Este reconocimiento fue otorgado por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), y le permite a este laboratorio de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNAL Medellín recolectar, procesar y comercializar semen, óvulos y embriones de bovinos, bufalinos, equinos, porcinos, ovinos y caprinos con la garantía de una alta calidad en sus actividades.

La distinción se basa en la resolución 20063 de 2016 la cual regula todos los procesos y requisitos sanitarios y de bioseguridad para centrales de recolección y procesamiento de semen y material genético para especies de interés zootécnico y productivo.

“La certificación es muy importante porque habilita al Laboratorio para prestar estos servicios que principalmente consisten en la congelación de semen y la conservación por diferentes métodos para que de esa manera los productores, campesinos y las industrias pecuarias puedan contar con este recurso, sobre todo para actividades de reproducción con tecnologías como la inseminación artificial y la producción de embriones”, explica Giovanni Restrepo Betancur, docente del Departamento de Producción Animal y coordinador del Laboratorio.

Un gran logro para la UNAL

El Laboratorio de Reproducción Animal (antes denominado Laboratorio de Procesamiento de Semen) tiene alrededor de 40 años de trayectoria, en los cuales ha prestado servicios de docencia, investigación y extensión a la región.  

Históricamente nunca se había logrado esta certificación, pues cuenta con altos niveles de exigencia en cuanto a infraestructura, procedimientos y manejo de los animales, ya que hay que garantizar de manera estricta que no posean ciertas enfermedades y algunos requisitos que establecen las áreas, los accesos y el desplazamiento de las especies.

“Cómo el laboratorio ya había hecho anteriormente el proceso para obtener la certificación algunos requisitos de infraestructura ya se venían cumpliendo desde hace muchos años, sin embargo en el 2021 cuando nos pusimos el objetivo de alcanzarla, iniciamos el cumplimiento a cabalidad de las condiciones a la luz de la resolución, incrementando el trabajo, acompañados de varios estudiantes que nos ayudaron en el proceso,  y con visitas por parte del ICA, para finalmente en diciembre obtenerla”, cuenta el docente Restrepo Betancur.

El Laboratorio ha trabajado principalmente con semen bovino, pero en los detalles de la resolución se habilita para trabajar con material genético de todas las especies de interés productivo, ahora también con óvulos y embriones, lo que abre la puerta a implementar biotecnologías más recientes como la criopreservación en condiciones de laboratorio.

Además de las ventajas mencionadas, hay un gran beneficio académico pues “la certificación ha hecho que el Laboratorio mejore demasiado en todos sus procesos, protocolos, instalaciones y en la forma de trabajo, y esto es una parte importante en el aprendizaje de los estudiantes porque cuando salgan a su vida laboral se encontrarán con este tipo de actividades y ya tendrán la experiencia previa vivida en la Universidad”, comenta Giovanni Restrepo Betancur.

Proyección 2022

Este espacio de aprendizaje espera en este año fortalecer las funciones misionales, “la certificación es un ejemplo del trabajo hecho en extensión, en cuanto a investigación actualmente cinco estudiantes de posgrado realizan sus tesis en el Laboratorio y para pregrado se cuenta con el Semillero de Reproducción Animal (SER), en ese sentido se han abierto más prácticas de los cursos, teniendo también alianzas con otras instituciones que nos ven como un lugar propicio para el aprendizaje”, concluye el profesor Restrepo Betancur.

(FIN/DQH)

3 de febrero del 2022