La minería, el avance hidroeléctrico y de vías, las sostenibilidad ambiental, entre otros, son temas sin duda importantes en el día a día de un país como Colombia que basa en ellos su modelo de desarrollo económico. En torno a estas cuestiones el Grupo de Investigación en Georrecursos, Minería y Medio Ambiente (GEMMA), de la U.N. Sede Medellín, organizó un conversatorio que convocó a expertos y autoridades gubernamentales.

La academia como el lugar donde se  produce conocimiento y se genera investigación, es un escenario idóneo para reflexionar sobre estos y otros aspectos importantes del acontecer nacional; más aún cuando en los últimos años el debate ha estado mediado por la desinformación y el desconocimiento.

“Este es el lugar para discutir con técnicos sobre problemas técnicos, sociales y académicos que hoy afectan al país. La discusión ambiental y sobre sostenibilidad frente a cualquier proyecto minero, de hidroeléctricas, de infraestructura, ha caído en el debate de gente que no tiene nada que ver con esto en el sentido técnico y empieza a prevalecer en la media que los opinadores tienen la razón y son los dueños de la verdad”, dijo el profesor Oswaldo Ordoñez, director de GEMMA, respecto a la necesidad de convocar el conversatorio.

Según el docente el error que condujo la discusión a donde está hoy: reclamos sin base argumentativa, fue que la academia y la industria dejaron de lado el punto de vista social y la relación de una obra de infraestructura con su entorno.

Al respecto el ingeniero Javier Parra Bedoya, subdirector de recursos naturales de CORNARE, señaló la necesidad de abrir más espacios que permitan recoger las reflexiones que los funcionarios del Estado tienen a partir de sus experiencias en los territorios, así como el pensamiento de la comunidad y la percepción de la academia, los inversionistas y el sector empresarial.

“Esto es importante para definir políticas y ajustar normas. Es necesario hacer planteamientos claros sobre la normatividad vigente y revisarla porque hay algunas normas que no propician el equilibrio entre desarrollo y comunidad”, dijo Parra e insistió en que existen instrumentos y mecanismos de participación social para que los proyectos se desarrollen bajo una orientación técnica suficientemente clara.

Sobre los proyectos de desarrollo claves para la región y el país, la ingeniera Ana Ligia Mora, diputada de la Asamblea Departamental de Antioquia, destacó que el camino que desde la Gobernación se está proponiendo es apoyarse en la academia, en un buen componente técnico y con acompañamiento social.

“Tenemos que escuchar a la comunidad, pero a una comunidad bien informada con conocimientos y argumentos y que no se deje manipular por intereses de uno y otro lado y sacrifique de cuenta de ello posibilidades de progreso para su región. La solución siempre será la comunicación y la información necesaria para tomar decisiones acertadas”, comentó la Diputada y agregó que la idea es promover una visión de desarrollo integral para el departamento donde se garanticen las condiciones ambientales y sociales y que ninguna actividad sea vetada sin razones de peso jurídico y técnico.

Por otro lado, la bióloga Brigitte Baptiste, directora del Instituto Alexander Von Humboldt se refirió a la desconfianza de los ciudadanos hacia el Estado y sus instituciones como otro de los puntos cruciales de la discusión.

“A la gente le preocupa mucho recibir noticias de que las grandes obras de infraestructura que requiere la Nación se están convirtiendo en el mecanismo de dadivas y de compra de votos y de enriquecimiento ilícito en escalas impensables, esa no es la norma pero sucede”. Así mismo, hizo énfasis en que Colombia necesita indudablemente estos proyectos de desarrollo respecto a los cuales vale la pena debatir.

Con el posconflicto como telón de fondo el país necesitará de las grandes obras de infraestructura para continuar avanzando y para eso se requiere también el capital natural. Así las cosas el gran desafío para  las instituciones públicas y privadas, para el Estado, la ciudadanía y la academia es buscar el equilibrio entre el modelo de desarrollo y la oferta disponible de recursos naturales.

“Nosotros los ingenieros somos los encargados de diseñar los proyectos de forma tal que el impacto sobre el ambiente sea el mínimo, las obras las necesitamos porque tenemos un país que mantener y la forma de hacerlo es con minería, petróleo y obras”, concluyó el profesor Oswaldo Ordoñez. 

(FIN/CST)

30 de marzo del 2017