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Ante el panorama político que vive el país, se han puesto sobre la mesa discursos polarizados que motivan el rechazo por quien piensa diferente. Para entender esto, es importante cuestionarnos sobre si nuestros comportamientos están determinados desde lo biológico o el ambiente y contexto influyen en nuestra forma de relacionarnos.

  • “En el caso de los niños, en los colegios hay muchos conflictos, y ahí es donde podemos trabajar, enseñando que, aunque el otro tenga otras ideas debemos respetarlas y trabajar juntos” Gloria Patricia Cardona. Foto: reproducción

    “En el caso de los niños, en los colegios hay muchos conflictos, y ahí es donde podemos trabajar, enseñando que, aunque el otro tenga otras ideas debemos respetarlas y trabajar juntos” Gloria Patricia Cardona. Foto: reproducción

  • Aprender de la frustración, como parte del desarrollo de las emociones es clave para evitar juventudes con reacciones extremas. Foto tomada de: https://granlogia.cr/

    Aprender de la frustración, como parte del desarrollo de las emociones es clave para evitar juventudes con reacciones extremas. Foto tomada de: https://granlogia.cr/

  • La segunda sesión de Saberes con Sabor abordó el fenómeno de la polarización desde la perspectiva de las ciencias, la psicobiología y la neurología. Foto tomada de: http://nubeeducativa.com/

    La segunda sesión de Saberes con Sabor abordó el fenómeno de la polarización desde la perspectiva de las ciencias, la psicobiología y la neurología. Foto tomada de: http://nubeeducativa.com/

    Este tema fue el eje central de la segunda sesión de la cátedra Saberes con Sabor, producida por la UNAL Medellín con el apoyo de la Academia Colombia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, y que contó con la participación de Marisol Lamprea, psicóloga, magister y doctora en Psicobiología, docente del Departamento de Psicología de la UNAL Bogotá; Zulma Dueñas, bióloga, química, magister en Ciencias Fisiológicas y doctora en Neurobiología, docente de la Facultad de Medicina de la UNAL Bogotá; y Gloria Patricia Cardona, licenciada en Biología y Educación Ambiental y doctora en Ciencias Biologías y en Neurociencia, quien moderó el encuentro.

    El ser humano desde lo biológico, racional y social

    Como humanos respondemos ante diferentes tipos de estrés ambiental, entre ellos lo social, las opciones políticas y económicas, lo que afecta el estado emocional y la manera en que respondemos ante estas presiones.

    “Somos el resultado de un proceso evolutivo y alcanzamos este nivel en un contexto particular, bajo ciertas demandas y bajo unos cambios ambientales lentos. De un momento de la historia (finales del siglo XIX) los cambios han sido muy rápidos, tanto que olvidamos de dónde venimos y cuáles son nuestros orígenes, por razones biológicas el proceso evolutivo va más lento que los cambios sociales, y ahí en alguna medida es donde empezamos a patinar, ahí está el primer obstáculo”, afirmó Marisol Lamprea.

    Por su parte, Zulma Dueñas hace una diferenciación clave entre hombres y animales, pues “las emociones nos hacen transmitir el sentir individual y social, con las bases genéticas somos tan cercanos a animales, pero aun así tenemos una distancia tan grande en la expresión de las emociones y hemos aprendido en la racionalidad a identificar lo que está bien de lo que está mal”.

    Aunque la racionalidad nos da nociones sobre el “bien y el mal” las respuestas violentas pueden estar vinculadas no solo a una decisión propia sino a una predisposición genética:

    “La respuesta agresiva hace parte de nuestro reportorio y tiene una utilidad: permitirnos sobrevivir. El principal depredador del humano es él mismo, y eso hace que nuestras reacciones se adapten a la comunicación, y hacemos un montón de cosas ritualistas, acompañadas de acciones directas contra el otro, como los insultos en redes sociales, donde la agresión no es física, pero hiere profundamente a las personas, pues no hay nada más simbólico que la lengua para el humano”, comentó la docente Marisol Lamprea.

    Biológicamente las conexiones neuronales (o la falta de ellas) producen diferentes reacciones y emociones, entre ellas la agresividad, que nace en el sistema límbico que regula la respuesta emocional, sin embargo, el poder controlar esto es función de la corteza prefrontal, que se termina de desarrollar alrededor de los 23 y 25 años.

    “Por eso los jóvenes no tienen la capacidad real de medir sus respuestas, son emocionalmente muy impulsivos. Cuando se alcanza la madurez es porque estas áreas lograron conectarse adecuadamente y se controla mucho mejor las respuestas emocionales. Además, en nuestra hormona estrella, el cortisol, que sube y baja de acuerdo a los estados de estrés, hay un juego completo de neurotransmisores que están enlazados comunicándose y al final generan una respuesta concreta”, aseguró la profesora Zulma Dueñas.

    ¿Es posible tener control sobre las emociones?

    La explicación al fenómeno de la maduración de la corteza cerebral sigue siendo una especulación, sin embargo según Marisol Lamprea “ese proceso tardío cumple una función interesante y es permitir la adaptación al contexto cultural particular, porque los humanos somos individuos sociales y nuestro éxito en comunidad depende del ajuste a condiciones particulares, entonces no tiene sentido si traemos de fábrica un cierto repertorio generalizado porque posiblemente podemos nacer en un contexto marcado por cosas diferentes”.

    Otro factor importante a considerar en este tema, es la influencia del ambiente en nuestra capacidad de respuesta ante ciertas situaciones complejas, por ejemplo, la alimentación, los olores, la voz de las personas que se escucha desde el nacimiento moldea el cerebro, sin embargo según las expertas invitadas, es difícil establecer donde acaba el factor genético y donde empieza el ambiental, pues incluso hay condiciones prenatales ambientales, como el estrés materno, que tiende a producir hijos más estresados.

    “La mayoría de animales somos bastante resistentes por las diversas presiones evolutivas, y los niños son bastante adaptativos, ellos buscan su manera de divertirse, abstraerse de escenarios de altos niveles de violencia, generando un mundo paralelo para esconderse de la realidad adversa. Pero cuando la violencia se ejerce contra ellos, se involucran otros aspectos cerebrales, y ya no interpretarán situaciones sociales de la misma manera, no generarán tanta empatía, el nivel de comprensión del sufrimiento del otro cambia”, aseguró Zulma Dueñas.

    Una buena manera de trabajar las respuestas violentas producidas por la polarización es la educación desde la diversidad, exponiendo a los niños a una crianza donde la opinión diferente se respete, aunque no se comparta:

    “La mejor estrategia que tenemos es la diversidad, en la variabilidad evolutiva encontramos la variabilidad conductual y ahí la diversidad en formas de pensamiento. Una buena alternativa para resolver un problema es poner a mentes que piensen muy distinto a solucionarlo, cada uno propondrá respuestas creativas, si todos pensamos igual las soluciones serán iguales”, concluyó Marisol Lamprea.

    Para ver la sesión completa, se puede ingresar a: https://www.youtube.com/watch?v=iHMMlVu1X2Y

    (FIN/DQH)

    8 de abril de 2022