Medio: El Colombiano
Fecha: 28 de octubre de 2019
El sueño que tienen más de 600 familias indígenas y afro que habitan el casco urbano de Murindó, de esquivar las inundaciones del Atrato, tendrá que esperar por lo menos un año más para verse materializado. Esto, pese a los esfuerzos de la administración municipal y departamental que intentaron dejar listo el proyecto que promete una solución definitiva para la población murindoseña que, luego del terremoto de 1992, se asentó a la orilla del Atrato de manera temporal. Desde eso han pasado ya 27 años.