La Red Cultural UNAL y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL Medellín se unieron para reflexionar sobre el valor, la importancia y el impacto de las actividades agrarias en la vida citadina. Es una estrategia que involucra a varios actores y que va más allá de la inquietud académica.
“¿Qué comentarios le provoca observar la imagen que está en pantalla?”, se les preguntó a los asistentes a la reciente conversación invisible denominada Perspectivas culturales sobre la vida agraria y rural, evento que se hizo en el marco de la Red Conecta, una iniciativa con la que la Red Cultural UNAL ha buscado llegar, con espacios de conversación relacionados con la cultura, a las diferentes facultades de la Sede y a partir de los temas de interés que cada una plantee.
Para el caso de la Facultad de Ciencias Agrarias, se optó por reflexiones acerca de temáticas como huertas verticales, la mujer rural y la tecnificación del campo, cavilaciones con las que se esperó ir más allá del ámbito académico, además de propiciar debates que contribuyan a la comprensión integral de Colombia. En ese sentido, participaron personas con diferentes profesiones.
Se trata de “generar conversaciones que nos conecten y que reúnan la diversidad de visiones, demostrar que podemos hablar de otras maneras entregando también muy buena información. Es reconocer que cada uno tiene un saber que puede compartir con los otros”, destacó Sandra Velásquez Puerta, coordinadora de la Red Cultural UNAL.
Los panelistas de la conversación invisible fueron: Mario Arango Marín, profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias; Álvaro Vásquez Cano, campesino del corregimiento de San Cristóbal; Martha Segura, nutricionista de la Sección de Salud de Bienestar Universitario, y Anyi Lorena Fernández, estudiante de primer semestre del pregrado en Ciencias de la Computación.
Esta última, según Velásquez Puerta, “aparentemente podría ser un área diferente o alejada del campo, pero realmente hay grandes avances tecnológicos que contribuyen a la mejora, no solamente productiva, sino de los procesos para quienes los trabajan”.
Especialmente al panelista Arango Marín le impactaron dos temas. Uno que tuvo que ver con las luchas agrarias a las que se han abocado los campesinos colombianos desde el siglo XIV y a las guerras civiles en el siglo XIX: “mostraron el significado del despojo de las tierras y las condiciones de trabajo en el agro que se hicieron violentas”. El otro asunto fue la polinización que se realiza por parte del personal que se está contratando en el Huila a causa de la situación actual de las abejas. “Es dramático, demasiado grave, porque la alimentación está sujeta al trabajo de ellas”, dijo.
Destaca, además, que la Conversación invisible cumple un rol importante para pensar el tema del agro y la ruralidad, en tanto que “la academia no se circunscribe solo al salón de clases. Hay otras tareas como la extensión y este es un ejemplo vívido”.
Por su parte, para Héctor Eduardo Cruz Toro, estudiante de Ingeniería Agronómica de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL Medellín, el desarrollo del evento fue valioso en la medida en que “muchos en las ciudades, más que todo, olvidamos cómo es en realidad la ruralidad. Como vimos en las imágenes, hay gente que no conoce cómo es la flor de la piña, por ejemplo”.
Formato novedoso
La tertulia fue atípica en su manera de desarrollarse: se hizo de espaldas al público, sin interacción con él, a partir de la proyección de imágenes mediadoras la conversación sobre el campo en distintos momentos de la historia. Su objetivo fue disertar acerca de la importancia de la apropiación de las ciencias agrarias y la vida rural para las personas citadinas.
Para la panelista Segura, la experiencia fue novedosa, porque “eso le amplía a uno la visión” Específicamente ella, como nutricionista, dijo tener una mirada concreta con respecto al campo y la diversidad de aportes desde la interdisciplinariedad, y que gracias a los temas que allí se abordaron, hizo un análisis más amplio incluso a partir de las vivencias de los demás ponentes.
La profesora Velásquez Puerta comentó: “Ya estamos abocados a otras dinámicas con públicos menos activos y más visuales, y de alguna manera estar de espaldas es un golpe visual, pero tenemos también a esa voz que nos cuenta sobre unas imágenes que todos podemos ver. Debemos ensayar nuevos diálogos y romper la distancia que hay entre quien presenta y escucha. Es un experimento, y la invitación es a hacerlo”.
(FIN/KGG)
1 de diciembre de 2022