La fila de espectadores seguía creciendo afuera del Teatro Pablo Tobón Uribe, superando incluso el aforo del espacio. La promesa de vivir el cine como se hacía hace 100 años, despertaba la curiosidad de adultos, jóvenes, niñas y niños. Se apagaron las luces y con una sincronía perfecta, la banda sonora empezó a tocar, ambientando esa visita al pasado de tonos blanco y negro que se visualizaba en la pantalla grande.
Bajo el cielo antioqueño es una de las primeras películas filmadas en Medellín que marcó un hito en la historia de la cinematografía del país. Esta joya silente es un viaje a la cultura, los paisajes, las visiones, las historias y las ideas inmortalizadas en video de la élite de la ciudad de aquella época. La película fue realizada bajo la dirección del dramaturgo y cineasta bogotano Arturo Acevedo Lucero, bajo el guion y la producción del empresario medellinense Gonzalo Mejía Trujillo.
La pieza que se proyectó de Bajo el cielo antioqueño fue restaurada por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano y musicalizada en vivo por la banda sonora creada por el Semillero Motifilm del Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM), interpretada por Ensamble Arcob. De la iniciativa también hicieron parte la Cinemateca de Medellín, el Teatro Pablo Tobón Uribe, Cinemas Procinal, la Alcaldía de Medellín, el ITM y la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín.
María Emma Mejía, hija del guionista y productor de la película, asistió a la gala con sus familiares y recordó el tiempo en que su padre guardaba las latas de película de nitrato, originales de Bajo el cielo antioqueño, bajo su cama, la de sus hermanas y hermano.
“No sé por qué nos dejaron las latas de nitrato bajo la cama y nos las íbamos turnando hasta que me tocó a mí, y yo era feliz, yo voy a volar aquí porque el nitrato es autoinflamable, y pasó el tiempo hasta que mi mamá nos las quitó y obligó a mi papá a sacarlas de la casa, pasaron por su cama hasta que las entregamos al gran maestro Hernando Salcedo Silva, quien las guardó hasta que Patrimonio Fílmico las heredó y empezamos, poco a poco, con pocos recursos, a trabajarlas”.
Para María Emma, “si no es por la memoria audiovisual, que también se guarda como si estuviera en una biblioteca y fuera prácticamente unos circulables, no hubiéramos tenido ninguna posibilidad de reconocernos a nosotros mismos en lo que fuimos en un pasado”.
Por su parte, para el cineasta colombiano Víctor Gaviria González, , esta gala que se vivió el 24 de agosto “la estábamos esperando hacía rato. Hoy se presenta aquí restaurada, por Patrimonio Fílmico, Bajo el cielo antioqueño, que fue realizada hace 100 años, en 1925, y hoy se actualiza con una música que compuso el semillero del ITM, bajo la guía de Julián Brijaldo. Por primera vez vamos a ver y a vivir la película con nueva música, va a ser extraordinario, está María Emma Mejía, la familia del querido Gonzalo Mejía y toda la gente que hemos hecho posible esto… Es una experiencia de actualizar esa película, volverla a vivir y volver a vivir a Medellín a través del cine”.
La vicerrectora de la UNAL Medellín, profesora Mary Luz Alzate,“Es muy importante hacer parte de estos espacios y, en general, de toda la producción cultural que se está dando en la ciudad de Medellín”. A su vez, considera que esta confluencia de apoyo de distintas instituciones son las que hicieron posibles un evento como estos y “para la Universidad es importante darle la centralidad a la cultura y a las distintas formas de memoria fílmica de la ciudad”.
Esta proyección es una “celebración” por los 100 años de la película, y también 350 años de Medellín, destacó el decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, Óscar Iván Calvo Isaza. “Es para la Universidad Nacional maravilloso hacer parte de la organización de este evento que convoca a la ciudadanía y nos tiene hoy hablando, viendo, escuchando sobre cultura”.
La propuesta de restaurar la película, señaló Juan Diego Parra Valencia, docente investigador de la Facultad de Artes y Humanidades del ITM, “la cual, si se quiere, inauguró el cine en Colombia, habla sobre Medellín y fue hecha en Medellín, hoy tendremos la oportunidad de verla musicalizada con música original y nueva como cierre de la Cátedra Luis Alberto Álvarez que desarrollamos entre la Universidad Nacional de Colombia, el ITM, la Cinemateca y otras instituciones”.
“Con esta actividad celebramos la vida de Medellín, una ciudad que le ha aportado identidad, progreso y arraigo a nuestro país y, en este contexto, celebramos la vida de un aporte de la ciudad a la cinematografía, 100 años de la película Bajo el cielo antioqueño, una obra audiovisual que representa un hito, no solo para la ciudad sino para el cine nacional. Quiero resaltar el concepto de empresa cinematográfica que Gonzalo Mejía imprimió a este proyecto, además de ello resaltar la producción y la apuesta narrativa y técnica que estuvo a cargo de la familia Acevedo, a quienes reconocemos como pioneros del cine nacional”, señaló Alexandra Falla Zerrate, directora de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano.
A su vez, Falla agregó que, “la memora no es un tema solo del pasado, sino que es un ejercicio que nos debe permitir reflexionar sobre el presente”.
Santiago Silva, secretario de Cultura de Medellín, señala que la experiencia que se vivió “es un acto de memoria, porque, así como la película fue un hito en 1925, hoy nos recuerda la importancia de seguir fortaleciendo el sector audiovisual en la ciudad, un sector que aporta a la memoria, la innovación, la circulación cultural y, sobre todo, la creación de relatos que nos permite reconocernos y proyectarnos al mundo… Hoy no solo celebramos el centenario de una película, celebramos la fuerza de la memoria, la mentalidad de nuestro sector audiovisual y la certeza de que Medellín será contando su historia también en imágenes”.
Al terminar la proyección, aquel público, aún con las imágenes y las melodías indelebles en su memoria de la experiencia cinematográfica que acababan de vivir, se levantaron a aplaudir y celebrar la experiencia única que no ocurría desde hace muchos años en los teatros de la ciudad.
(FIN/SRV)
26 de agosto de 2025