La aplicación de la criptografía, base matemática de la seguridad de la información, es, además de diversa, una oportunidad de reflexión en torno a la privacidad y a la veracidad de los datos.

Con respecto a este último aspecto se ha cuestionado, por ejemplo, la votación electrónica, cuya implementación se ha intentado en Holanda, país que ya desmontó completamente esa posibilidad, como también ha ocurrido en Estados Unidos, mientras que en Brasil se ha mantenido aunque que se han prendido alarmas, debido a que algunos científicos han encontrado fallas en los sistemas que se utilizan para ese fin y hay recomendaciones que el Gobierno no ha atendido.

“La votación electrónica es algo que nos compete como ciudadanos porque en muchas partes y, en Colombia en particular, nos preocupa que las elecciones sean confiables. Aunque se han hecho intentos por acercarse al voto electrónico, es difícil de lograr; es un tema que está en la punta de la investigación en criptografía”, dice el profesor Daniel Cabarcas, de la Escuela de Matemáticas de la Facultad de Ciencias de la Sede.

Si bien la criptografía ha resuelto varios problemas matemáticamente, al momento de la implementación surgen otros inconvenientes, según el investigador de Google y profesor de la Universidad de Columbia (en New York, Estados Unidos), Moti Young.

El reto en ese sentido, dice es implementar la teoría desarrollada en los sistemas reales. Como ejemplo indica que alguien, al encriptar su usuario y contraseña, puede tener la ilusión de tener privacidad, pero realmente está compartiendo la dirección de IP, que es la que asigna el sistema para comunicarse, lo que revela su ubicación geográfica y otros datos.

El experto comenta que la ciberseguridad no es un problema que se solucione en un momento específico sino que es un proceso en constante evolución porque el atacante se adapta a las defensas.

Por su parte, Francisco Rodríguez Enríquez, profesor en el Departamento de Computación en el Centro de Investigación y Estudios Avanzadas del Instituto Politécnico Nacional (en Ciudad de México, México), llama la atención sobre los riesgos para la privacidad que puede significar el hecho de que la sociedad dependa cada vez más de los dispositivos electrónicos.

“Lo que se considera como más privado es el teléfono celular, pero toda la información que allí se almacena es tremenda con respecto a la vida privada de cada quien; eso sin mencionar las redes sociales. La mayoría de personas, o no tienen consciencia de la seguridad de sus datos, o no le dan la importancia que realmente tiene”, advierte.

Para que los ciudadanos se interesen y reflexionen acerca de la importancia de la privacidad, considera que la opción es la divulgación, pero también, continuar con el fortalecimiento de la investigación científica enfocada tanto en proteger información como en verificar si es segura.

Estas reflexiones se compartieron en la Escuela de verano sobre criptografía Crypto-CO que se realizó en la Universidad Nacional de Colombia en Medellín, donde hubo cabida también, por ejemplo, para el análisis sobre criptomonedas, seguridad de la nube y del Internet de las cosas.

(FIN/KGG)

18 de junio del 2019