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Trabajar el desarrollo rural desde la identidad territorial fue el enfoque bajo el cual la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín abrió el Diplomado en Agroecología y Desarrollo Territorial; el cual tiene como objetivo fundamental impulsar procesos desde las identidades culturales locales y cuenta con apoyo de organizaciones internacionales.

  • El Diplomado en Agroecología y Desarrollo Territorial tiene como objetivo fundamental impulsar procesos desde las identidades culturales locales y cuenta con apoyo de organizaciones internacionales.

    El Diplomado en Agroecología y Desarrollo Territorial tiene como objetivo fundamental impulsar procesos desde las identidades culturales locales y cuenta con apoyo de organizaciones internacionales.

  • Gloria Patricia Zuluaga Sánchez, profesora del Departamento de Ciencias Agronómicas, es la coordinadora del Diplomado.

    Gloria Patricia Zuluaga Sánchez, profesora del Departamento de Ciencias Agronómicas, es la coordinadora del Diplomado.

  • Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín.

    Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín.

    La profesora Gloria Patricia Zuluaga Sánchez, del Departamento de Ciencias Agronómicas, explicó que junto a un grupo de chilenos que había ahondado el tema del desarrollo rural con identidad territorial y con el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural RIMISP, inició el proceso.

    “El tema nos pareció valioso porque pensamos que en los últimos 20 años o más el país no ha tenido políticas públicas que involucren a todos los actores de los sectores rurales, en cambio le ha apostado a agriculturas industrializadas para la exportación desconociendo que en estos territorios pueden desarrollarse actividades diferentes como artesanía, turismo, gastronomía, etc., que le suman a la agricultura, la ganadería y la silvicultura”, señaló la profesora.

    Tras una primera experiencia regional exitosa que se llevó a cabo en 2014, en el 2015 se realizó la segunda versión del Diplomado cuya convocatoria se hizo a nivel internacional. “Tuvimos 40 personas de México, Guatemala, Ecuador, Bolivia, Chile y Colombia. Un asunto interesante fue que hubo gran variedad de actores en cuanto a diversidad étnica, cultural, de género, de edad y eso enriqueció la experiencia”, comentó Zuluaga Sánchez.

    Ambas versiones se realizaron en el oriente antioqueño. Durante 8 días los participantes conocieron apuestas alternativas de aprovechamiento del territorio como la producción y comercialización de productos agroecológicos,  la recuperación de la cerámica como saber tradicional y el desarrollo del turismo ecológico, entre otras.

    El Diplomado tiene una metodología de laboratorios territoriales: los participantes van al territorio durante una semana, conocen sus problemáticas y se relacionan con los distintos actores; la idea es que de manera colectiva e interdisciplinaria se busquen salidas a los asuntos importantes y se fortalezcan las potencialidades del territorio. Además, dijo Zuluaga, “se dedican otros ocho días a evaluar las propuestas conocidas a través de talleres participativos y  luego las personas tienen 15 horas de trabajo virtual donde ven clases, módulos y tutorías virtuales y deben elaborar un proyecto para sus propias localidades que dinamice allí los procesos”.

    Frente a la preocupación mundial por los temas ambientales, que van desde el deterioro de suelos y la pérdida de biodiversidad hasta el cambio climático, pensar en otras formas de agricultura, más sostenibles y que permitan fortalecer  la territorialidad, es una apuesta más que valiosa, necesaria. A ello apunta el Diplomado en Agroecología y Desarrollo Territorial.

    “De este diplomado queremos hacer distintas versiones y a futuro, dependiendo del apoyo de la Universidad y de cómo la gente valore la experiencia, poder ofrecer programas académicos más formales como una maestría. Además me parece que esto renueva los conocimientos y las propuestas curriculares que tiene la Universidad”, concluyó la profesora.

    9 de marzo del 2016