La naturaleza, la consciencia sobre temas de género, la música y el cine son razones para sentirse vivo, pero son también una excusa para la reflexión, sobre lo que llama la atención La Noche de las ideas, un evento que se desarrolla de manera simultánea en unos 70 países y que en Colombia es llevado a cabo por la UNAL.

Este año la Universidad lo realizó recientemente en Bogotá, Medellín, Palmira, Leticia y en Puerto Carreño, donde no hay sede pero la Institución alista un proyecto de energía sostenible con el Fondo de Solidaridad para Proyectos Innovadores del Ministerio francés para Europa y Asuntos Exteriores de la Embajada de Francia.

La Noche de las Ideas convoca a personas interesadas en la tertulia y la cavilación en torno a temas puntuales sobre los que se debate en los diferentes campus de la UNAL, ejecutora de la iniciativa liderada por el Instituto Francés, encargado de dar a conocer la cultura francesa en el mundo.

En la UNAL Medellín la programación incluyó las conferencias cortas: Reflexiones sobre la vida inter e intra especie, de Érika Buitrago de la Institución Universitaria Escolme; Conéctate con lo afroartesanal, de Ingrid Zubany Ortiz Yepes, estudiante de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL Medellín y Colombia Bio-Estrategia Científica, de Guillermo Guarín, además de La cicatriz y la vida, de Juliana Paucar, de la Institución Universitaria Salazar Herrera; Ser mujer y vivir en Medellín, dictada por Estefanía Rivera, del Movimiento Estamos Listas y Preservar la vida en la secta extinción masiva, sobre lo que habló el ingeniero de petróleos Andrés Gómez.

Para él, quien es egresado de la Sede Medellín y trabajó durante varios años en la industria petrolera, la experiencia le ha permitido tener una perspectiva distinta de una actividad que propicia la vida moderna.

“El tema de La Noche de las Ideas, de lo vivo, es muy bonita precisamente porque estamos en un escenario de emergencia climática. No es suficiente advertir que estamos ante la destrucción de todas las relaciones ecológicas que sostienen nuestra vida, la de la vegetación y la de otros animales no humanos en el planeta, sino que debe advertir que debemos hacer las cosas de manera diferente”, afirma.

En ese sentido, agrega que lo primero es reconocer la relación directa entre los hidrocarburos y la crisis climática. “Si no comenzamos a trabajar sobre esto y si aún lo seguimos negando no estamos enfrentando el problema como es; hay que entender que debemos dejar la mayoría de recursos fósiles en el subsuelo y a nosotros, una tierra degradada con escasos recursos energéticos nos tiene que poner a pensar”, agrega.

De manera alterna a las reflexiones de los conferencistas se presentó la banda de jazz gitano Familia Solé. El fomento del arte y la cultura son también intenciones de La Noche de las Ideas, según Ximena Carrasco, asistente de la Oficina de Cooperación Universitaria de la Embajada de Francia.

Durante la jornada la música acompañó el intercambio de ideas que se buscó generar “dentro del marco del respeto, para expresar cada punto de vista, acuerdo o desacuerdo por políticamente incorrecto que pueda parecer, pero con argumentos para sostenerlo”, destaca Alejandro Fula Rojas, profesor del Departamento de Procesos y Energía de la Facultad de Minas de la UNAL Medellín.

Añade que “a veces caemos el en creer que debe haber un único pensamiento. No queremos polarización sino caer en la cuenta de que el otro puede tener parte de la razón”.

En general, la UNAL, ha promovido el encuentro de culturas, según Diego Alejandro Peña, ingeniero mecánico de la Sede Medellín, para quien la “Universidad es un universo donde todo confluye, donde se puede abrir la mente y crear ideas más profundas sobre ciertos tópicos”.

Considera, finalmente, que el espacio contribuye en que advierte sobre “otras cosas que nos roban la atención”. Concluye que “son bonitos estos espacios para darnos cuenta sobre la importancia de ponernos más a tono con la naturaleza y el verdadero ser”.

(FIN/KGG)

4 de febrero del 2020