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Cuando John Edisson Tunubalá Morales vio que había sido admitido al programa curricular de Matemáticas en la Universidad Nacional de Colombia en Medellín lo primero que dijo fue: “no voy a ir”. Iba a estar a 14 horas de distancia de su familia cuando la tenía a 20 minutos. Su primo Jorge Enrique, que para entonces estudiaba Ingeniería Agronómica en la Sede Palmira, lo animó a aventurarse por un camino nuevo y desconocido, que también podía ser muy gratificante.

  • John Edisson se graduó de Matemáticas en la primera ceremonia de grados del 2019.

    John Edisson se graduó de Matemáticas en la primera ceremonia de grados del 2019.

  • Su familia lo acompañó en la ceremonia de grados.

    Su familia lo acompañó en la ceremonia de grados.

  • Congreso ALTENCOA, Universidad del Cauca, julio de 2018. Foto cortesía.

    Congreso ALTENCOA, Universidad del Cauca, julio de 2018. Foto cortesía.

  • Congreso ALTENCOA, Universidad del Cauca, julio de 2018. Foto cortesía.

    Congreso ALTENCOA, Universidad del Cauca, julio de 2018. Foto cortesía.

  • Para el matemático, su responsabilidad como estudiante indígena es continuar formándose.

    Para el matemático, su responsabilidad como estudiante indígena es continuar formándose.

    “Yo me había presentado tres veces a la Universidad del Cauca, quería hacer alguna ingeniería porque me gustaban mucho las matemáticas, pero no había sido admitido, y fue mi primo quien me dijo que no perdiera la esperanza y que me presentara a la Nacional, que si pasaba podíamos vivir juntos en Palmira y hacernos compañía”.

    John Edisson se presentó sin mucha esperanza y recuerda que consultó los resultados del examen de admisión una noche de viernes, tres días después de su publicación. “Después de leer con mucho detenimiento finalmente encontré una parte donde decía: ‘bienvenido a la Universidad Nacional de Colombia, usted fue admitido al programa curricular de Matemáticas’. Yo no lo podía creer”, comenta.  

    No pasó a la Sede Palmira sino a Medellín y se preguntó si sería capaz de estar tan lejos en una ciudad nueva para él. Después de la conversación con Jorge Enrique les dijo a sus padres que se iba a aventurar y finalizando enero de 2013 su papá, Vicente, lo trajo y lo dejó instalado. “Yo llegué a compartir habitación con un paisano que estudiaba acá Estadística y que contacté gracias mi primo”.

    En los primeros semestres Geometría Vectorial, Cálculo Diferencial y Sistemas Numéricos fueron las materias que lo pusieron a tambalear y vino de nuevo la pregunta por su capacidad para llevar a buen término la aventura que había comenzado tan lejos de casa. Curiosamente, fueron esas mismas materias y la admiración que le suscitaron algunos profesores lo que le impidió desfallecer.

    “Yo las sentí como un desafío personal, además tenía una responsabilidad con mi familia, sobre todo materna, porque soy el único que ha llegado a la universidad”. A eso se empezó a sumar su gusto por las matemáticas: “por ejemplo, ver definida una suma o una multiplicación como una función recursiva me parecía genial. Eso me motivó a seguir aprendiendo” resalta.

    Cuando se sentía solo o le iba mal en un parcial, John Edison se refugiaba en la guitarra y en la música pero, sobre todo, en estudiar mucho; las matemáticas también lo rescataron de la soledad que muchas veces le representó la ciudad. De esa época algo que lamenta, sin embargo, es no haber aprovechado otras ofertas de la Universidad como los escenarios deportivos o culturales, pero también considera que mirar al pasado con ojos de arrepentimiento no tiene sentido porque eso lo desvía tanto del presente como del futuro.

    Respecto a lo que viene tiene muy clara una cosa: así como en la adolescencia se le metió en la cabeza que no se iba a dedicar a labrar la tierra, sino que “iba a ir a la universidad”; tras recibir el diploma que lo reconoce como matemático, quiere seguir formándose. “Yo creo que el ser humano está aprendiendo siempre y en ese proceso no hay que dejar de lado el conocimiento, por eso quiero seguir estudiando. El conocimiento te lleva más allá de las propias preocupaciones, te vuelve más crítico y te hace querer aportar a la sociedad”.

    John Edison es el segundo guambiano en graduarse de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, el primero fue su paisano Fabio Nelson. En ese sentido, también reconoce que tiene una responsabilidad más que consigo, con su familia y con su comunidad; John Edison, hace parte del resguardo indígena de Guambia (Cauca).

    “Yo quiero seguir aprendiendo para, en un futuro, poder aportarle a mi comunidad. Algo de lo que estoy convencido es de que tenemos que conocer lo nuestro y valorarlo, pero también lo de afuera porque no podemos aislarnos. Nuestra responsabilidad como estudiantes indígenas es muy grande para poder defender nuestra comunidad”, destaca.

    John Edison quiere hacer una maestría que lo acerque a los sistemas financieros y al devenir de los mercados, ese es su próximo reto. Mientras tanto, es profesor en un colegio de Medellín donde dicta clases de matemáticas y física a estudiantes de bachillerato. No sabe si en un futuro podría dedicarse a la docencia, por ahora, ser profesor también constituye para él un proceso de retos y de aprendizajes: “los niños siempre están enseñándome algo y es una responsabilidad muy grande saber que puedo aportarles algo a su formación como personas”.

    En la Universidad John Edisson recibió, entre muchos, dos aprendizajes que asegura lo acompañarán para toda la vida: uno, a pensar estructuradamente y, dos, que no hay que dejar de moverse porque la existencia es transformación. Esas premisas lo fortalecen y animan.

    (FIN/CST)

    16 de agosto del 2019