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Este 7 de agosto se cumplen dos siglos de la batalla que terminó por sellar la independencia de la Nueva Granada, a la efeméride se une la conmemoración de los 90 años de la inauguración del Túnel de La Quiebra, una de las obras de ingeniería más importantes del siglo XX en Colombia.

  • El Túnel de la Quiebra se inauguró el 7 de agosto de 1929.

    El Túnel de la Quiebra se inauguró el 7 de agosto de 1929.

  • La Estación Santiago se usa como biblioteca pública.

    La Estación Santiago se usa como biblioteca pública.

  • La excavación del túnel se logró en poco menos de mil días, 3.742 metros es su longitud.

    La excavación del túnel se logró en poco menos de mil días, 3.742 metros es su longitud.

  • En el otro portal del Túnel se construyó la estación El Limón.

    En el otro portal del Túnel se construyó la estación El Limón.

  • Alejandro López Restrepo diseñó el Túnel de La Quiebra. Un retrato suyo se conserva en la Sede de la Fundación Santiago del Túnel.

    Alejandro López Restrepo diseñó el Túnel de La Quiebra. Un retrato suyo se conserva en la Sede de la Fundación Santiago del Túnel.

  • Una de las salidas del Túnel del Nus que se construye paralelamente bajo el Túnel de la Quiebra siguiendo su trazado.

    Una de las salidas del Túnel del Nus que se construye paralelamente bajo el Túnel de la Quiebra siguiendo su trazado.

    Hacía finales del siglo XIX Antioquia desarrollaba una fuerte economía basada en la producción de café, la explotación minera y la industrialización. El ferrocarril, que atravesaba la región rebosante de carga o pasajeros, permitía al departamento conectarse con el resto del país, sin embargo, la salida al mar era impedida por una barrera natural: el Alto de La Quiebra. Vencer esa barrera era garantizar la conexión, primero con Puerto Berrío y luego, a través del río Magdalena, con el mar Caribe.

    La Quiebra, en el corregimiento Santiago de Santo Domingo, se atravesaba a lomo de mula por caminos de herradura, lo que dificultaba el proceso y obligaba a encontrar una solución. La propuesta más ingeniosa vino de un muchacho de 20 años, estudiante de Ingeniería Civil de la Escuela Nacional de Minas, Alejandro López Restrepo, que en su tesis de grado (1899) planteaba abrir la montaña y construir un túnel.

    “La solución fue ingeniosa, revolucionaria y no convencional. Su director de tesis, el general Pedro Nel Ospina, lo apoyó soberanamente, pero los profesores consideraron que su planteamiento era teórico e inviable desde la práctica”, cuenta el profesor Diego Germán Arango Muñoz, de la Facultad de Minas.

    Alejandro López se graduó, pero su propuesta fue archivada y aunque durante los años posteriores tanto él como su director de tesis abogaron por la viabilidad del túnel, fue hasta 1926 cuando se decidió que lo que casi tres décadas atrás había propuesto el talentoso estudiante, era viable y necesario.

    La Ordenanza Nº 4 del 15 de marzo de 1926, dispuso la construcción que ejecutó durante casi mil días la compañía canadiense Frasser, con base en los diseños de Alejandro López Restrepo. El 7 de agosto de 1929 se inauguró el Túnel de La Quiebra: un paso ferroviario con una longitud 3.742 metros, el séptimo más largo el mundo y segundo de Latinoamérica para la época.

    Para la primera mitad del siglo XX la construcción del túnel no solo representó una mega obra de la ingeniería que, según refiere el profesor Arango “resolvió una situación compleja para Antioquia: que las mercancías de su incipiente industria pudieran llegar al resto del país y salir al mundo”; sino que también dio cuenta de una nueva manera de pensar el progreso desde la academia.

    De ahí la relevancia de un personaje como Alejandro López que, según el profesor Arango, más allá de ser uno de los pioneros de la ingeniería en el departamento fue un pensador y uno de los más distinguidos intelectuales del siglo XX para el país. “Él, además, fue uno de los primeros en referirse a la idea de lo que les pueden aportar los proyectos de desarrollo a las comunidades”, destaca el profesor Francisco Javier Nanclares de la Facultad de Minas.

    Alejandro López fue diputado a la Asamblea de Antioquia, cónsul de Colombia en Europa y el encargado de sentar las bases de la administración científica en Colombia tras estudiar los postulados de Taylor y Fayol. “Gracias a él, la Escuela Nacional de Minas fue la primera en América Latina donde se estudiaron estas teorías, y es también el precursor de la carrera de Ingeniería Administrativa”, añade el profesor Arango.

    A 90 años de la inauguración del Túnel de La Quiebra, en Antioquia se están construyendo alrededor de 70 túneles viales para franquear la compleja topografía de montaña; muchas de las carreteras del departamento fueron trazadas siguiendo los caminos de la arriería, lo que las hace ineficientes para las necesidades actuales.

    Paralelo al de La Quiebra, casi siguiendo su mismo trazado, está el Túnel del Nus cuya vocación ya no ferroviaria sino vial, persigue el mismo objetivo que su antecesor: agilizar la conexión entre el centro del departamento y el Magdalena Medio; sin embargo, para el profesor Nanclares, las vocaciones son distintas e, incluso, complementarias.

    “Estos son en realidad dos túneles, algo así como dos tubos interconectados en algunas partes, para uso de transporte vehicular, pero no suplen la necesidad de una línea férrea. Yo considero que, dadas las condiciones futuras del mercado, tendremos que volvernos más competitivos en cuanto a los costos del transporte y, en ese sentido podría ser viable desde el punto de vista técnico y económico pensar en la pertinencia del sistema ferroviario y de los túneles férreos”, precisa el profesor Nanclares.

    Para los habitantes de Santiago, el Túnel de La Quiebra representa la esperanza por el retorno del ferrocarril como medio de transporte y con ese ánimo festejan el cumpleaños 90 de este hito de la ingeniería.

    “En 1999, año del 70 aniversario del Túnel, logramos que la obra, que es un orgullo para los habitantes de Santiago, fuera declarado monumento nacional (Ley 499). Como parte de la conmemoración de los 90 años queremos que se recuerde la importancia de esta obra para el departamento y para el país. Ojalá, para dentro de 10 años, cuando celebremos el siglo, podamos hacerlo con el trasporte ferroviario reactivado”, concluye el ingeniero Benjamín Castaño Hincapié, habitante de Santiago y uno de los fundadores de la Fundación Santiago del Túnel.

    (FIN/CST)

    6 de agosto del 2019