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Jorge Andrés Polo y Angie Marcela Redondo son estudiantes de décimo semestre de Ingeniería de Minas y Metalurgia, y con un proyecto que busca el mejoramiento de la pesca artesanal en Bojayá, Chocó, representan a Suramérica en la final global del concurso Go Green, de la compañía europea Schnaider Electric. 

  • Jorge Polo y Angie Redondo, estudiantes de Ingeniería de Minas y Metalurgia. Foto: cortesía Jorge Polo.

    Jorge Polo y Angie Redondo, estudiantes de Ingeniería de Minas y Metalurgia. Foto: cortesía Jorge Polo.

  • El río Atrato atraviesa todo el municipio de Bojayá, siendo uno de los municipios con mayor potencial pesquero del país. Foto: Pixabay.

    El río Atrato atraviesa todo el municipio de Bojayá, siendo uno de los municipios con mayor potencial pesquero del país. Foto: Pixabay.

    Esta multinacional busca la gestión y automatización de la energía eléctrica por medio de servicios y con la participación de proyectos en todo tipo de mercados: energía, infraestructura, industria, construcción, petróleo, etc. Además, siempre ha estado en la búsqueda de nuevos talentos que aporten soluciones a problemas reales del mundo. 

    “El proyecto Go Green es una competencia organizada por la empresa a nivel mundial, dividida por regiones y su función es motivar a estudiantes universitarios a presentar proyectos enfocados a los servicios de la compañía, económicamente viables y sobretodo verdes, a disposición del medio ambiente”, comenta Angélica María Suárez, representante de talento humano de Schneider Electric para Suramérica. 

    Jorge y Angie se enteraron de la convocatoria por medio de las redes sociales de la Facultad de Minas, y con el interés puesto en el concurso pero sin saber qué proyecto realizar tuvieron una revelación mientras almorzaban pescado, “¿cómo podemos usar el potencial pesquero del la región pacífica para el proyecto? Con un brillo en los ojos supimos que esa pregunta era la semilla que iba a dar paso a la aparición de nuestra idea”, comenta Angie Redondo. 

    La idea encajó muy bien con una de las categorías del concurso: sostenibilidad y acceso a la energía. Es por esto que decidieron formular el proyecto Groon sustainable fishmonger, un modelo de negocio basado en la economía circular. Consiste en un ciclo donde los pescadores artesanales de Bojayá guardan los residuos orgánicos que deja su actividad (vísceras y escamas) en biodigestores que producen un biogás que se convierte finalmente en energía eléctrica. Este proceso se complementa con energía solar creando así un sistema híbrido de generación eléctrica. 

    Con la energía generada se pueden refrigerar los pescados, creando una cadena de frío y conservando por mayor tiempo el producto, lo que hará que los pescadores puedan transportarlo, venderlo en lugares donde no lo podían hacer y así obtener mejores ganancias. “Elegimos Bojayá principalmente por la insuficiencia de energía eléctrica, pues solo tiene un 44% de cobertura y un 33% de continuidad del servicio, y siendo un municipio atravesado por el río Atrato no han podido desarrollar todo su potencial pesquero debido a sus problemas con los servicios públicos”, comenta Jorge Polo. 

    El proyecto plantea ubicar en la zona 11 paneles solares que van a trabajar nueve horas al día, y suplirán la energía del sistema de refrigeración directamente. En las noches y cuando por razones climáticas los paneles no puedan sostener la cadena de frío, se usará la energía generada por el bio-gas. Esta práctica evita el uso de las baterías, que son uno de los elementos más contaminantes por su difícil degradación. 

    Con la implementación del proyecto se ahorraría el 28% del costo de la energía y la producción de los pescadores aumentaría hasta en un 30%, pues debido a la falta de refrigeración se puede perder un 22% del producto. Otro de los beneficios del proyecto es reducir la contaminación del río Atrato, al que van normalmente todos los desechos y material en descomposición que no logra venderse. 

    “A mi hace mucho tiempo me ha interesado todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad y el acceso a la energía, entonces eso me motivó a participar, estoy convencida que el proyecto le aportará mucho a los pescadores artesanales de Colombia, porque actualmente muchos no cuentan con una cadena de frío para comercializarlo”, dice Angie. 

    Para la semifinal regional enviaron un anteproyecto y el jurado seleccionó ocho de los 50 que se presentaron en Suramérica. A cada equipo se le asignó un mentor por parte de la empresa y así lograron perfeccionar la idea y quedar finalistas. Los participantes seleccionados por cada región viajarán a Las Vegas, EE.UU. para la final del concurso, donde solo uno será el ganador y podrá desarrollar su proyecto con ayuda de Schneider Electric. 

    “Estamos orgullosos de representar a Suramérica. Sabemos que hay otros equipos con ideas muy buenas, sin embargo, tenemos toda la capacidad para ganar, nuestro proyecto es innovador y altamente beneficioso, inicialmente para Bojayá pero puede ser usado en todo el mundo”, destaca Jorge. 

    (FIN/DQH)

    20 de mayo del 2020