La pandemia, según especialistas, ha llamado la atención sobre la importancia de cuidar la salud mental y fortalecer su atención en el sistema de salud. Los analistas coinciden en que las redes de apoyo son fundamentales para mitigar los impactos psicológicos que ha impuesto una situación altamente estresante como es esta y que incluso los más fuertes pueden estar en riesgo. 

“Durante la pandemia uno tiende a sentirse inmune, algo como: eso no me va a tocar. Cuando me dio covid-19 entré en shock, me di cuenta de que en realidad esto sí está pasando, no es nada inventado y me empezó a dar ansiedad porque algo en el cuerpo no estaba bien”. 

El relato es de Margarita María Hincapié Muñoz, de 27 años. Tras el diagnóstico y el aislamiento estricto al que debió someterse comenzó a preocuparse excesivamente; más por su mamá, mayor de 60 años y con enfermedad prevalente. Identificó también una sensación que no logra describir bien: “me sentía desubicada y ahora mucho más, es como si estuviera en otra realidad, como si hubiera estado un año lejos de mi vida”. El de la salud mental, agrega, ha sido un tema “difícil porque sientes como que no estás acá”.

La ansiedad que Margarita refiere es una de las alteraciones más comunes producto de la pandemia y uno de los principales motivos de consulta, según el Ministerio de Salud y Protección Social. Ante ella no solo son vulnerables los pacientes de covid-19 sino la población en general.

Principales afectaciones

Salud para el alma (4407649), es la línea habilitada por la Gobernación de Antioquia para ofrecer primeros auxilios psicológicos y funciona durante las 24 horas de los siete días de la semana. La iniciativa ha permitido percibir lo que está sucediendo en el departamento: entre el 7 de mayo de 2020, cuando comenzó a operar, y el 10 de noviembre del mismo año ha recibido 8.842 llamadas, cuyos principales motivos de consulta son ansiedad, problemas de convivencia y depresión.

La información anterior la entrega Juliana Cataño López, profesional universitaria de la Gerencia de Salud Pública adscrita al componente de Salud Mental de la Secretaría Seccional de Salud de Antioquia, quien expresa que del total de llamadas se han realizado 4.421 atenciones por psicología y 669 por psiquiatría. 

En lo que va del 2020, han identificado, además, que en junio se incrementaron los diagnósticos de estrés y ansiedad en adultos, y en mayo, los de trastornos emocionales y del comportamiento en niños, según datos del registro de los motivos de consulta generados por los hospitales de Antioquia.

En la UNAL Medellín hay un panorama similar, pues según Paula Andrea Dávila Carmona, psicóloga de la Sección Salud de Bienestar Universitario de la Sede, un 95% de las consultas que han atendido desde que comenzó el aislamiento social obligatorio estricto corresponden a ansiedad y depresión.

Con respecto a quienes antes de la pandemia padecían enfermedades o alteraciones mentales, especialistas coinciden en que la situación puede resultarles más difícil y representar mayores riesgos.

La vulnerabilidad de todos, incluidos los más fuertes

Cada vez se hace más común escuchar o enterarse de quienes cuentan sobre sentirse agobiados, tristes o preocupados. Es normal, dado que la situación actual es atípica y ha implicado cambios de comportamiento abruptos que pueden desencadenar en alteraciones, según el profesor Miguel Cote Menéndez, psiquiatra y director del Departamento de Toxicología de la Facultad de Medicina de la UNAL Sede Bogotá. 

Dávila Carmona, por su parte, explica que “el ser humano está hecho y vive de sus emociones. Eso nos hace vulnerables, aunque a unos más que a otros”. La dinámica cambió de un momento a otro, dice, y el proceso de adaptación de cada uno es distinto. En ese sentido, “sentir tristeza no lo hace a uno una persona diferente ni excluyente; eso es propio de nosotros”.

Las epidemias, sin embargo, lo cambian todo y durante ellas, según el especialista Cote Menéndez, se da primero un estrés agudo que se puede manifestar con irritabilidad, problemas de sueño o negación del problema, los cuales también se identificaron, por ejemplo, en la del H1N1. Ahora, durante la pandemia por covid-19, se han intensificado.

Hay, en estos escenarios, dos tiempos, según él. Durante el inicio de la actual pandemia se dio una primera fase con el aislamiento social obligatorio, cuando la crisis llevó a las personas a estar más pendientes de la información relacionada. Después, con los picos de contagios, se empezó a dar un segundo momento: el de mayor estrés, dados los casos de muertes de pacientes.

La actual pandemia ha dejado como lección que, procurar por la salud mental es también importante, dado que cualquier persona puede ser vulnerable. Sin embargo, para el psiquiatra Cote Menéndez, en el país hay una cuestión cultural en un pensamiento que puede causar daño. Es “la malicia indígena del colombiano, que complica la situación, porque (según esa percepción) siempre tenemos que pensar diferente, que hay algo más. Eso es ser desconfiado y serlo es ser ansioso. Entonces acá la cosa es más lenta y difícil que en otros países”, afirma.  

“El colombiano que está acostumbrado a ser verraco, que aguanta, que es guerrero hasta el final o un samurái de a pie que muere parado debe entender que le toca ir al médico si comienza a sentirse estresado, preocupado, si no está durmiendo bien, porque son síntomas de estrés agudo”, agrega. 

Escuchar es trascendental

"Lo que la pequeña Momo sabía hacer como nadie era escuchar. Eso no es nada especial, dirá, quizás, algún lector; cualquiera sabe escuchar. Pues eso es un error. Muy pocas personas saben escuchar de verdad. Y la manera en que sabía escuchar Momo era única. (…) Simplemente estaba allí y escuchaba con toda su atención y toda simpatía". Momo, novela de Michael Ende.

Hay que entender, según el profesor, cuándo se necesitan los Primeros auxilios psicológicos, una herramienta de apoyo emocional para alguien en estado de crisis. En ellos se incluye la escucha empática que, inicialmente debería asumir la familia o las personas cercanas. 

Sin embargo, para actuar como escucha, expone el docente, es importante tener en cuenta “que se puede entrar en el problema del otro pero no ahogarse en él. Ese es un riesgo muy frecuente, entonces no todo el mundo lo puede hacer”. De ahí que Dávila Carmona destaque la importancia del rol de los psicólogos, quienes brindan orientación abierta aun en la virtualidad, teniendo en cuenta que son profesionales “que no juzgan, regañan ni demeritan lo que se está sintiendo alguien”. 

En ese sentido, lo recomendable según el docente Cote Menéndez, es que: “si veo a un amigo descompensado y yo también me empiezo a sentir así lo que debo hacer es aconsejarle hablar con un familiar o acudir a un profesional porque hay gente que puede hacer cosas contra sí misma”. 

El sistema de salud, en deuda con la salud mental

“La salud mental es una de las esferas más desatendidas de la salud”, se lee en un apartado del informe La covid-19 y la necesidad de actuar en relación con la salud mental, de las Naciones Unidas. Según la Organización, en promedio los países solo asignan el 2% de sus presupuestos a este ámbito. 

Para Beatriz Guerrero Zuluaga, psicóloga, magíster en Salud mental y coordinadora de la Unidad de Familia de la Universidad CES, “históricamente la salud mental ha sido la cenicienta del sistema de salud y eso tiene efectos en cómo las personas la han comprendido y cómo se ha abordado desde él, lo que ha tenido que ver con que haya resistencia a pedir ayuda, no solo por el estigma sino porque no en todas las ocasiones se recibe atención oportuna y de calidad”. 

La pandemia, afirma, ha enseñado que la salud mental es un tema prioritario, que no es solamente asunto de quienes ya padecen enfermedades mentales. El reto en la post-pandemia, complementa el docente Cote Menéndez, será efectuar más intervenciones psicosociales, aumentar la cobertura en psicología, en terapia ocupacional y trabajo social. 

Canales de atención del G8

Universidades de Medellín ofrecen acompañamiento y atención en salud mental en los siguientes números telefónicos y correos electrónicos:

UNAL Medellín

- Atención en salud mental

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Corporación Universitaria Lasallista

- Unidad de psicología para estudiantes, egresados y empleados

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- Centro de Atención Psicológica, para públicos internos y externos

304 428 85 99

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- Asesoría sobre el covid-19 y sus consecuencias en la salud mental

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Universidad de Antioquia

- ÁNIMO, Servicio de Salud Mental

Línea de teleasistencia disponible las 24 horas

01 8000 521 021

Universidad CES

- Línea de asistencia en salud

444 05 55 ext. 1292 - 1668

310 393 44 42

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- Seguro estudiantil

01 8000 510 989

304 653 13 09

- Seguridad y Salud en el Trabajo

444 05 55 ext. 1668 - 1377 - 1213 - 1292

Universidad EAFIT

- Línea 24/7 de teleorientación para estudiantes de pregrado y posgrado

01 800 521 021

www.eafit.edu.co/saludmental

- Línea 24/7 de teleorientación para docentes y empleados en general

01 800 918 082

Universidad EIA

- Zona de Escucha: asesoría psicológica para estudiantes, profesores y empleados en general

354 90 90 ext. 302 - 288

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Universidad De Medellín

- Abiertamente te Escuchamos

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Universidad Pontificia Bolivariana (Sede Medellín)

- Siempre Atentos, línea segura y de emergencias

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3116344203

354 45 17

(FIN/KGG)

18 de noviembre del 2020