Este género, plasmado ampliamente en la literatura y el cine, aborda elementos racionales que despiertan una curiosidad hacía la propia realidad, convirtiéndose en una herramienta de compresión de la cosmogonía del ser humano. 

Este análisis fue hecho por la física teórica y experta en el tema, Gisela Baños, en una conversación con Alejandro Velásquez, promotor cultural de la División de Bibliotecas de la UNAL Medellín. 

En este espacio virtual se discutió sobre el origen de la ciencia ficción, su relación con la tecnología, la cultura, la edad de oro de este género y sus posibilidades creativas a futuro. 

¿Cómo nace la ciencia ficción? 

Muchos autores aseguran que la primera novela de ciencia ficción fue Frankenstein de la escritora británica Mary Shelley porque, aunque seguía las directrices de la novela gótica de la época, cambiaba el elemento sobrenatural por uno racional que era la ciencia. Sin embargo, en el prólogo de la segunda edición del texto, ella asegura que se inspiró en los experimentos de Galvani y Volta, pero estos no se evidencian en ninguna parte en su relato. 

“Para mí el inicio del género viene desde 1608. En aquellos años Kepler estableció sus tres leyes y le venía dado vueltas al tema de cómo se vería el cielo desde la luna, y con esta información se podría llegar a saber si estábamos en un sistema heliocéntrico. Él escribió la novela Somnium para responder esa pregunta con el método científico, por eso la ficción en vez de ser hijo de la ciencia, nació con ella”, comentó Gisela Baños. 

Edad de oro, ¿un género duro o blando? 

La popularización de este género en la literatura empezó en los años 20, con la publicación de Hugo Gernsbacks “Historias Asombrosas”,pequeños relatos que aparecieron en historietas impresas en baja calidad y distribuidas en  kioscos. 

Sin embargo, la edad de oro para la ciencia ficción llega a partir de los años 50, con el autor John, W, Cambell, “quién era una persona que usaba este género para instruir a la gente, un punto de equilibrio para que los expertos enseñaran ciencia a los no científicos con sus historias y viceversa”, asegura la experta.  

Para entender más sobre el tema, la autora hace una diferencia entre dos subcategorías de la ficción, “la dura que usa las ciencias naturales, la ingeniería, y todas las disciplinas que se basan en hechos y mediciones objetivas; y la blanda, que se basa en las más subjetivas e interpretables como la sociología, la política y antropología”.

Expansión de la ciencia ficción: ¿del optimismo al caos?

Actualmente es uno de los géneros más populares entre grandes y pequeños que han encontrado en sus historias referentes para explorar su propia imaginación. Sin embargo, la popularidad de la ciencia ficción ha estado asociada al crecimiento de la tecnología. 

“El auge de este género en un país suele estar relacionado con el desarrollo tecnológico, como ejemplos tenemos a USA, Rusia, Francia y China, cuyas carreras espaciales empezaron en la edad de oro de la ciencia ficción. Hay un esfuerzo consiente para que esta ayude a despertar vocaciones, porque se sabe que el futuro está en la tecnología”, señaló Gisela Baños. 

La parte social y reivindicativa es fundamental en estos relatos, que empezaron siendo la literatura de los triunfadores, pero que, según Baños, desde los años 60 se ha convertido en la de los oprimidos y colonizados, con un gran crecimiento de historias que cuestionan los roles de género, la paz mundial y la protección de la naturaleza. 

“Con la guerra de Vietnam y las olas feministas todo se vuelve más sombrío. Hay un cambio de paradigma porque antes se miraba al espacio exterior, pero de pronto hay una generación que piensa que hay que mirar al espacio interior y al ser humano, con la llegada del Sputnik a la orbita y del hombre a la luna , vemos que finalmente no era lo que esperábamos: el futuro que nos habían prometido, no es el que estamos viviendo”, explicó Gisela Baños.

¿Cuál es el papel de la ciencia ficción en la sociedad actual? 

“Ahora tenemos un género muy superficial y cobarde. No hay valor para desafiar los convencionalismos de la manera que lo hacían antes, pues no había filtros ni límites comerciales. También a los autores les falta un bagaje cultural, nos hemos quedado en el decorado, en la apariencia, y no estamos realmente profundizando en los temas que duelen. En nuestra época, lo mejor del género se hace en el mundo del ensayo, en el sentido reflexivo y de profundidad, viendo que consecuencias tienen los avances tecnológicos para el mundo”, concluyó la física y divulgadora científica Gisela Baños. 

La finalidad de estos espacios de discusión, dispuestos por la División de Biblioteca de la UNAL Medellín es “promover la lectura y el pensamiento crítico en la comunidad universitaria a través de diferentes actividades y diversos medios, como base tenemos un grupo abierto en Whatsapp llamado la Sociedad Zombie,allí programamos actividades como conversatorios, clubes de lectura, análisis de libros, autores y entrevistas, todo lo que esté en nuestro alcance para lograr que el gusto por la literatura sea el derrotero a seguir”, asegura Hugo Alejandro Velásquez, promotor cultural de la Sede. 

(FIN/DQH)

29 de junio del 2021