctica de aprender.
“Muchos no conocen las reglas, entonces manejan como creen que está bien, sin embargo, ya sea por buena, mala intención o por desconocimiento, no se cumplen las normas de tránsito. Siempre he sido muy creyente de las metodologías alternas, de generar herramientas que faciliten el aprendizaje. En el pregrado y posgrado exploré herramientas didácticas eficientes en temas específicos, de allí surge la iniciativa” señala el especialista en gestión empresarial.
La movilidad, un juego serio
Los juegos serios son diseñados con un propósito formativo o educativo, más que para fines recreativos o de entretenimiento. “Este juego es básico en cuanto a funcionalidad, pero se diseñó con esa intención, la idea no era hacer algo muy complejo ni muy largo, sino una herramienta que permitiera hacer el juego breve, efectivo y que dijera lo que se tiene que decir. Nos dimos cuenta que muchos de los motociclistas no tienen acceso fácil a internet, por esto la herramienta solo requiere internet una vez para descargarla, sin embargo, es un archivo que no requiere conexión constante ni programas sofisticados, solo office”, explica Samuel Rojas.
El juego didáctico cuenta con preguntas de verdadero y falso, selección múltiple o respuesta abierta, entre otras. Este fue probado con cinco grupos de motociclistas (50 personas) en dos pruebas piloto, con el objetivo de recoger sugerencias, comentarios, beneficios y mejoras.
Con respecto a las pruebas y ensayos del video juego, Rojas Valencia destaca que “cerca del 80% de los participantes afirmó no conocer algunas normas por las que se les preguntaba. Las mujeres acertaron más preguntas, esto evidencia que son más enfocadas a la precaución, más atención y conocimiento a la norma. Otro hallazgo es que las personas con educación superior conocen más las leyes de tránsito”, agrega el ingeniero industrial.
Infracciones, game over cultural
De acuerdo el investigador, además de crear el viodeojuego, el enfoque del estudio era encontrar la causa del desconocimiento de las leyes. Para él, gran parte de la accidentalidad está derivada de la falta de educación.
“Puede que la gente crea que la licencia no sirve para nada, pero con este proceso nos dimos cuenta que definitivamente las personas deben conocer la ley para que tengan conciencia de las consecuencias y cómo prevenir accidentes o lesiones que pueden ser de por vida”.
Entre otras conclusiones, hace referencia al tema cultural como determinante, “se trata al ciudadano como un cliente, hay intereses encontrados: quiero mi licencia pero no quiero el curso porque necesito movilizarme. A muchas escuelas no les importa que la gente aprenda, hay medidas que el Gobierno está tomando, sin embargo, la gente encuentra la forma de burlar el sistema y sacar la licencia legalmente. El examen oficial es relativamente fácil, sin embargo, hay personas que lo pierden, es una falta de controles más estrictos y de las mismas personas en querer hacer las cosas bien”.
El magíster en ingeniería administrativa señala que, además, hay una deficiencia o escasez de agentes de tránsito en Medellín. “Hay sectores o barrios donde no hay una intervención de tránsito, las personas andan sin casco y hacen lo que quieren. Es importante atacar el tema de la educación vial desde distintos frentes: colegios, universidades para que más allá de castigar, haya prevención”.
Aprendizaje, la meta
Si bien hubo un acercamiento con el Ministerio de Transporte, la Alcaldía de Medellín y otras entidades para la investigación, no hubo una socialización del producto final. Sin embargo, por su trabajo, el creador del juego lo llevó hasta la industria de motociclistas.
“Como trabajaba en mercadeo, tenía contacto con algunos influenciadores que querían educar a la gente, ellos también alimentaron el juego y la investigación, les pareció muy chévere, lo mostraron a sus comunidades y lo están usando. Ha tenido una buena acogida y retroalimentación. Como es un juego sencillo y rápido, las personas han hecho muchos comentarios. Uno dice, de verdad la gente no sabe esto o algunas que no hacen caso a las normas”, agrega Samuel.
Los resultados del estudio mostraron un alto potencial de los juegos serios para educar e influir en el comportamiento de los motociclistas, lo que contribuye a una disminución de las infracciones de tránsito. “En Latinoamérica es muy pobre el estudio de este tema. Realmente los que están investigando son poblaciones críticamente afectadas como China e India y nos dimos cuenta que es efectivo implementar estas herramientas en el sector, pero que sean breves. Los motociclistas adquieren este tipo de vehículos porque es más rápido, por lo tanto, estas personas acogen fácilmente este tipo de iniciativas de aprendizaje rápido”.
Por lo anterior, hace un llamado a continuar explorando este tipo de herramientas alternativas desde cualquier ángulo, ya sea desde la movilidad o el comportamiento y pone a disposición este material para quien quiera hacer uso de él.
(FIN/JRDP)
12 de julio de 2023