Medio: El Colombiano
Fecha: 20 de agosto de 2019
A mediados de la década de los sesenta se inició un inminente crecimiento en el Valle de Aburrá, tras el cual se empezó a concentrar gran parte de la población antioqueña; se pensó que el Río Medellín era el eje de desarrollo de la ciudad. Este río cuenta con una longitud de 100 km y con un caudal aproximado de 30 metros cúbicos por segundo, cifra relativamente baja debido a su canalización. A pesar de este crecimiento urbano, no se contaba con ningún sistema de recolección de aguas residuales, las cuales eran descargadas directamente al río. Los malos olores y la contaminación comenzaron a alertar a la ciudad, por lo cual en 1982 se desarrolló el programa de saneamiento del río, adoptado por EPM, entidad que debió construir un sistema de tratamiento de aguas residuales con cuatro plantas distribuidas en la ciudad.