Escudo de la Repblica de Colombia Escudo de la Repblica de Colombia
A- A A+

A través de una plataforma se juntaron las voluntades de seis universidades del país, entre ellas la UNAL, para propiciar escenarios de conversación ciudadana a fin de buscar ideas para salir de la crisis actual. Los espacios de diálogo se realizarán entre agosto y septiembre de 2021 y girarán en torno a tres preguntas: qué cambiaría, qué mejoraría y qué mantendría de lo que ocurre en Colombia. Se esperan, por lo menos, 10.000 participantes. 

  • Tenemos que hablar Colombia es una apuesta que surgió de un modelo que desarrolló la Universidad Católica de Chile. Foto: reproducción.

    Tenemos que hablar Colombia es una apuesta que surgió de un modelo que desarrolló la Universidad Católica de Chile. Foto: reproducción.

  • Rectores de las distintas universidades se unieron para presentar la iniciativa. Foto: reproducción.

    Rectores de las distintas universidades se unieron para presentar la iniciativa. Foto: reproducción.

  • En Medellín la presentación se hizo desde el Jardín Botánico. Foto: Unimedios.

    En Medellín la presentación se hizo desde el Jardín Botánico. Foto: Unimedios.

  • Rectores y representantes de las demás organizaciones participantes firmaron la iniciativa. Foto: Unimedios.

    Rectores y representantes de las demás organizaciones participantes firmaron la iniciativa. Foto: Unimedios.

    En un momento en el que en Colombia ha quedado de manifiesto la desconfianza gubernamental e institucional, la academia está llamada a generar espacios de reflexión para la búsqueda de salidas a la crisis. La UNAL, las universidades Eafit, de Los Andes, del Valle, del Norte e Industrial de Santander, impulsadas por la Fundación Ideas para la Paz y el Grupo Sura, en alianza con Bancolombia y Comfama, serán mediadoras activas de un diálogo ciudadano propositivo. 

    “El hablar no solo es dar la posibilidad de que alguien exprese lo que siente sino también de escuchar, y en este país, desde hace varios años, venimos en una polarización que nos obliga al ejercicio de conversar”, afirma el vicerrector de la UNAL Medellín, Juan Camilo Restrepo Gutiérrez, sobre la necesidad de los encuentros. 

    Tenemos que hablar Colombia brinda esa opción. Según Claudia Patricia Restrepo Montoya, rectora de la Universidad Eafit, hay una “necesidad inminente de mirarnos a los ojos y empezar a construir una mirada conjunta” y “la conversación debe tener un método riguroso, es decir, si bien libre es maravillosa, también implica una escucha profunda, una palabra bondadosa y que haya una facilitación sobre todo cuando tenemos que hablar de temas difíciles y desafiantes en el país”. 

    Quienes deseen aportar sus ideas sobre soluciones ante el descontento social que se vive en el país pueden hacerlo registrándose en el sitio web www.tenemosquehablarcolombia.co y diligenciar datos de contacto. Con los participantes se conformarán grupos de cinco ciudadanos que serán orientados por un facilitador encargado de dirigir la conversación, realizar las preguntas y reportar las respuestas que se sistematizarán en una base de datos.

    No habrá temas impuestos, en la medida en que según Santiago Silva, gerente de Tenemos que hablar Colombia, “queremos identificar cuáles son las preocupaciones y las propuestas”. En ese sentido, se busca establecer puntos de consenso y disenso, además de promover el hecho de valorar la diferencia. Además, hay otros principios que motivan la iniciativa, como lo son los argumentos, lógica y coherencia argumentativa, según Edgar Varela Barrios, rector de la Universidad del Valle. 

    Para él, la conversación debe ser franca, no retórica, teniendo en cuenta “que los colombianos tienen desconfianza de los diálogos en los que no se llega a acuerdos. Se hacen para que gente que tiene posiciones e intereses, a veces antagónicos, puedan encontrar puntos de convergencia, y si se quiere, hacer un proceso de catarsis para bajar las prevenciones. Colombia, que está atravesando por una crisis social grave de gobernabilidad, necesita alternativas de solución para avanzar en la construcción de un mejor país”.

    Los diálogos se generarán dentro de las modalidades: Colombia a escala, que se desarrollará para resolver las tres preguntas mencionadas; Conversar es mejor, para hablar de manera fluida y acoger la diversidad de voces; y Diálogo de diálogos, en el cual se revisarán otras iniciativas “valiosas e importantes”, de acuerdo con Silva. 

    “El objetivo fundamental es que las personas que conversen sean representativas del país en términos estadísticos, sociodemográficos, étnicos y otras variables, pero sobretodo aquellos que probablemente no han estado en escenarios de diálogo. En el fondo nos estamos dirigiendo a ciudadanos de a pie”, agregó. 

    Por su parte, Restrepo Montoya, expuso que “si bien el diálogo tiene una metodología que se debe acompañar, lo cierto es que esta conversación tendrá éxito si usamos toda la red existente en el país. Nos toca rehacer el tejido social porque queremos recoger voces y ahí nos vamos a dar cuenta que hay ciudadanos que conversan, pero en espacios que no son escuchados. ¿Cómo traer esos liderazgos a que hablen con nosotros? Ese es el gran reto”.

    Las universidades y organizaciones que apoyan la iniciativa tienen la función de minimizar la brecha digital, pues contribuirán buscando y contactando con colombianos que probablemente no reciban la información por medios digitales. Según Silva, “habrá personas en zonas rurales que seguramente van a tener líos para conectarse. Vamos a hacer un esfuerzo especial por que lo puedan hacer”.

    El rol de las seis instituciones de educación superior es fundamental para aprovechar la imagen positiva que tienen por parte de la ciudadanía en general, generar confianza y credibilidad en el proceso, según Restrepo Gutiérrez. Eso, afirma, “nos pone en una responsabilidad enorme para ayudar a construir esos puentes y establecer la posibilidad de conectar diálogos entre los diferentes sectores, actores sociales, líderes y poblaciones en el país para hablar sobre cualquier tema”.

    Adicionalmente, las universidades sistematizarán y sintetizarán la información que se recoja de las conversaciones mediante documentos que plantearán como insumos para la construcción en el marco del proceso electoral que se desarrollará en el 2022. En la actualidad quienes serán los facilitadores de los diálogos están recibiendo capacitación.

    La invitación que hizo Alejandro Gaviria, rector de la Universidad de los Andes, es según dijo una reiteración para que “colombianos y colombianas aportemos nuestras ideas, opiniones, visión de futuro a este, un esfuerzo que concibo como un camino en esa utopía necesaria de la democracia deliberativa, a dejar de lado el cinismo que supone que nada puede cambiar y cierta indignación superficial que desconfía de todo”. También hace un llamado “a unirse a esta construcción de propuestas que detrás de la efervescencia participativa que hemos visto en nuestro país durante las últimas semanas, existe la necesidad de ir teniendo método y estructura para hacer una propuesta entre todos”.

    “Ojalá”, concluyó Gonzalo Alberto Pérez, presidente del Grupo Sura, “no nos quedáramos con esta visión de Tenemos que hablar Colombia a corto plazo, sino que fuera una cultura que desarrollemos en este país, donde tenemos bastante necesidad de conversar permanentemente entre todos los ciudadanos y las representaciones”.

    (FIN/KGG)

    1 de julio del 2021