El científico, el escritor, el divulgador, el humanista. Con la muerte de Stephen Hawking la humanidad perdió a un hombre de ciencia, uno de los más grandes astrofísicos de los últimos tiempos, pero la Ciencia también perdió a uno de sus mayores divulgadores.

 Para el profesor Roberto Enrique Martínez Martínez de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá, por ejemplo, con la muerte del científico que demostró que el origen del Universo está estrechamente relacionado con una gran explosión (Big Bang) y que sacó del anonimato los agujeros negros, hay una ruptura en el conocimiento humano que sin embargo deja marcadas algunas rutas sobre todo para que jóvenes investigadores propongan nuevos caminos aprovechando el terreno abonado por Hawking.

Al respecto, es necesario referir que el trabajo más importante del físico cosmólogo tiene que ver con que hizo los primeros avances en alcanzar un objetivo del que se ocupa la Física desde Einstein, y tiene que ver con la unificación de todas las leyes de la naturaleza en una sola teoría.

“Esto en la actualidad consiste en unificar la Mecánica Cuántica y la Teoría General de la Relatividad y en el teorema de la Radiación de Hawking se propone que los agujeros negros emiten radiación por fenómenos cuánticos que se presentan en campos gravitacionales intensos; ahí juegan una gran importancia ambas teorías. Es así que él dio los primeros pasos hacia esa unificación”, explicó el doctor en Física y profesor de la U.N. Sede Medellín Luis Alberto Sánchez Duque.

En ese sentido, el profesor Willian Antonio Ponce Gutiérrrez, director del Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Antioquia, resalta que si bien la teoría de Hawking sobre los agujeros negros aún no está comprobada, porque hasta ahora solo hay candidatos de agujeros negros en el Universo, “el trabajo que queda es principalmente experimental, precisamente para poder comprobar las teorías del físico cosmólogo Hawkins”.

Además del estudio profundo del universo, Hawking abrió el debate en temas polémicos como a la posibilidad de buscar vida en otros planetas y galaxias y de si es pertinente comunicarse o no con otras formas de vida inteligente en caso de descubrirla.

Ya fuera por su IQ de 160, por sus cortas apariciones en The Big Bang Theory, por su manera de reírse de sí mismo o simplemente por ser ejemplo de superación, Hawking estuvo siempre en el radar de la humanidad. Desde sus colegas científicos hasta el ciudadano invisible sabía quién era este personaje y lo que representaba para el mundo más allá de la ciencia, la física o incluso de la esclerosis lateral amiotrófica que le diagnosticaron a sus 21 años.

Al respecto, el profesor Martínez Martínez insiste en que el mundo precisa de personas, sobre todo en el caso de los hombres de ciencia, que exploren, imaginen y descubran; “todo eso acompañado de esa sensibilidad humana y habilidad de divulgación del conocimiento que caracterizaron a Hawking, más aún cuando los científicos generalmente son personas retraídas sin la capacidad de enseñarle a la sociedad la importancia del conocimiento científico”.

En ese mismo sentido, el profesor Ponce Gutiérrez es enfático en que el reto que deja a los científicos la muerte de Hawking es justamente hacer cercana la ciencia. “Muy pocos de nosotros somos capaces de colocar de manera inteligible lo que hacemos y él lo hizo en varios de sus libros. Él era una persona muy carismática y una de sus principales cualidades era saber explicar de una manera sencilla lo que hacía”.

Y el desafío es sin lugar a dudas extensible a las universidades, colegios, escuelas y a todos los lugares donde hoy, sin saberlo, se forman los futuros genios de la humanidad.

En este sentido el profesor Sánchez Duque reconoce el esfuerzo que la U.N. ha hecho siempre por dar a conocer su quehacer científico e investigadito en todas las áreas del conocimiento. Y agrega que “allí donde hay profesores investigando está el compromiso de la divulgación que no es otra cosa sino la forma de hacer saber a la gente que la ciencia, por abstracta que sea, importa; y esto es una obligación con la sociedad”.

Finalmente, los profesores coinciden en que será siempre valioso cultivar la calidad humana de cada profesional dedicada o no al mundo de la ciencia, otro de los grandes aportes de Stephen Hawking en sus 76 años de vida. Y en este aspecto Ponce Gutiérrez destaca una de las más célebres frases del teórico de los agujeros negros. “el Universo no sería gran cosa si no fuera el hogar de la gente a la que amamos”.

(FIN/CST)

28 de marzo del 2018