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La Cátedra Universociedad, es una iniciativa de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, Comfama y ANDI Antioquia, que está dirigida a la comunidad en general y en particular a los empresarios, en un esfuerzo por impulsar la divulgación de conocimiento que contribuya a fortalecer el liderazgo en las empresas para abrir nuevos horizontes y a aprovechar oportunidades. Desde su inicio se han hecho ya seis sesiones: “Sostenibilidad”, “Innovación”, “Mujer y sociedad”, “Convergencia tecnológica”, “Agrotecnología” y “Capitalismo consciente” sobre la construcción de equidad y sostenibilidad desde las empresas, que se reseña en este artículo.

  • Capitalismo consciente, fue el tema abordado en la más reciente sesión de la Cátedra Universociedad. Foto: reproducción.

    Capitalismo consciente, fue el tema abordado en la más reciente sesión de la Cátedra Universociedad. Foto: reproducción.

  • El capitalismo consciente se considera como la posibilidad en las empresas de generar valor para toda la sociedad y no solamente para los socios o accionistas. Foto: Pixabay.

    El capitalismo consciente se considera como la posibilidad en las empresas de generar valor para toda la sociedad y no solamente para los socios o accionistas. Foto: Pixabay.

  • Una empresa consciente debe buscar la articulación con el entorno y favorecer el desarrollo de los territorios. Foto: cortesía.

    Una empresa consciente debe buscar la articulación con el entorno y favorecer el desarrollo de los territorios. Foto: cortesía.

    Para esta sesión estuvieron invitadas: María Luisa Zapata, responsable de Gerencia Social y Relaciones Internacionales de Comfama; Catalina María Martínez, Directora de la Fundación ANDI y Gerente de Arquitectura Social de la ANDI; Liliana Gaitán, Profesora de la Escuela de Minas de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín; y Laura Gallego, Directora de Desarrollo Económico y Social de Proantioquia.

    • ¿Qué es el Capitalismo consciente?

    María Luisa Zapata abrió esta sesión ubicando la encrucijada del capitalismo de cara al panorama de crisis globales que atraviesan hoy el mundo, en lo que se refiere a las inequidades sociales y territoriales, así como a los daños al medio ambiente. Cuando se habla de estos grandes problemas, todos voltean a mirar al capitalismo y lo asocian con estas situaciones. Pero al mismo tiempo, es el sistema que ha permitido avances sin precedentes en la historia, que han cambiado el sentido de lo que es la calidad de vida para amplias capas de la población. Esta tensión interna del capitalismo ha llevado a que hoy haya en el mundo empresarial una corriente que busca repensar las lógicas del funcionamiento del sistema desde su unidad básica que es la empresa, así como desde la consideración de que el capitalismo no es un mecanismo inexorable movido por fuerzas ciegas, sino que las personas en la sociedad, en las empresas y en el Estado, tienen la capacidad de orientarlo y modelarlo para la busqueda de soluciones a los problemas de la época y para la construcción de bienestar para toda la sociedad. Pero esto requiere de importantes cambios de paradigmas culturales y mentales en toda la sociedad. 

    A partir de los trabajos de un equipo de economistas y pensadores liderados por Raj Sisodia, se plantea el Capitalismo consciente como la posibilidad en las empresas de generar valor para toda la sociedad y no solamente para los socios o accionistas, en tanto es capaz de cambiar las premisas del desarrollo, para que lo que es fuente de problemas sea fuente de soluciones para el entorno social. Y para poner en marcha un proceso de estas características propone cuatro atributos que se combinan para hacer una empresa consciente:

    • Tener un propósito elevado en cuanto a su aporte a la sociedad.
    • Hacer una integración con todos los actores de su entorno social y económico para establecer relaciones en las que todos ganan.
    • Cultivar liderazgos empresariales conscientes y sensibles que orienten a sus equipos a la construcción de valor colectivo desde una comprensión integral de la realidad.
    • Promover una cultura empresarial consciente basada en la horizontalidad para la cooperación, el valor de la diversidad y el aprendizaje permanente.

    Y estos puntos son válidos para la pequeña y la gran empresa. Hacer las cosas bien en la sociedad es el camino para que le vaya bien a la empresa. 

    • La competitividad inclusiva

    Catalina María Martínez continuó con esta reflexión fijando la orientación institucional que ha trabajado la ANDI: “La Fundación ANDI se ha dedicado desde el año 2014 a rediseñar e implementar su estrategia en donde el centro está orientado en la inclusión y en la reconciliación como meta de mediano plazo, en el marco de una sociedad que tiene una marcada inequidad y distancia en las oportunidades que se pueden aprovechar por parte de todos los ciudadanos.”

    Desde este propósito y para que las empresas se aproximen a lo social, se propone la aplicación de tres criterios:

    • Desarrollar una Gestión Social alineada con la estrategia de negocio.
    • Ser pertinentes y sostenibles en la busqueda de transformaciones sociales.
    • Mejorar la competitividad y tener un impacto medible.

    La ANDI considera que los negocios con futuro serán aquellos que sepan incorporar esta nueva mentalidad sobre la gestión empresarial. 

    A partir de estos criterios, la Fundación ANDI ha condensado en tres categorías las maneras cómo las empresas pueden acercarse a los temas sociales. 

    • La línea tradicional de donaciones con objetivos sociales donde caben todas las acciones de filantropía y de inversión social privada.
    • La gestión de impactos y oportunidades generados por el negocio que se enmarca en lo que son todas las agendas de Responsabilidad Social Empresarial, ciudadanía corporativa y sostenibilidad ambiental.
    • La creación de nuevos negocios de alto impacto social mediante emprendimientos e inversiones de alto impacto en la población a través de esquemas de negocios inclusivos.

    Todos estos elementos se concretan en un sentido preciso de la inclusión desde las empresas que se define como “Generar oportunidades para que la población vulnerable pueda tener la posibilidad de generar ingresos y desarrollar una vida digna”. Sobre estas bases se materializa la competitividad inclusiva fundamentada en el concepto de Valor Compartido, en el que la operación de la empresa simultaneamente logra el retorno de la inversión, crea valor para la sociedad a través de impactos sociales y ambientales y genera innovación para incrementar el alcance y la escala de sus impactos en el entorno, haciendo de la inclusión una estrategia que trae beneficios directos e indirectos a las empresas y las comunidades. 

    Algunos casos que desde la ANDI representan avances en este sentido son:

    • PREBEL emplea personas con discapacidad en diferentes áreas beneficiando a 50 familias.
    • Nacional de Chocolates con asociaciones de cacaoteros de San Vicente de Chucurí con asistencia técnica para fortalecer capacidad productiva y mejorar ingresos de pequeños productores.
    • Juan Valdez compra a familias vulnerables víctimas del conflicto.
    • El desarrollo humano en las empresas

    La profesora Liliana Gaitán inició su reflexión llamando a detenerse en el ser humano que hay en las empresas y la importancia de trabajar sobre esa conciencia de lo humano en las organizaciones. A artir de una reflexión de Leonardo Boff en su libro “El Cuidado Esencial”, parte de considerar el trabajo como un espacio de encuentro con otro en clave de una concreción del amor. Se trata de un encuentro que hace posible un cambio en cada uno a partir de incorporar la mirada del otro, para crear una organización que es consciente desde adentro, como condición para poder ser una empresa que sea un agente transformador de la sociedad. Y esto requiere, en palabras de Liliana, “Una inteligencia emocional formalmente desarrollada al interior de la organización, que se ocupe desde el área de gestión humana o de desarrollo humano, de lograr tener personas altamente inteligentes desde lo emocional, con habilidades de comunicación, que acompañan, desarrollan, colaboran y se conectan con los otros”.

    Y para construir ese ambiente en el que la organización es un medio para la transformación humana, la propuesta es activar el intravoluntariado desde liderazgos con una inteligencia emocional sólida, que ayudan a trabajar las dificultades de relacionamientos y a acompañar a cada uno para que entre todos se logre el cumplimiento de metas. 

    Liliana explica cómo se concreta en una iniciativa académica: “La Facultad de Minas, de manera particular, ha venido trabajando en algo que hemos llamado El manifiesto de ingeniería para la vida. Si estamos hablando de organizaciones conscientes de lo humano, pues esta Facultad tiene que ser consciente de lo humano y en este manifiesto la Facultad plantea que fomentará un liderazgo institucional hacia un cambio de perspectiva que tenga foco en la sustentabilidad de la diversidad y en el bienestar de los sistemas naturales y sociales que habitan los territorios”.

    • Empresas que construyen Valor Público

    Laura Gallego planteó cómo en las conversaciones entre las empresas que conforman Proantioquia, se está planteando, a partir de la definición que propone María Mazzucato, que la construcción de Valor Público no es una tarea solo de los actores del sector público o de las instituciones públicas, sino que también las empresas tienen un rol muy importante en la construcción de este valor, en la construcción o la colaboración entre el sector público y el sector privado para la solución de problemas y para construir bienestar en la sociedad. Las empresas son actores relevantes en su entorno que tienen una tarea fundamental en la solución de problemas sociales. 

    Sin embargo, el Valor Público, en estos términos, también tiene que ver con la manera como se incide en la construcción de confianza, que es un elemento central para el fortalecimiento del tejido social. Y ahí hay un gran reto. Una encuesta del Centro Nacional de Consultoría realizada en febrero del 2020, refleja algunos elementos que ha generado mucha reflexión interna en términos de ¿entonces qué hacemos? ¿Qué hacemos distinto? Y es por estos resultados: solo el 39% de los colombianos piensa que los empresarios han ayudado a promover la paz y a superar la violencia; solo el 34% cree que se puede contar con los empresarios en momentos de crisis o de emergencias; el 50% cree que enfrenta los problemas del país los empresarios han sido indiferentes. En el Barómetro de la Reconciliación, el 83% confía poco o no confía en los empresarios del país y solo el 31% considera que los empresarios están colaborando con la pandemia. 

    Entonces, plantea Laura que “la gran pregunta que tenemos que hacernos es dónde estamos y cómo entendemos el rol de las empresas, si consideramos que las empresas son actores claves para alcanzar grandes metas públicas. Por esohoy estamos hablando de transitar de la filantropía de respuesta, como un nivel básico de acción empresarial, que ha estado históricamente delegada a las fundaciones empresariales y de un nivel intermedio de inversión social estratégica desde las áreas de sostenibilidad, hacia una inversión social transformativa que nosotros denominamos un nivel alto de acción empresarial, porque es compaginar la inversión con la construcción de futuro. El reto es alinear las inversiones de las empresas con acciones que le permitan a Colombia superar los grandes problemas que deslegitiman el capitalismo: la inequidad en el acceso a los servicios de educación y salud, trabajar por la equidad de género, trabajar por la inclusión, trabajar por la diversidad, la desigualdad y la pobreza, por el empleo y la educación de calidad. Eso implica construir una visión de futuro y definir una ruta en construcción para ese futuro.

     Ejemplos del camino que se empieza a recorrer en este sentido son:

    • Proantioquia con la Consejería para la estabilización del posconflicto, donde confluyen diferentes entidades construyendo un modelo integral para la reincorporación social y productiva de las personas desmovilizadas, en el predio Taparales de Dabeiba.
    • El grupo Sura viene trabajando en una estrategia de diálogo social y de conversación para actuar juntos, con sus grupos de interés, sus empleados, su equipo de trabajo, pero también una estrategia de conversación pública de país acerca de cómo contribuye la empresa a construir futuro.
    • Grupo Argos: Programa “Creamos valor social” iniciativa para profundizar y visibilizar el rol social de la empresa orientada a brindar oportunidades y aportar a la reactivación económica del país.

    Ver conferencia completa en: 

    https://www.facebook.com/watch/live/?v=5857129527662335&ref=search

    https://www.youtube.com/watch?v=EbnAUPyzDoA

    (FIN/FCV)

    24 de mayo del 2021