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Académicos coincidieron en que la información que se difunda debe ser veraz. En la labor periodística, expusieron, lo ideal es abordar los temas desde el lenguaje cotidiano, la explicación a la audiencia de temas científicos y que el reportero se olvide de la denominada chiva (obtener una información primero que los demás medios).  

  • Para cubrir asuntos de la pandemia lo ideal es que los periodistas se capaciten. Foto: tomada de Pixabay.com

    Para cubrir asuntos de la pandemia lo ideal es que los periodistas se capaciten. Foto: tomada de Pixabay.com

  • Las principales fuentes en el cubrimiento de covid-19 deben ser médicos y científicos Foto: tomada de bit.ly/2QbTZUO

    Las principales fuentes en el cubrimiento de covid-19 deben ser médicos y científicos Foto: tomada de bit.ly/2QbTZUO

  • Medios de comunicación deben emitir información responsable. También ciudadanos en las redes sociales. Foto: tomada de Pixabay.com

    Medios de comunicación deben emitir información responsable. También ciudadanos en las redes sociales. Foto: tomada de Pixabay.com

    La pandemia por la covid-19 ha traído dificultades y retos, entre los que está el reporte óptimo de los hechos y procesos relacionados. Capacitarse es la principal recomendación que hizo a periodistas Juan Gonzalo Betancur, comunicador social y periodista, magíster en Estudios Humanísticos y profesor e investigador del Departamento de Comunicación Social de la Universidad Eafit. 

    Para él “el desafío de informar de manera clara y oportuna sobre un proceso tan importante como este tiene que ser la primera consigna clara”, por lo que destacó que los periodistas deben asumir un proceso de formación especializado y permanente.

    Algunos reporteros, dijo, se han dejado llevar por la avalancha informativa diaria y han descuidado la formación continua. No debe ser así, según el docente, porque si algo ha enseñado la pandemia es que hay nuevas realidades muy cambiantes, dinámicas y una de las formas de seguirle el paso es “estar al día para poderlas interpretar”. 

    Usar fuentes confiables, y sobre todo, creer en la ciencia, es otra sugerencia fundamental: “A veces parece que la primera fuente de información no son los científicos, los médicos o el personal de salud sino funcionarios públicos u opinadores profesionales que hablan sobre lo divino y lo humano. En este caso (la pandemia) hay un exceso de fuentes oficiales que si no lo equilibramos terminan afectando el proceso informativo”. 

    “Señor periodista, olvídese de la chiva”, llamó la atención Betancur. En un escenario de pandemia son varias las situaciones que confrontan no solo la vida y la muerte, sino otros aspectos como los sociales o los económicos, y hay que asumir estas situaciones con la debida importancia. En ese sentido, recuerda un argumento de la periodista Martha Ruiz: “Cuando los hechos vayan muy rápido, la prensa y la información debe ir más despacio”. Lamentablemente, afirmó el profesor, no ocurre así. 

    Un error es mezclar el debate periodístico con la información científica, lo que es una equivocación frecuente, sobre todo, en radio y televisión. El deber de directores de medios, editores de programas y periodistas es estar pendientes de que no suceda, dado que al combinar ambas áreas se cae en el riesgo de desvirtuar el análisis. 

    Tampoco está bien caer en interpretaciones médicas, hay que dar la palabra a los expertos, propiamente a los científicos, a los médicos y al personal de salud para que sean quien explique los conceptos y traduzcan, por decirlo de esa manera, la información científica y técnica a un lenguaje cotidiano. 

    Este tratamiento de la información debe ser responsable y argumentada tanto en medios de comunicación como en redes sociales, según José Julián López, del Centro de Información de Medicamentos de la UNAL Bogotá. Él afirmó que “hay frases que se convierten en cliché y que todo el mundo termina diciéndolos (algunos términos) pero sin ningún sentido, por ejemplo el de aplanar la curva o protocolos de bioseguridad”. 

    Son varios aspectos en torno a la pandemia por la covid-19 y que están “en juego”, por lo que hay gran riesgo, retomó Betancur: “Como periodista a veces se llega a un punto de repetición tal que se puede confiar en saber varias de las respuestas, y en asuntos tan delicados (como el de la pandemia) esto es muy peligroso”. 

    Representa, además, un gran riesgo lo que el profesor de la Universidad Eafit describió como hacerle juego a la propaganda de prácticas que la sociedad rechaza y que, comentó, se han dado en el país, como lo fue el seguimiento de algunos medios a la llegada del avión que trajo a Colombia los inmunizantes contra la covid-19 o los retrasos en el inicio de la vacunación por la espera de la llegada de funcionarios del Estado para quedar en la foto. 

    Por otra parte, el de anunciar la cifra de contagiados, recuperados y fallecimientos es un efecto de doble filo, según Fernando Galván, vicedecano académico de la Facultad de Medicina de la UNAL Bogotá, en la medida que “genera una sensación de pánico, porque la gente puede ver el número creciente como si fuera un taxímetro que cada vez aumenta, pero por otro lado genera un efecto de ignorarla, porque de tanto verla ya no importa”.

    La que se está viviendo en el mundo es una situación compleja y ese contexto le da pie a Galván para reflexionar sobre las fuentes. Expuso que se debe tener cuidado también con los personajes que se entrevistan, pues en ocasiones se acude a generadores de opinión que tratan de enviar un mensaje de que la pandemia no es grave, cuando las ocupaciones de las unidades de cuidados intensivos en el país demuestran lo contrario, algo que no ocurre por ejemplo con enfermedades como la malaria o el dengue, que también pueden causar muertes. 

    Lo apropiado 

    Lo que sí está bien es insistir en los mensajes exactos y relevantes, teniendo en cuenta que las audiencias no siempre son las mismas, según Betancur, quien afirmó que esta es “una manera de combatir la desinformación, que es un interés deliberado de quien emite la información por engañar, como lo son las famosas fake news”.

    Asimismo, reforzar la comunicación sobre conceptos clave en torno a la inmunización y a la pandemia. El profesor citó el ejemplo de la aplicación de las dos dosis de la vacuna, que si bien es una estrategia para gestionar la pandemia, no significa, necesariamente, la finalización de los casos de la covid-19. También, el periodismo debe denunciar aquellas situaciones anómalas: los reporteros, manifiesta, deben “ser el perro guardián de la verdad, no del escándalo, con la finalidad de que esas realidades nefastas cambien para bien”.

    Es, además pertinente, definir una agenda informativa que no solo involucre las noticias diarias y la coyuntura sino también el análisis, porque así se puede conocer “el fondo del problema”. No es un asunto exclusivo de medios de comunicación, consideró Betancur, quien expuso que los ciudadanos del común también pueden propender por planear o difundir la información de esta manera a través de sus redes sociales. 

    Se trata, aseguró, “de no quedarnos en los números, en que alguien dijo una cosa u otra. Es asumir asuntos que no son accesorios, de no olvidarlos en dos días”. Todas estas reflexiones y recomendaciones significan para el académico “volver a los principios básicos del buen periodismo, pero que hoy por olvidarlos es que nos cuestionan tanto”. 

    Las ideas expuestas en este texto fueron abordadas por el docente Gonzalo Betancur en la  charla Los retos de informar sobre vacunación contra la covid-19 realizada recientemente con expertos del Grupo G8, alianza de universidades de Medellín. Por su parte, los profesores López y Galván de la Sede Bogotá expusieron sus argumentos en el epidosodio sobre infodemia del programa Radial Análisis UNAL emitido por Radio UNAL. 

    (FIN/KGG)

    24 de marzo del 2021