De la reflexión académica al espacio expositivo, Visiones Oraculares surgió en la asignatura Prácticas curatoriales (2025-1) como una iniciativa en la que los estudiantes plasmaron sus aprendizajes en curaduría y producción. De este proceso nació una muestra que visibilizó el trabajo de egresadas y egresados recientes de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín y la Universidad de Antioquia (UdeA).
Entre el 3 y el 26 de septiembre, Visiones Oraculares estuvo abierta en Sala U. La exposición reunió diez muestras distribuidas en cuatro ejes temáticos que guiaron el recorrido del público y plantearon preguntas como: ¿qué futuro estamos dispuestos a imaginar?, ¿cómo lo propio se vuelve ajeno?, ¿cuándo la vulnerabilidad nos permite transformar el mundo?, ¿y de qué manera cambian las manifestaciones del territorio?
A partir de estas preguntas, los artistas presentaron muestras que exploraron la especulación sobre el futuro, la extrañeza de lo cotidiano, la vulnerabilidad como potencia y las transformaciones del territorio.
Una especulación sobre el futuro
Desde tiempos antiguos, los oráculos han sido una forma de intentar develar el porvenir. Inspirados en esta idea, Valentina Tobón (egresada UNAL) con Laboratorio de especulación y Daniel Ruiz (egresado UdeA) con La materia del vacío, exploraron la investigación artística como vía para imaginar nuevas formas de coexistencia. Sus obras invitaron a reflexionar sobre las fabulaciones del futuro y sus múltiples posibilidades.
Entre lo propio y lo ajeno
A veces, lo conocido, lo que alguna vez fue íntimo, se vuelve ajeno. Esta transformación, reveladora y a la vez inquietante, fue el hilo conductor de las obras Apenas un susurro, de Juan Baena; La verdad preferiría, no querer, de Juancho Hernández, y Tal vez un reflejo ideal, de José D. Gil (egresados UdeA). Estas propuestas abrieron miradas hacia la extrañeza, las pérdidas y los mandatos que atraviesan la experiencia humana.
La vulnerabilidad como potencia frente a los dispositivos de poder
En Transitus, de Camí Durango (egresada UdeA), y Mi primera obra de arte, de María Adelaida Cárdenas (egresada UNAL), la vulnerabilidad se reconoció como una fuerza capaz de cuestionar estructuras de poder. Con ironía y crítica, ambas obras confrontaron cánones y desestabilizaron normatividades, mostrando cómo lo frágil puede convertirse en potencia transformadora.
Manifestaciones que transforman el territorio
El territorio, sus símbolos y representaciones dominantes fueron reconfigurados en Devociones encarnizadas, de Majé (egresadx UNAL); Multiverso Aburrá, de Karen Marcela Pérez; y Contando historias entre la lona y la cebra, de Sara Moreno Calderón (egresadas UNAL). Estas propuestas imaginaron nuevas formas de ver y sentir, trazando recorridos con el cuerpo y recuperando aquello que había sido subvalorado o exaltado en exceso.
La exposición concluyó el 26 de septiembre, después de tres semanas que incluyeron un taller de tarot, un conversatorio sobre metodologías de investigación–creación, una actividad de mediación a partir del Laboratorio de especulación y una visita comentada.
Estas actividades enriquecieron no solo el diálogo alrededor de las obras, sino también la formación de los estudiantes de Artes Plásticas, quienes participaron a través de una Práctica Académica Especial (PAE). Esta modalidad formativa de la Universidad Nacional de Colombia articula docencia, investigación y extensión, y permitió que los estudiantes acompañasen el montaje, ejercieran monitoría, atendieran al público y vivieran de cerca los retos de la gestión expositiva.
Una iniciativa de Facultad con proyecciones de ciudad
Si bien no es la primera vez que se exponen muestras de egresados de la Escuela de Artes en Sala U. La edición de este año destacó al incluir muestras de egresados de la Universidad de Antioquia. Este paso proyecta la iniciativa como un evento académico y artístico de ciudad, orientado a visibilizar reflexiones actuales sobre investigación–creación y a fortalecer redes entre artistas jóvenes, con la colaboración como eje central.
“La idea es que el próximo año tenga ese talante sin perder la esencia de Visiones Oraculares ni la participación de los estudiantes del programa de Artes Plásticas de la UNAL en todo el proceso: curaduría, investigación, selección, diseño museográfico y diseño curatorial”, señaló Nadia Moreno Moya, directora de Sala U y docente de la Escuela de Artes UNAL.
Nosotrxs, en primera persona (2023) y 6 cuadras más (2024) hacen parte de las exposiciones recientes que han reunido el trabajo de egresados de la Escuela de Artes UNAL.
Una apuesta colectiva por la investigación–creación en artes
Visiones Oraculares es el resultado curatorial de las reflexiones de los estudiantes de la asignatura Prácticas Curatoriales (2025-1), a cargo de la docente Carolina Chacón. Con el apoyo de la Facultad de Arquitectura, a través de Sala U. La iniciativa articuló el trabajo de egresadas y egresados recientes de la Escuela de Artes con el de artistas de la UdeA.
“En un ejercicio de fortalecimiento de sus diálogos, nos pareció pertinente extender en esta ocasión la invitación a los estudiantes de Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia”, señaló Nadia Moreno Moya, quien además resaltó el valor del aprendizaje colectivo: “Hemos notado que los estudiantes aprenden más y la experiencia se enriquece cuando tienen la oportunidad de conocer trabajos de otros estudiantes, de otras carreras, y comprender mejor el enfoque de su formación”.
De acuerdo con Moreno, este ejercicio académico y artístico es resultado de reflexiones conjuntas entre docentes de la Escuela de Artes Plásticas y se vincula a los esfuerzos del proceso de armonización curricular que adelanta la Escuela, con una apuesta por lo colaborativo en la formación artística.
“El objetivo es que sea un proceso cada vez más amplio, que propicie contactos entre estudiantes y les permita conocer la práctica curatorial y el trabajo de artistas jóvenes de la ciudad, más allá del contexto universitario”, agregó la directora de Sala U, quien acompañó a los estudiantes en la producción y el montaje.
“Ha sido un proceso gratificante por el hecho de colaborar junto a compañerxs y colegas artistas que se encuentran en un momento similar de sus procesos. Esto permite que las conversaciones y los dilemas se den de manera horizontal y se llegue a acuerdos con facilidad. Al mismo tiempo, exponer en un espacio universitario como Sala U posibilita lecturas del trabajo por parte de públicos diversos, lo cual expande las miradas sobre una pregunta de investigación”, destacó Valentina Tobón sobre su participación en Visiones Oraculares.
Por su parte, José D. Gil resaltó la acogida del público hacia su obra: “La experiencia fue muy positiva, al ver la interacción con la pieza y cómo ha cambiado estéticamente, desde un computador portátil hasta uno de mesa. La presencia de la obra se ha potenciado, generando una fuerte interactividad, lo cual me deja muy satisfecho. Además, fue agradable encontrar personas nuevas con quienes colaborar, que aportaron al proceso para que fuese lo más enriquecedor posible”.
Más que una exposición, Visiones Oraculares fue un ejercicio de imaginación colectiva. Una muestra de cómo estudiantes, egresados y docentes de la Escuela de Artes de la Facultad de Arquitectura UNAL Medellín están construyendo un futuro donde arte y conocimiento dialogan con la ciudad. La amplia asistencia del público confirmó el valor académico y pedagógico de esta apuesta, al convertir la práctica curatorial en una experiencia de aprendizaje compartido.
(FIN/JGA-Facultad de Arquitectura)
6 de octubre de 2025