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Londres, Bogotá, Medellín, Nueva York, Buenos Aires. La ciudad, las urbes, mega ciudades que fascinan, que deslumbran y se multiplican. Ese es el tema de la exposición Urbes, horas, climas, del profesor Gilberto Arango Escobar, que este mes habita El Espacio del Hombre de la Biblioteca Efe Gómez.

  • La exposición invita a reflexionar acerca de las grandes urbes y la tendencia humana a confinarse en ellas.

    La exposición invita a reflexionar acerca de las grandes urbes y la tendencia humana a confinarse en ellas.

  • Desde la mirada de la exposición cada ciudad es un repetición de sí misma y de otras.

    Desde la mirada de la exposición cada ciudad es un repetición de sí misma y de otras.

  • Profesor Girlberto Arango Escobar.

    Profesor Girlberto Arango Escobar.

  • En algunos segmentos de cada ciudad es posible encontrar espacios familiares.

    En algunos segmentos de cada ciudad es posible encontrar espacios familiares.

  • La obra se completa a través de la mirada del espectador y el sentido que este le da.

    La obra se completa a través de la mirada del espectador y el sentido que este le da.

  • La construcción del hábitat y el espacio de vida es uno de los temas que apasiona al profesor.

    La construcción del hábitat y el espacio de vida es uno de los temas que apasiona al profesor.

    Después de jubilares de la U.N. Sede Medellín, este arquitecto especialista en hábitat y apasionado por la cerámica hizo algunos cursos en este material con el maestro José Ignacio Vélez e inició un grupo de trabajo, El Gantal, con el que regularmente prepara exposiciones que se exhiben en la Biblioteca Pública Piloto y en otros espacios de ciudad.

    “Llevo unos siete u ocho años desarrollando mi universo creativo en torno a la cerámica. Como no puedo renunciar a mi vocación de arquitecto entonces he echado mano de elementos que aporta la arquitectura; conceptos como espacio, escala dimensión, paisaje, tectónica, espacios reales, imaginarios, soñados, en fin, y con este arsenal de elementos pienso la cerámica”, cuenta el profesor.

    Tras un viaje de turismo a Nueva York, Arango Escobar regresó a Medellín impresionado por la magnitud de la gran manzana, la capital del mundo, la que nunca duerme. “Me quedé muy motivado y empecé a pensar en las mega ciudades, saque seis prototipos de urbe que están acá expuestas y cuyas diferencias están dadas por situaciones de tiempo o de clima. No es lo mismo una ciudad en invierno que en verano o en la noche que durante el amanecer, yo hago esas diferencias”, explica el profesor.

    Los tonos ocres del otoño, los azules del invierno, las sombras duras del medio día, los contrastes de la noche o el amanecer, cobran vida a través de seis representaciones de ciudad que podrían ser cualquier urbe del mundo o todas o ninguna.

    “Esas ciudades son mega ciudades y el tema es que se asume que las cuatro fachadas de cada edificio son como espejos que reflejan todo el vecindario y entonces la suma de edificios tiene el efecto de multiplicar la ciudad infinitamente como en un juego”, revela el artista sobre su obra madurada durante dos años. 

    Con la ayuda de un espejo el profesor intenta generar la sensación de multiplicación del universo que recrea, lo cual, según indica, responde a la idea de que las ciudades son un fenómeno de crecimiento fractal que se copian a sí mismas.

    “La exposición transmite el caminar por la ciudad, ver los ventanales, las puertas, las construcciones, más lo que significa la piedra, el cemento, genera esa sensación de recorrer la ciudad y de encontrarse con sus formas y con lo que es en sí misma”, señala Juan Camilo Cuartas, que a su paso por la Biblioteca aprecia la muestra.

    En las manos de Arango la cerámica toma forma y utilizando una técnica llamada Raku se hace arte,  pues durante del proceso de quemado el fuego aporta significativamente al resultado final tras imprimirle su propio sello a la pieza.

    “En la cerámica convencional uno puede llegar a controla en un 80 o 90% el proceso y el resultado puede estar bastante planificado, en cambio con el Raku el factor sorpresa es muy importante porque el proceso de someter al fuego y después el choque térmico que se produce al sacar la pieza caliente del horno genera efectos muy particulares que son impredecibles”, señala el profesor.

    Esta es la segunda vez que Arango Escobar exhibe su trabajo en El Espacio del Hombre y se siente complacido de que su obra, trabajada con amor y dedicación, sea contemplada por aquellos con quienes comparte su alma máter. Hasta el 29 de febrero estará expuesta la muestra en la que el visitante podrá encontrarse al mismo tiempo el Coltejer, la Torre Colpatria o el Empire Estate.

    24 de febrero del 2016