Escudo de la Repblica de Colombia Escudo de la Repblica de Colombia
A- A A+

El arquitecto de la UNAL Medellín, quien actualmente labora en una empresa en Alemania, ha aprovechado su excelente desempeño académico para alcanzar sus propósitos.

  • Juan Pablo se graduó como arquitecto de la UNAL Medellín en 2019. Foto: cortesía.

    Juan Pablo se graduó como arquitecto de la UNAL Medellín en 2019. Foto: cortesía.

  • Gracias a su excelente desempeño académico, Juan Pablo ha logrado oportunidades para seguir avanzando en su profesión. Actualmente reside en Alemania. Foto: cortesía.

    Gracias a su excelente desempeño académico, Juan Pablo ha logrado oportunidades para seguir avanzando en su profesión. Actualmente reside en Alemania. Foto: cortesía.

  • Durante su participación en ENCAC dictó un curso para ponentes. Foto: cortesía.

    Durante su participación en ENCAC dictó un curso para ponentes. Foto: cortesía.

  • En Transsolar Academy comparte con compañeros de varios países. Foto: cortesía.

    En Transsolar Academy comparte con compañeros de varios países. Foto: cortesía.

    El segundo sello que tuvo el pasaporte de Juan Pablo Arango Plazas fue el de Cuba. Se lo pusieron en el documento en 2018 al llegar a La Habana, donde participó como ponente en el Quinto Congreso Internacional Medio Ambiente Construido y Desarrollo Sostenible (Macdes). 

    Era estudiante de Arquitectura de la UNAL Medellín y ponente de pregrado —como sus compañeros­ de la Sede y otros de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), únicos participantes de Colombia—. Tenía 21 años cuando expuso la investigación con la que cuantificó tanto el mejoramiento térmico y energético como el precio de las mejoras para un edificio de Medellín que tomó como caso de estudio, para el que se buscó emplear la menor cantidad de dinero posible.  

    Simuló 192 escenarios distintos, evaluó variables como orientación o adición de alero y demostró que disminuir el ingreso de los rayos solares a través de ventanas con mejores tipos de vidrio, agregar superficies que provean sombras y utilizar colores claros en las fachadas mejora el confort hasta en un 75 % con una recuperación de la inversión en un lapso no mayor a 3 años.

    En los temas bioclimáticos se interesó siendo estudiante, porque en la arquitectura puso su atención desde cuando en su casa le llevaba café a su papá mientras él trabajaba. Se le acercaba, veía lo que hacía y él se lo explicaba. También es arquitecto de la UNAL Medellín. 

    “A mí me gustaba mucho el diseño, pero también la física, la ingeniería, y la matemática. De alguna manera quise llegar a un punto medio y veía la arquitectura como eso”, cuenta.

    A la Sede ingresó con una beca otorgada por la Gobernación de Antioquia por haber logrado uno de los puntajes más altos en el Icfes. La noticia la recibió a través de correo eléctrico, el medio por el que le han comunicado varios logros importantes. Recuerda que el mensaje decía algo así: “Te has ganado la beca, te invitamos al evento de bienvenida. Quedé súper impactado. Era para toda la carrera”. 

    También por correo electrónico se enteró de la exención de matrícula que obtuvo durante ocho semestres de la carrera profesional por obtener uno de los promedios más altos de la Facultad de Arquitectura. 

    ***

    A la investigación Juan Pablo llegó cuando cursaba séptimo semestre. En ese momento se vinculó al Grupo Energía, Medio ambiente, Arquitectura y Tecnología, (EMAT) en el que aprendió de docentes como Ader Augusto García y Jorge Hernán Salazar. Las investigaciones que realizó como parte del énfasis en Bioclimática lo llevaron a presentar dos ponencias en La Habana. 

    Uno de los estudios que mostró fue un trabajo desarrollado como parte de la asignatura Tecnologías 6, en la que analizan temas a partir de la visita a edificios en las que los estudiantes conocen cómo fueron construidos, que fallas, supuestos o simplificaciones se debieron hacer en ellos. 

    Conocer ese “detrás de cámaras” como lo llama el profesor de la Escuela de Arquitectura, Jorge Hernán Salazar Trujillo, “fue muy interesante para Juan Pablo porque él no es una persona orientada a un enfoque formalista de la arquitectura”.

    Quiere decir que no está tan preocupado por la tendencia a componer una estructura armónica estéticamente como prioridad. “Al que no tiene un perfil muy artista —como Juan Pablo— le encanta que todo tenga un porqué. Él es una persona altamente racional, lo que en la profesión no es tan habitual como tampoco aquellos a los que les gusten tanto los números”, cuenta.

    Juan Pablo tiene la habilidad del trabajo autónomo, lo que el profesor considera una fortaleza. Domina las herramientas de softwarey hacía cálculos que otros compañeros aún no conocían. En clase era más hábil en los asuntos prácticos que en los teóricos. 

    Eso está bien para el profesor, quien se ha convencido de que no hay una manera única y correcta de aprender algo. Por lo que cuenta, Juan Pablo es, si así se le puede llamar, un adelantado: “él hace gimnasia sin saber calentar”, cuenta el docente. 

    La persistencia, la disciplina y la tozudez han sido sus claves. También la curiosidad, pero no cualquiera, porque la suya implica el brío necesario para conquistar las respuestas y, como lo afirma el docente, cuando alguien es generoso con su energía puede permitirse preguntarse cosas complejas. 

    ***
    El óptimo desempeño académico ha sido característico en Juan Pablo. Con un promedio de 4.6, al graduarse en agosto 2019 ocupó el primer puesto entre las 35 personas que conformaron su cohorte. Un mes después, por la referencia de su trabajo de grado y la participación en EMAT fue invitado como ponente al Encuentro Nacional de Confort en el Entorno Construido (ENCAC), en João Pessoaen Brasil. 

    Estando allá supo —también por un correo electrónico— que fue seleccionado en la convocatoria Transsolar Academy a la que había aplicado antes de graduarse. Recuerda que en ese entonces “tenía todos los documentos listos y dije: igual lo mando, no me gasto 10 minutos haciendo eso, entonces lo envié sin esperar nada”. 

    Llegó a Stuttgart (Alemania) en febrero del 2020. Participa en un programa que funciona similar a una práctica. Los primeros tres meses recibió formación y ahora se desempeña como profesional junior en Transsolar Energietechnik GmbH. 

    Allí trabaja actualmente en proyectos internacionales como la asesoría ambiental para Neom, una nueva ciudad en Arabia Saudita. Además, en un proyecto de investigación de simulación térmica de espacios exteriores en cuanto a parámetros térmicos, lumínicos y de ventilación. 

    “Solo hasta que llegué acá supe que la empresa era una de las mejores del mundo en lo que hace”, afirma Juan Pablo. Para él la experiencia le ha servido para confirmar que “el nivel de la Nacional es supremamente alto y más si aprovechan todos los recursos que tiene”. 

    También ha comprobado que aprender un idioma extranjero es, como el lo denomina, una llave para abrir puertas. “No hacerlo es cerrarse a más del 80% del mundo, porque no solo cambia la forma de pensar sino también de aprender”, asegura. 

    Cuando el profesor Salazar Trujillo se enteró del viaje de Juan Pablo, dice, “no me dio ninguna sorpresa, me dio mucha alegría, por supuesto. ¿Si alguien hace las cosas bien por qué hay que asombrarse porque salgan exitosas? Conocer gente con ese perfil tan escaso es chévere. Él conoce sus singularidades y las ha sabido explotar”. 

    Al docente le agrada trasmitirle confianza a sus estudiantes y a Juan Pablo le gusta haber encontrado en él un mentor. A ambos los juntó la academia. 

    Ahora, de vez en cuando, se reúnen a hablar de asuntos técnicos de la arquitectura mientras se ven por las pantallas de computadores o celulares, como ahora lo obliga la pandemia por covid-19 que vive el mundo.

    Desde Alemania Juan Pablo reflexiona sobre la importancia de “no quedarse en la zona de confort, de buscar oportunidades. Si uno se presenta y no queda, no pasa nada, hay que aprender que el fracaso no está mal, hay que seguir intentando”. 

    Lo que ha vivido, manifiesta, sirve para demostrar que gracias a la educación es posible transformar la vida de las personas. Como sellos en su pasaporte, Juan Pablo acumula experiencias y conocimiento, y a ese, a diferencia del documento, no se le acaban las páginas. 

    (FIN/KGG)

    28 de agosto del 2020