En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, se realizó la construcción colectiva de una colcha de retazos, en la cual miembros de la comunidad universitaria plasmaron sus experiencias, reflexiones, sentires y compromisos respecto al tema de las violencias basadas en género.

La actividad, dirigida a estudiantes, empleados y docentes fue promovida por la Sección de Acompañamiento Integral de Bienestar Universitario, encargada de gestionar acciones en torno a la igualdad de género y la erradicación de cualquier tipo de violencias en los campus de la Sede.

“Este tipo de actividades aportan desde la sensibilización y la prevención a la transformación de imaginarios y estereotipos causantes de violencias. Se busca que las personas puedan reconocerse como actores fundamentales para el cambio y que comprendan que para la eliminación de las violencias es necesario que todos y todas nos movilicemos, actuemos y nos cuestionemos acerca de aquellas prácticas y pensamientos que repetimos, reproducimos y transmitimos”, comentó Luisa María Álvarez Naranjo, psicóloga de la Sección de Acompañamiento Integral.

Luego de plasmar un mensaje, frase o comentario en la tela, los participantes de la actividad, con aguja e hilo, unieron los retazos mientras relataban diversas situaciones violentas que han presenciado o vivido en la Institución, y si conocían los diversos mecanismos que existen para denunciarlas.

“Es excelente que la Universidad promueva estas actividades para hacer un llamado en contra de lo que ha sido la violencia hacía la mujer, porque hace que de alguna forma tanto hombres como mujeres adquiramos más conciencia al respecto y pensemos qué estrategias implementar para erradicar de una vez por todas esta problemática, porque merecemos ser libres, vestirnos y ser como queramos, sin tener miedo”, aseguró Jessica Saldarriaga, estudiante de Ingeniería Agronómica.

Reconocer lo masculinizadas que son algunas de las carreras de la Sede y la presión que se ejerce sobre las mujeres que las estudian, es uno de los primeros pasos para trabajar el problema, como lo comentó Carmen Guerra, estudiante de Ingeniería de Petróleos.

“Me parece que este es un espacio que la Universidad debería permitirnos a las mujeres más seguido, porque de manera directa e indirecta sufrimos violencias basadas en genero tanto en el salón de clase, como en lugares cotidianos, y como se ha visto últimamente, solamente por ser mujer nos menosprecian, y lo he sentido en mi carrera que mayormente es de hombres”.

La participación masculina en esta actividad fue fundamental para el propósito de reflexionar sobre las diversas formas de ejercer violencias basadas en género, sobre todo aquellas que han sido perpetuadas desde diversos escenarios.

“Estas actividades influyen para reflexionar sobre los comentarios que muchas veces creemos que son charlas pero que realmente afectan psicológicamente a las personas. Esta actividad me ayudó a evidenciar muchas formas de ejercer violencia, las cuales tenemos naturalizadas los hombres y que debemos empezar a erradicar”, dijo Diego Álvarez Muñoz, estudiante de Economía.

El ejercicio lúdico y reflesivo se sumó a la programación que ofertó la Sede en busca de generar una cultura del cuidado para las mujeres, que contó con talleres, escuela de formación feminista, obras de teatro, conversatorios sobre género, cineclubs, performances, charlas y exposiciones.

(FIN/DQH)

29 de noviembre de 2022