El país debe aprender de las fallas del proyecto hidroeléctrico Hidroituango, que según los analistas son de distintos órdenes que superan los errores de la fase constructiva. Es necesario revisar desde las etapas previas de planeación hasta el modelo económico que sustenta estas iniciativas.

Así lo expusieron en la Universidad Nacional de Colombia en Medellín, José Hilario López, exprofesor de la Facultad de Minas de la Institución y Jorge Alberto Gómez Gallego, representante a la Cámara por Antioquia.

Según el Representante del Polo Democrático, Jorge Gómez Gallego, diversos estudios sobre el proyecto Hidroituango, realizados desde la mitad del siglo pasado, ponen de presente que, aunque haya habido fallas humanas, el fondo del problema subyace en el modelo económico mediante el cual se ha desarrollado la generación de energía en Colombia.

“Hay una matriz neoliberal que pone al sector en condiciones de la rentabilidad, la tasa de ganancia y el máximo objetivo, no en el desarrollo del país o en atender las necesidades de los ciudadanos”, expone.

Ese modelo, indica, comenzó a partir de la década del 90 cuando se expidieron las leyes 142 y 243 de 1994 de servicios públicos que definen a los usuarios como clientes.

Al trabajar con visión en las ganancias, por lo que EPM aceleró la construcción del proyecto, según el exprofesor López, se trabaja con impaciencia y se cometen errores, lo que, según él, fue la causa raíz de la crisis, no los malos diseños.

“Un proyecto de esta magnitud, que es tal vez el más complejo que ha concebido la ingeniería colombiana, hay que hacerlo con mucha calma y criterio, no con ingeniería del desespero”, asegura.

Por su parte, el Representante a la Cámara expone que en Colombia se genera energía en virtud de subastas periódicas que hace el Ministerio de Minas y Energía. Quienes participan, afirma, deben garantizar fechas determinadas tanto para poner en funcionamiento la generación de energía de distinta fuente como la rentabilidad económica de los proyectos.

La combinación de esos aspectos “obliga a que pasen cosas como las de Hidroituango, donde tuvieron que empezar a responder por atrasos de los contratistas con decisiones de contingencias que muchas veces tomaron sobre la marcha, en lo que hay un margen de error enorme para las fallas humanas”, asevera.

Para él, Hidroituango debe continuar sin dejar de aplicar las sanciones que sean necesarias, pero plantea que lo primordial debe ser cambiar la manera de definir bajo qué términos y circunstancias se desarrollan los proyectos.

Finalmente, el exprofesor López, hace un llamado a la tregua dada la confrontación que, comenta, se ha generado entre el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, con Empresas Públicas de Medellín (EPM) y de la empresa con Integral, la firma encargada de construir Hidroituango.

“Queremos que el proyecto se termine, aún con todos los inconvenientes. Que las peleas las diriman y que la gente joven aprenda de los errores que se han cometido”, finaliza.

Las apreciaciones del Representante a la Cámara Gómez Gallego y del exprofesor López se dieron durante una de las sesiones de las cátedras Ingeniería Civil y Antioquia.

(FIN/KGG)

6 de junio del 2019