La obra de las gemelas Azul y Lindy Márquez, cierra por este año el ciclo de exhibiciones de Sala U, Sala de Arte Contemporáneo. Se trata de una instalación conformada por nueve piezas que pueden recorrerse, al estilo de Rayuela, sin un orden específico.

El proyecto artístico, que nació en 2013 y desde entonces ha venido consolidándose, es un regreso a la infancia de las hermanas Márquez que también presenta una mirada sobre el pasado nacional. “A través de nuestra autobiografía es la humanidad misma la que se presenta desde la fragilidad, el dolor, la fuerza, la memoria, el olvido y todas las maneras en que enfrentamos la vida”, explicó Lindy Márquez.

Azul y Lindy nacieron, prematuras, el 15 de noviembre de 1985, dos días después de la tragedia de Armero, su madre estaba tan impactada por el suceso que el parto se adelantó; eso les hizo pensar desde niñas que tenían una conexión con el lugar y el acontecimiento.

“Nuestra infancia estuvo recargada de situaciones, palabras o narraciones relacionadas con ello que ahora retomamos y las volvemos gesto. De esa manera entablamos una relación con un otro que ni siquiera conocemos, con un pasado nacional y con las maneras en las que nuestra familia vivió ese desastre”, señaló la artista.

El núcleo del proceso artístico de Lindy y Azul es el gesto y la mayoría de las piezas son videoinstalaciones y performance porque es para ellas “la manera más sincera de contar la vida o de visualizarla y entenderla, así como los hechos que han pasado por nosotras a partir del cuerpo, de las emociones y de la memoria”.

El proceso de investigación-creación de Autobiografía del universo implicó una búsqueda en los archivos familiares y de la tragedia, así como un ejercicio de autoetnografía y la lectura de teóricos como Walter Benjamin, Aby Warburg y Didi Huberman, entre otros. “Eso nos ayudó a entender que las imágenes, las palabras están unidas por un lazo de consanguinidad; y llegamos a la concreción de cada pieza mediante el gesto a partir de un verbo”, precisó Lindy.

Los verbos salieron, precisamente, de la revisión de los archivos que relataron el desastre de Armero. Azul y Lindy los reinterpretaron y establecieron una relación nueva entre ellos y ciertos materiales que permiten hacer una metáfora de la tragedia. “Esos materiales no son ruinosos ni mucho menos porque nos interesa que toda la obra sea blanda como una manera de invitar al espectador a un juego de niños en el que se pueda involucrar”, dijo la artista.

Si bien la exposición está organizada a manera de un viaje en el que el espectador puede entrar y salir desde su propia intuición, hay tres piezas de la instalación que son fundacionales: el volcán de aleluyas en el que además hay una proyección de archivos noticiosos que hacen referencia a la erupción del volcán Nevado del Ruiz; noviembre que es, según las artistas, la pieza principal por su noción documental y de video arte “ahí le entregamos al espectador el conocimiento de nuestra vida desde el día en que nacimos”; y origen del vacío, una instalación de gran tamaño.

Autobiografía del universo estará hasta el 1 de noviembre en sala U. La obra fue el proyecto ganador de la convocatoria de Estímulos para el Arte y la Cultura 2019 de la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín, además fue parte de la tesis de doctorado en Historia del Arte de Lindy Márquez.

(FIN/CST)

15 de octubre del 2019