A través de un circuito lineal de unos seis metros sembrado de supuestas minas antipersonales cinco carritos: Mordelón, Leonardo, Frankenstein, Suicide Squad y La Furia, diseñados por estudiantes de sexto semestre de Ingeniería Mecánica y operados a control remoto, tenían el reto de retirar la mayor cantidad de objetos explosivos en una contrarreloj de cinco minutos.
Con esta actividad el profesor Fernando Guevara, de la asignatura Elementos de Máquinas II, buscó incentivar en sus estudiantes el interés por hacer reales y tangibles sus diseños.
Los cinco equipos que participaron en la actividad debían diseñar un carro que no midiera más de 20 centímetros de ancho y 30 de largo y que no superara cuatro motores. “El objetivo es que los muchachos aprendan a seleccionar los componentes adecuados y a hacer un manual de los mismos. Con el tema del proceso de paz la idea fue trabajar sobre el desminado lo cual implicó para ellos empaparse de la realidad actual del país”, contó el docente.
Para Sebastián Gallego, del equipo Suicide Squad, la experiencia fue bastante positiva y aunque la suerte no los acompañó pues durante la prueba se les quemó un motor, el estudiante resalta los aprendizajes a los que llegaron en el proceso de investigación y construcción del prototipo.
“El mayor reto fue el presupuesto y lo referente a precios, eso sin contar con que teníamos que diseñar algo real con base en ciertos parámetros. Y el aprendizaje más grande fue concluir que a veces uno sobre dimensiona las cosas sin ser consciente de que los planes fallan y es necesario un plan B que uno generalmente no tiene”, aseguró Gallego.
Sobre la actividad propuesta por Guevara, Juan Esteban García, de noveno semestre de Ingeniería Mecánica y quien participó como espectador, señaló que lo valioso es que permite poner en práctica conocimientos teóricos
“Además de que la experiencia es muy bonita, en realidad uno enfrenta problemas reales de ingeniería durante el desarrollo del carrito y eso nos ayuda mucho como estudiantes a despegar la creatividad y también es muy interesante ver las diferentes formas en que los otros equipos trabajan para lograr el mismo objetivo”, dijo García.
Si bien el ejercicio hace parte del componente evaluativo de una asignatura, el profesor Guevara no descarta llevarlo a un escenario mayor. “Todavía queda la expectativa de tratar de hacer un concurso involucrando otras facultades, no obstante, esto demanda un compromiso más serio y un gran apoyo de otras dependencias en términos económicos”, concluyó el profesor.
27 de noviembre del 2015