Laura Silvana Pérez Restrepo, coordinadora científica del Laboratorio Genómico One Health de la UNAL Medellín, participó recientemente en PanDengue 2025, un congreso internacional realizado en la ciudad, el cual se enfoca en el conocimiento sobre el dengue en las Américas. Durante este encuentro académico, presentó una ponencia basada en investigaciones desarrolladas en colaboración con Laboratorios Abbott, centradas en la identificación de los agentes causales de la enfermedad febril indiferenciada en Colombia. Este grupo de afecciones se caracteriza por síntomas como aumento de la temperatura corporal, dolores articulares y de cabeza, así como la pérdida del apetito, sin que estos signos permitan identificar claramente el patógeno responsable.
En Colombia existen regiones donde la incidencia de enfermedades febriles es especialmente alta, bien sea por diversos factores, como las condiciones ambientales, las zonas selváticas y el paso constante de migrantes, especialmente en rutas hacia Estados Unidos. En este marco, el Laboratorio Genómico One Health de la UNAL Medellín lleva a cabo la recolección de muestras de sangre e hisopados en pacientes en Villavicencio y Acacías (Meta), Apartadó (Antioquia) y Leticia (Amazonas), con el fin de avanzar en la identificación de patógenos asociados a estos cuadros clínicos.
Desde estos territorios las muestras son trasladadas a Medellín, donde el Laboratorio Genómico One Health realiza pruebas serológicas y moleculares con el objetivo de detectar la presencia de virus y anticuerpos. Con ellas se descarta o confirma la presencia de agentes patógenos, en particular arbovirus (virus transmitidos por mosquitos) como el dengue, zika o chikunguña y parásitos responsables de la malaria.
“Con este trabajo buscamos identificar qué patógenos están circulando en estas regiones y, a partir de las muestras, diagnosticar con precisión las enfermedades presentes en los pacientes. Sin embargo, ocurre algo muy particular: aunque muchos de los patógenos son conocidos (incluso en el contexto latinoamericano), no logran cubrir todo el espectro de las enfermedades febriles. Esto significa que, en varios casos, las muestras resultan indiferenciadas, es decir, no podemos determinar su causa con las pruebas moleculares disponibles actualmente”, explica Pérez Restrepo.
Las pruebas moleculares aplicadas a este estudio tienen como objetivo detectar patógenos previamente caracterizados. Para ello, se utiliza una técnica poco común en Latinoamérica llamada secuenciación Metagenómica que combina análisis bioinformáticos y filogenéticos, así como comparaciones entre distintos virus y sus variantes. Esta metodología ha permitido realizar hallazgos significativos, como la identificación del virus Oropouche, en 2021. A partir de este descubrimiento se desarrolló una prueba serológica para medir la seroprevalencia, es decir, el porcentaje de personas en Colombia que presentan anticuerpos en su sangre como evidencia de exposición a este virus.
Según comenta Pérez Restrepo, los investigadores del laboratorio One Health encontraron “bastantes casos” en el país, lo que permitió establecer que el virus Oropouche había estado circulando en Colombia desde tiempo atrás, pero no se había documentado oficialmente. Además, lograron identificar otro virus: virus Mayaro, en dos muestras de pacientes febriles en la ciudad de Leticia.
Este estudio comenzó en 2021 y, a la fecha, ha enrolado a más de 8.000 pacientes. En aproximadamente el 50% de las muestras analizadas se ha logrado identificar el patógeno responsable de los cuadros febriles. La relevancia de investigaciones como esta radica en su capacidad para anticiparse a posibles crisis sanitarias. Como señala la directora científica del Laboratorio, “si logramos identificar el patógeno antes de que genere un brote o una epidemia, podemos implementar estrategias para contenerlo y evitar que escale hasta convertirse en una pandemia”. Un ejemplo concreto fue la identificación del virus Oropouche reportado en 2021, y gracias a este hallazgo temprano, en el 2024, (cuando se registró el brote de este virus en Brasil) ya estábamos preparados para identificar los casos de esta enfermedad, identificando cerca de 50 casos y así se trabajó en medidas de manejo y prevención”.
Es importante destacar también que, actualmente, se registra un brote de fiebre amarilla en el departamento del Tolima, con una preocupante tendencia de dispersión. Ante esta situación, el Laboratorio Genómico One Health, cuyo enfoque integra la salud humana, animal y ambiental, está trabajando de manera conjunta con el Instituto Nacional de Salud (INS) en escribir un proyecto de investigación que busca aprender más de este virus para tratar de contenerlo. Además de su labor operativa, el laboratorio también contribuye significativamente al conocimiento científico sobre enfermedades tropicales, razón por la cual brindó su apoyo al congreso PanDengue 2025.
One Health es un consorcio integrado por la UNAL Medellín y la Universidad de Wisconsin, cuya visión es abordar de forma interdisciplinaria los retos sanitarios emergentes. El director del Instituto de Salud Global (GHI), Jorge Emilio Osorio, resaltó la importancia de la participación en el PanDengue 2025, subrayando que las enfermedades transmitidas por mosquitos (como el dengue, el zika, chikungunya y, ahora, fiebre amarilla) tienen un impacto considerable en la salud pública: “Es muy positivo que la UNAL Medellín, Antioquia y la ciudad sean anfitriones de este evento que atrae la atención a nivel mundial”.
La edición 2025 del congreso, que fue la octava reunión de PanDengue, se llevó a cabo en Medellín del 21 al 24 de abril. Este encuentro es de carácter bianual, es organizado por la Red Panamericana de Investigación sobre Dengue y tiene como propósito principal promover el intercambio de conocimiento, difundir los avances científicos más recientes sobre el dengue y otros arbovirus y fomentar la creación de redes de investigación, prevención y colaboración entre el ámbito académico, entidades gubernamentales y el sector privado.
(FIN/KGG)
19 de mayo de 2025