Música, luces, deporte, actividades culturales y diversión se vivió en el campus El Volador durante la primera edición de Noches UNAL. Entre cine de terror, pijamadas literarias, lectura colectiva, talleres creativos, competencias y recorridos, la comunidad universitaria vivió una jornada nocturna pensada para habitar y disfrutar el campus más allá de lo académico, en un ambiente de convivencia, arte y reflexión.
El miércoles 15 de octubre, en el campus El Volador de la UNAL Medellín no todas las personas se apresuraron a salir de la universidad antes de las seis de la tarde. El ambiente fue distinto, de pausa, de alegría. En diferentes espacios hubo actividades por disfrutar y, al atenuarse la luz del día, quienes pasaban por la plazoleta ubicada entre el bloque 41 y la Biblioteca Efe Gómez, admiraron el caimito, el árbol que hay allí, de nombre científico Chrysophyllum cainito, que fue iluminado de violeta. Con él, varios se tomaron fotos.
Esa fecha quedó en el recuerdo de la comunidad académica como la primera versión de Noches UNAL bajo las estrellas, una jornada ideada para habitar el campus en la noche a través de la cultura y el deporte, con una jornada de actividades para la convivencia y el compartir, según la vicerrectora de la Sede, Mary Luz Alzate Zuluaga. El espacio se extendió hasta las 9:00 p. m. y, para garantizar el disfrute de los eventos académicos, culturales y recreativos, se dispusieron dos rutas de buses adicionales hacia la estación Suramericana del Metro.
Las dependencias y facultades participantes fueron convocadas por la Red Cultural UNAL que consolidó una programación pensada para que la comunidad de la Sede se apropie de los espacios, de la vida cultural y universitaria, de acuerdo con la coordinadora Lis Johana Tamayo Molina, para quien “la idea es que los estudiantes disfruten lo que hay más allá del salón de clases. Si bien vienen a formarse académicamente, hay algo muy importante que es la posibilidad de disfrutar de otras alternativas de esparcimiento”.
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En la penumbra, en la Plazoleta de la Luz se oía hablar sobre el terror, la muerte y cómo estos temas han sido estudiados desde áreas del conocimiento como la sociología, la antropología, la historia, la literatura y la filosofía. Todo esto en el marco del cine del horror, que invitó a reflexionar sobre asuntos sociales y culturales, por ejemplo, la construcción de la figura del monstruo como un ser que inspira miedo y puede permear la percepción de la realidad.
“Las películas de horror son muy sintomáticas, nos hablan de los miedos y las ansiedades de las épocas”, dijo el psicólogo mexicano Pedro Alejandro González, del Festival de Cine Fantástico y de Terror Fantasmagoría, durante el conversatorio que se hizo como preámbulo a la proyección de la película colombiana de 1977 de suspenso y terror, Funeral siniestro, escrita y dirigida por Jairo Pinilla Téllez.
“Estas actividades, en la noche, hacen que uno pueda relajarse y cambiar de ambiente”, destacó Samuel Miranda, estudiante de Ingeniería Física, para quien la proyección de la película fue un acierto en el sentido de “que es muy chévere que se trate de una película colombiana. Es bueno que se tome algo local y diferente”.
Hubo también historias menos tenebrosas que se relataron en la Biblioteca Efe Gómez, que convocó a los interesados en las letras y la narración oral a la pijamada literaria, en la que hubo, además, una particular degustación de libros. Después de escuchar cuentos comiendo crispetas, los asistentes escanearon códigos QR que los llevaron a descubrir lecturas y audiolibros. Una de las personas que disfrutó la actividad fue María Paula Acosta, estudiante de Ingeniería Química, a quien la jornada le resultó “interesante, chévere e innovadora. Me gusta que la Universidad se active en la noche, porque a veces a la gente le gusta quedarse o hacer otras actividades”.
La Biblioteca Efe Gómez ya tiene experiencia en generar espacios nocturnos, como el de Biblioteca 24 horas, destinado únicamente para fines académicos. De ahí que vincularse a Noches UNAL bajo las estrellas, “es interesante porque buscan incentivar el hábito lector y para nosotros es muy bueno este tipo de espacios, diferentes a lo cotidiano”, destacó Sonia María Valencia Grajales, jefa de la División de Bibliotecas de la Sede.
A la par, en la plazoleta donde está el caimito, también varias personas de la comunidad universitaria se reunieron a leer, en este caso, textos del género terror, como parte del club de lectura Club de la Medianoche: Fantasmagoría, actividad realizada por la Sección de Cultura de Bienestar Universitario y que los asistentes disfrutaron a pesar de la lluvia. Para Antony Giraldo, estudiante de Ingeniería Agronómica y uno de los asistentes, “esta es una manera nueva y distinta de habitar los espacios, compartirlos y que sean diversos y culturales, es una muy buena posibilidad”.
Noches UNAL bajo las estrellas se realizó con actividades en simultáneo para todos los gustos y en los diferentes espacios del campus El Volador. Otras de ellas fueron: Facu de Rimas, el taller de guadua "Del tallo a la estructura", el torneo interno de fútbol sala, la ruta de murales y grafitis y el karaoke 360, que revivió los mejores éxitos musicales de la década de los 80 y que garantizó risas y diversión. En noviembre y en diciembre se realizarán nuevas versiones.
(FIN/KGG)
20 de octubre de 2025