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Cambio climático, pérdida de biodiversidad por extinción de especies, agotamiento de recursos no renovables, desplazamiento y destrucción de culturas y saberes milenarios, hambruna, problemas sociales y otras particularidades configuran la realidad presente y futura del siglo XXI. El profesor Miguel Ángel Altieri de la Universidad de California, Berkeley, habla de la agroecología como una herramienta de desarrollo viable de cara a ese contexto de crisis.

  • Entre las propuestas fundamentales de la agroecología están los sistemas de policultivo. Foto tomada de: https://bit.ly/2NxhvGp

    Entre las propuestas fundamentales de la agroecología están los sistemas de policultivo. Foto tomada de: https://bit.ly/2NxhvGp

  • Para el profesor Miguel Ángel Altieri el momento actual es el preciso para la amplificación y expansión de la agroecología.

    Para el profesor Miguel Ángel Altieri el momento actual es el preciso para la amplificación y expansión de la agroecología.

  • Miguel Ángel Altieri es profesor de la Universidad de California, Berkeley y una de las autoridades ambientales en el tema de cambio climático y agroecología.

    Miguel Ángel Altieri es profesor de la Universidad de California, Berkeley y una de las autoridades ambientales en el tema de cambio climático y agroecología.

  • La agroecología es un modelo sostenible, amigable con el medio ambiente y que respeta y reconoce el conocimiento tradicional.

    La agroecología es un modelo sostenible, amigable con el medio ambiente y que respeta y reconoce el conocimiento tradicional.

    Esta disciplina científica, que nació en América Latina a comienzos de la década de 1980 como una herramienta alternativa de desarrollo rural, adquiere hoy más valor que nunca pues tiene como base un diálogo de saberes que integra ciencias occidentales, como la ecología y el avance de la agronomía, con los conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas y campesinas.

    “La agricultura industrial, que ocupa el 80% de la tierra cultivable en el mundo, está colapsando debido al cambio climático y a problemas de plagas, principalmente, dado que son monocultivos que no tienen resiliencia, además los sistemas se están erosionando y salinizando; por lo tanto, tenemos que buscar otra alternativa y el único camino hacia el futuro está en la agroecología. Ya no existe otra alternativa”, destacó el profesor Altieri y se refirió a la necesidad de amplificarla y escalonarla.

    Ejemplos positivos como los de Brasil, donde las políticas agrarias han impulsado la agroecología, o Uruguay, donde se aprobó una ley nacional en este campo, además de las experiencias exitosas de pequeñas comunidades en otros países de América Latina como México o Colombia dan cuanta del avance de esta ciencia que, de hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la reconoce como un camino viable frente a la crisis.

    Sin embargo, el profesor Altieri expresó que hay que hacer frente a las barreras que todavía le impiden a la agroecología expandirse de manera ideal, “entre ellas priman las de tipo político y socioeconómico como el control que tienen las multinacionales sobre el sistema alimentario y las demandas del mercado”.

    Entre las estrategias para contrarrestar estas barreras el experto resaltó la creación de un sistema alternativo de agricultura y de mercados que, si bien se enmarcan en el modelo de economía capitalista, no se rigen totalmente por reglas del mercado: “en él entran a jugar un papel importante los arreglos de tipo solidario entre las comunidades y los consumidores”, precisó.

    En ese orden, el profesor Altieri expuso que la agroecología puede tomar formas tecnológicas diversas: a nivel de la agricultura campesina se ajusta a la realidad socioeconómica de las comunidades y a sus conocimientos. Del mismo modo, se puede aplicar a gran escala en la agricultura comercial: “en grandes propiedades se pueden hacer policultivos mecanizados y de esa manera romper con el monocultivo y crear mejores condiciones ecológicas para el control biológico o el reciclaje de nutrientes, por ejemplo”, explicó.

    Si bien esta disciplina ha ganado un terreno importante en el mundo es importante que más gobiernos se sumen a los esfuerzos de los movimientos sociales, así como a las comunidades indígenas y campesinas que hay detrás de estas prácticas. “Es necesario establecer diálogos que permitan crear políticas que favorezcan el crecimiento de la agricultura de base agroecológica, fomentar la formación de jóvenes que tengan acceso a la tierra, garantizar el acceso a la tierra y para ello son necesarios programas de reforma agraria”, puntualizó el profesor.

    El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas prevé que para el 2050 alrededor del 70% de la población mundial vivirá en zonas urbanas; adicionalmente, la edad media de los agricultores hoy es de 50 a 55 años ¿Quiénes son, entonces, los agricultores del futuro y quiénes nos va a alimentar?, es el cuestionamiento que según el profesor Altieri debería marcar los pasos a seguir.

    (FIN/CST)

    6 de marzo del 2019