Escudo de la Repblica de Colombia Escudo de la Repblica de Colombia
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Historias reales y de ficción, anécdotas, fabulas y cuentos han acompañado cada viernes, las tardes de los estudiantes de la Universidad, quienes han encontrado en el espacio, uno de los mejores sitios para compartir y disfrutar sanamente.

El Cuentacho, nombre que adquirió por medio de un concurso, se convirtió en una alternativa para fomentar la sana convivencia. Allí, no hay lugar para los estereotipos o los prejuicios, todos pueden disfrutar de insólitas y apasionantes historias. 

Había que concretar la idea 

Desde mucho antes de 2010, en la Sede habían grupos que contaban sus historias a los estudiantes, no obstante, la falta de organización y otros factores lo llevaron a la desaparición.

Jorge “Jota” Ambrosio, fue el encargado por medio del Área de Cultura, para que llevara a cabo la tarea de devolverle a la comunidad, un espacio donde todo pueda suceder y donde solo tenga cabida la alegría.

No obstante, la idea no quedaba solamente en brindarle a los estudiantes un espacio para escuchar historias; El Cuentacho, tiene  semilleros y grupos de proyección, que han permitido a sus integrantes, aprender sobre el análisis del discurso, su estructura,  la semiótica del cuerpo y el espacio escénico, además de formarlos como personas íntegras en valores para la sociedad. Gracias a esto, el grupo de Cuentería de la Universidad, es uno de los más reconocidos en la ciudad.

 “Es evidente, el movimiento de la cuentería en Medellín ha tomado mucha fuerza, hoy por hoy es uno de los más importantes del país, haciendo que en Latinoamérica se reconozca la calidad del movimiento cultural colombiano.

Y como todo un cuento, con ires y venires han resultado estos 5 años del espacio, tal como lo explica Adriana Giraldo, directora del Área de Cultura de Bienestar Universitario, quien destaca la actividad, como un espacio donde el goce y disfrute, se hacen inherentes a las historias que se escuchan.

“Este es un espacio que se ha convertido en algo especial para la comunidad, porque ha permitido generar una dinámica cultural y artística los viernes en la tarde, es un espacio donde se aprende, se goza, se genera convivencia, diversión y sano esparcimiento”, expresó. 

Hasta la fecha se han realizado 87 cuentachos, dando un aproximado de 350 personas que han contado historias en los 5 años que lleva el espacio, pasando por cuenteros locales, nacionales e internacionales, entre ellos, artistas de Alemania y Camerún. 

“Vengo por cuentos y salgo contento”  

Sin lugar a dudas, son los mismos estudiantes quienes más disfrutan de las historias, según cifras de la Corporación Viva Palabra, en las horas que se realiza El Cuentacho, el consumo de licor y otras sustancias disminuye en los alrededores de la U.

“La gente prefiere estar acá que en otras partes, porque acá se siente tranquila, porque es un lugar ideal para estar con los amigos, compartir historias, y sobretodo porque es un lugar para apoyar el talento universitario”, indicó Adriana Giraldo.

Situación que corroboran los estudiantes, quienes ven en este espacio, el lugar perfecto para dejar los problemas a un lado.

 “Me gusta venir al Cuentacho porque uno puede relajarse mucho, distensionarse del estudio y las presiones diarias; es un espacio muy bueno que tiene la Universidad” expresó Ximena Rucinque, estudiante de Ingeniería Geológica.

Así, entre cuento y cuento se han pasado 5 años de un tradición que espera permanecer mucho tiempo más dentro de la comunidad universitaria, permitiendo que las historias sean cómplices de la amistad, la cultura, la diversión y el sano esparcimiento; que se sigan contando historias y años en el espacio donde solo se cuentan, cosas buenas.

 

13 de febrero de 2015