Las editoriales universitarias de Colombia tienen desafíos importantes con respecto al acceso abierto. Si bien tiene ventajas, su aplicación debe tener una razón, ya que implica una serie de requerimientos técnicos útiles para hacer seguimiento como métricas para identificar cómo impacta a nivel científico y de comunicación la información que se libera.

Esa fue una de las conclusiones que dejó la reciente reunión de la Junta Directiva de la Asociación de Editoriales Universitarias de Colombia que se cumplió en la Universidad Nacional de Colombia en Medellín. El director editorial de ASEU, Alfredo Morales Roa, director editorial de la Universidad de La Salle en Bogotá, mencionó que en cuanto a acceso abierto hay tendencia proveniente de bibliotecas y repositorios institucionales, lo que es interesante a nivel latinoamericano dado que la región “no está lo suficientemente representada en el marco de la corriente principal de la ciencias”.

El acceso abierto es pertinente para visibilizar investigaciones, autores y conocimiento generado por universidades. Sin embargo, su aplicación se debe basar en razones argumentadas y los documentos digitales, deben cumplir con criterios técnicos. En ese sentido, durante la sesión hubo críticas y reflexiones sobre lineamientos emitidos principalmente por el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) y la política pública.

Según Alfonso Espinosa Parada, director de la Editorial Universidad Nacional de Colombia, aunque esta se dedica a divulgación académica a través del libro en papel y acceso electrónico, “por supuesto ya tenemos títulos académicos montados en el repositorio y que son de acceso abierto”.

Algo importante de las mediciones, dice, es que index nacionales e internacionales tienen ver con los papers que van en las revistas y que interesan a los investigadores.

En la UNAL el caso es particular porque se manejan desde la Dirección Nacional de Bibliotecas. “El repositorio funciona muy bien con libros que, por temas de resolución y venta, no se pueden comercializar y, por tanto, van a acceso abierto”, agregó.

El proyecto de acceso abierto, añadió Morales Roa, es muy positivo para la región pero también hay que tener en cuenta que, “en últimas, no es gratuito; las universidades invierten grandes recursos en sostener las plataformas y sostener los conocimientos. Además de eso las instituciones deben ser conscientes de que mejora la comunicación científica y el impacto de nuestra región”.

Por su parte, Johana Jaramillo, directora de Open Connection, empresa prestadora de servicios de documentación científica y acompañamiento en procesos de investigación, dijo que ante la necesidad de cambiar el paradigma y generar comunidades académicas, las editoriales universitarias deben propiciar las conexiones.

“Hay que avanzar en el modelo. Debe empezar a publicar no solo libros y revistas sino también datos de investigación, códigos de software que acompañan los estudios y empezar a problematizar la forma en la que se interactúa con la edición universitaria y la circulación en la indexación en distintas bases de datos y portales de acceso abierto. Cambiar el código: no utilizar solo PDF sino HTML o XML”, sugirió.

La reunión de representantes de ASEU se dio como preámbulo al OpenCon Latam 2019, conferencia internacional acerca de acceso abierto al conocimiento científico y académico, educación abierta y datos abiertos que se realizará entre el 26 y el 28 de septiembre en la UNAL Sede Bogotá.

(FIN/KGG)

25 de septiembre del 2019