72 cuentos se presentaron a la séptima versión del Concurso de Cuento Corto de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín. Seis propuestas fueron premiadas y los jurados invitados destacaron el oficio de la escritura que deja entrever la calidad de los textos revisados.

Temas recurrentes en la historia de la literatura como la soledad, el amor, la vida y la muerte; y otros que empiezan a tomar fuerza como el cambio climático y el respeto por la diferencia y la diversidad, guían las preocupaciones que se leen en los textos de la comunidad universitaria que, para el profesor Andrés Osorio, uno de los jurados, “tiene mucho que decir y es bueno que lo manifieste mediante la creación literaria”.

Precisamente una mirada “contraintuitiva” de la eterna pugna entre la vida y la muerte es el tema del cuento ganador en la categoría Temática libre: Reencarnación, escrito por Santiago Ruiz Idárraga, egresado de la Maestría en Estética.

“Si bien el cuento hace referencia a una creencia que hace parte de la cosmogonía oriental, también parte de una interpretación que hace el psicoanalista francés, Jacques Lacan, de esa noción de reencarnación en la que plantea que es como una especie de pesadilla o tortura pues dice que no existe tal cosa como angustia de muerte sino angustia de vida”, explicó Ruiz Idárraga. Precisamente su texto hace referencia al hastío por la vida y no al temor por la muerte.

En segundo y tercer lugar de esta categoría se ubicaron los cuentos Sincronía, de Sergio Andrés Ospina, y Hache de soledad, de Ricardo Ramírez. Para los escritores de los tres textos ganadores, quienes ya se habían presentado en otras ocasiones al Concurso, el oficio de escribir es un ejercicio de ensayo y error en el que la disciplina termina por premiar el esfuerzo y la dedicación.

Sobre esto, Santiago Ruiz Idárraga, se refirió a la “tolerancia a la frustración como un concepto fundamental en la escritura por cuanto es el que permite crecer como narrador”.

Además de los tres relatos premiados en Temática Libre el Concurso, organizado por la División de Bibliotecas de la Sede y por la Sección de Cultura de la Dirección de Bienestar Universitario, entregó tres mociones de reconocimiento a los cuentos Cinco Meses, de Lorena Padilla, como el más comentado en la web; Ellie, de Mariana Hernández, escrito en otro idioma; y Drama de viejas, de Valentina Rodríguez, resultado del Taller de Escritura Creativa.

Precisamente, el escritor y editor, José Ardila, fue el encargado de dictar el Taller y el otro jurado invitado. Para él la “creatividad para narrar, la calidad de la escritura y, en muchos casos, algo como el oficio de escritor” son las generalidades que permiten hacer un buen diagnóstico del Concurso.

Escribir, ¿para qué?

“Yo lo hago para parodiar mi realidad”, afirma Valentina Rodríguez. “Yo como un desahogo, para cambiar de ambiente y pensar en cosas trascendentales y liberadoras”, dice Mariana Hernández. Por el placer de contar, para expiar los demonios internos, para sanar o con el propósito que sea, dirán otros; lo importante, plantea el profesor Osorio, “es hacerlo”.

“Escribir es una de las actividades creativas fundamentales para las personas, a través de ella desarrollamos algunos elementos de la esencia humana que no desarrolla necesariamente el pensamiento netamente científico. Además, el proceso creativo de la escritura puede ser muy liberador en tanto nos permite decir cosas que de otra manera no diríamos”, agregó el profesor.  

Pensamientos, emociones, sensaciones, deseos, recuerdos, anhelos, anécdotas, mundos posibles, todo cabe en la literatura y es susceptible de ser narrado en el cuento literario; lo más importante, sin embargo, es tener presente que este “trasciende lo anecdótico y que, en ese sentido, necesita la misma rigurosidad, disciplina y pasión, que cualquier arte, oficio o disciplina”, concluyó el escritor José Ardila.

Los 72 cuentos pueden leerse en: https://7concursodecuentocortounenlaweb.blogspot.com/

(FIN/CST)

5 de agosto del 2019