“Una persona que solo sabe reparar un vehículo o una máquina no es especialista en ello aunque sepa de partes técnicas o conozca cuál es el repuesto adecuado”, según el ingeniero mecánico Antony López, para quien la clave está en conocer primero cómo funciona el negocio.

La industria y la academia han generado varios modelos de mantenimiento, con el propósito de ayudar a tener las flotas disponibles en óptimas condiciones. Sin embargo, el paso que se debe dar es ‘aterrizarlos’ al modelo de negocio, según López.

Hacer seguimiento de los costos y entregar indicadores del ciclo de vida también es importante, pero más allá de las tecnologías, son fundamentales los liderazgos profesionales así como el entrenamiento.

“Un modelo de mantenimiento hecho con personas equivocadas no va a tener éxito. Se debe trabajar con las adecuadas y a estas se les debe seguir preparando”, asegura.

Los datos históricos obtenidos deben ser fidedignos, de lo contrario las estimaciones planteadas para generar soluciones no serán efectivas y al terminar el año, expone, el presupuesto de mantenimiento se puede ver afectado hasta en un 25 %. En ese sentido se requiere un buen registro de la información, que se puede sistematizar.

El mantenimiento, enfatiza López, no debe ser improvisado, por lo contrario, debe acatar normas internacionales como la ISO 5002 del 2018 y propender por la gestión ambiental.

Las reflexiones fueron parte de su conferencia Casos de éxito de un modelo de gestión de mantenimiento en flotas de carga pesada que se ofreció en el reciente primer Workshop Internacional Gestión de mantenimiento y políticas de operación de flotas para la recolección de residuos sólidos que se desarrolló en la UNAL Medellín.

El evento surgió de un convenio entre la Institución y Empresas Varias de Medellín (Emvarias), pues un equipo de la Sede revisa la ejecución del mantenimiento de 100 vehículos que hacen parte de la flota de la empresa de aseo, además organiza y prepara la documentación necesaria para los pagos.

En esa ocasión Juan Camilo Restrepo Gutiérrez, vicerrector de la Sede, habló sobre la importancia y la obligación de mantener en óptimas condiciones la operación de los vehículos, y resaltó el aporte de UNAL Medellín en ese proceso:

“Se trata de un ejercicio de transferencia de tecnología para salvaguardar bienes públicos y garantizar la óptima prestación del servicio a partir de la utilización de modelos de gestión de activos que incorporan normas internacionales de calidad, un aporte de la Universidad a la vida cotidiana de la ciudad y la región que materializa la vinculación de la Institución a su entorno”, expresó.

El modelo utilizado por los investigadores ha posibilitado un incremento de dos días en la operación del parque automotor, lo que se traduce en un mejor servicio. El aporte “no se limita al mantenimiento correctivo ni a los tiempos de respuesta sino que involucra también asuntos como el impacto ambiental y hasta temas de reputación que, en el mundo actual, tienen inmenso peso en las compañías que se cuenta como activo intangible”, agregó el vicerrector.

El equipo de la Sede ha hecho recomendaciones a los proveedores para que mejoren los indicadores y puedan prestar un servicio más eficiente. Al respecto, Luis Arvey Torres, jefe del Área de Suministros y Soporte Administrativo de Emvarias destacó la necesidad de involucrar a la academia en las acciones de empresas.

Para el caso de su organización, manifestó, “la relación ha sido muy útil porque ha permitido identificar acciones de mejora para implementar, las cuales han optimizado tiempos y recursos”.

Tanto el convenio como el Workshop son, según el Vicerrector, una demostración de lo que en la Universidad se es capaz de hacer, de los lazos que se pueden reforzar y el conocimiento que se puede compartir.

(FIN/KGG)

7 de octubre del 2019