La solidaridad es un valor que fortalece los lazos de hermandad entre personas pero, ¿sucede lo mismo cuando los hermanos son países? Frente a la masiva llegada de venezolanos al territorio Colombiano algunos expertos hablaron en términos de cómo ha respondido la institucionalidad y de qué es importante seguir teniendo en cuenta respecto a una situación que podría ser complicada para Colombia si no se le da un adecuado tratamiento.

Desde el 2017, con la profundización de la crisis política, económica y social en Venezuela, miles de ciudadanos salieron de su territorio en búsqueda de una nueva oportunidad. Quizá debido a que Colombia y Venezuela comparten un territorio limítrofe de más de dos mil kilómetros: la frontera más larga de ambas naciones, este ha sido uno de los países que más migrantes ha recibido.

Se calcula que más de 500 mil venezolanos han ingresado a Colombia a través de puestos fronterizos autorizados y según datos de migración Colombia alrededor de 37 mil personas lo hacen diariamente; estas cifras, por supuesto, dejan por fuera a quienes entran de manera irregular al territorio nacional.

Al respecto, el profesor Aaron Tauss de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la U.N. Sede Medellín, señaló que la crisis que vive el vecino país terminará afectando de manera directa a Colombia precisamente por su condición de hermano.

“En los departamentos fronterizos desde arriba en La Guajira hasta la Orinoquía, la situación política, económica y social, tiende a complicarse si tenemos en cuenta que estos son lugares que históricamente han tenido niveles altos de desempleo y donde la economía es un poco más débil; la llegada de tantos venezolanos buscando trabajo y vendiendo productos, muchos de ellos de contrabando, impactará negativamente a estas regiones”, dijo.

Así mismo el profesor indicó que la situación social también debe ser tenida en cuenta dado que podrían exacerbarse cierto tipo de conflictos.

“Hay que analizar el papel que de uno u otro modo ha jugado Colombia en la crisis política y económica que ahora vive Venezuela porque el asunto es complejo, así que también hay que pensar desde una perspectiva crítica el rol que seguirá jugando el país en el tema”.

Colombia no estaba preparada para una oleada de migrantes, ahora la pregunta es ¿qué debe hacer?

Para el profesor de la Universidad de Antioquia y doctor en Planeación Urbana y Regional, Omar Alonso Urán Arenas, en el momento no hay una información clara sobre qué tipo de población está llegando, es decir, falta caracterización en cuanto a edades, profesiones, género, etc. Y “lo primero que se está imponiendo es hacer un rápido mecanismo de monitoreo, porque no tener eso está llevando al gobierno a improvisar en las fronteras”.

Así mismo el profesor dijo que es necesario plantear escenarios de proyección y análisis con base en informaciones ciertas.

Y agregó que es importante establecer tanto un carácter investigativo como de política latinoamericana e internacional de tal suerte que esto ayude a financiar los estudios y a llevar la responsabilidad económica y política de lo que significa sostener a una población migrante en condiciones de no preparación, como es el caso de Colombia.

Cómo ha respondido Medellín a la situación

Los migrantes que ingresan regular o irregularmente al país no solo se establecen en zonas fronterizas. Aunque no hay un censo real que dé cuenta de los venezolanos en Medellín, según Juan Fernando Gómez, de la Personería, se calcula que habría entre cinco y seis mil residiendo en la capital antioqueña. Y aunque, hasta ahora, su presencia en el territorio no ha sido un problema, el Personero resaltó que la ciudad debería prepararse para la posible llegada de más población.

Según el último informe de la Personería de Medellín en el 2017 se registraron 229 casos relacionados con migrantes venezolanos en las que los temas recurrentes fueron atenciones en temas de salud y educación, así como trámites migratorios y de documentación.

“Para finales del año pasado con la Organización de las Naciones Unidas se logró establecer una oficina para la atención a población venezolana. Igualmente, a través de la expedición del Permiso Especial de Permanencia (PEP) se pudo aliviar un poco el asunto de la estadía irregular. Hoy celebramos que ese PEP se amplió hasta por dos años”, contó el Personero.

El PEP les permite a los venezolanos que han ingresado al país por un puesto fronterizo migratorio autorizado y con pasaporte sellado por Migración Colombia, estar en el territorio nacional de manera regular, acceder a un trabajo digno, educación, salud y demás garantías estatales.

Frente a las advertencias de la Cancillería y de Migración Colombia con respecto a la continua movilización de migrantes, que podría estar entre 500 mil y un millón este año, Gómez hizo un llamado a las autoridades locales y nacionales.

“Desde la Personería de Medellín insistimos en que el Estado deberá brindar soluciones tanto a los migrantes que entren de manera regular como a los que ingresen por puntos de migración no autorizados, requerimos activar con urgencia los protocolos de atención, todas las ciudades deben estar preparadas para brindar las garantías necesarias a la población por lo menos mientras mejora la situación del vecino país”, concluyó Juan Fernando Gómez.

(FIN/CST)

16 de febrero del 2018